Este sábado se vivió la novena noche consecutiva de protestas ciudadanas frente a la sede central del PSOE en Madrid, ubicada en la calle Ferraz. Cerca de 1.700 personas, según Delegación del Gobierno, se dieron cita un día más para protestar contra los acuerdos de Sánchez con el independentismo catalán y contra la futura ley de amnistía.
La concentración se desarrolló con normalidad hasta las 22:00 horas, cuando la Policía cargó contra un grupo de manifestantes ultras y comenzó un enfrentamiento que se extendió por diversas calles cercanas a Ferraz. De nuevo se vivieron momentos de tensión y episodios de violencia, que se saldaron con al menos 13 detenidos, entre ellos tres menores. Doce de los arrestados lo fueron acusados de desórdenes públicos y otro por atentado contra la autoridad.
El blindaje policial comenzó desde primera hora de la tarde en torno a la sede socialista. En total, más de una decena de furgones, numerosos agentes antidisturbios y un helicóptero vigilaban la zona. A las 19:00 horas, una hora antes de lo previsto, comenzaron a llegar los primeros manifestantes, entre los que se encontraban niños y ancianos.
En esos primeros momentos los presentes entonaron a unísono los cánticos e insultos que ya vienen siendo habituales contra Sánchez, Marlaska, Puigdemont y el rey Felipe VI, así como contra la prensa y los propios agentes policiales. Pero también se repitió varias veces un cántico de llamada a una huelga general en España para protestar contra la actual situación política.
Con el paso de los minutos comenzó a observarse una ruptura entre los manifestantes. Un grupo reducido de ultras, que estaba a la cabeza de la manifestación, entonó en varias ocasiones el Cara el Sol y canciones de la División Azul. Se escucharon proclamas a favor de José Antonio Primo de Rivera, y se vieron algunas banderas con simbología preconstitucional.
Al observar esto, la mayoría de los presentes comenzó a abuchear a los ultras para acallar sus cánticos, lo que provocó algunos enfrentamientos entre los propios manifestantes. Conforme avanzaba la noche las familias se fueron marchando, y la primera línea de la protesta se plagó de jóvenes encapuchados que gritaban e insultaban a los agentes. La tensión fue creciendo cada vez más con el lanzamiento de petardos y botellas por parte del público.
Pero todo estalló cerca de las 22:00 horas. Los ultras derribaron las vallas del perímetro de seguridad, y la Policía avanzó para no perder terreno. Después de unos minutos donde manifestantes y agentes estuvieron cara a cara, comenzaron las cargas y la gente huyó del lugar, aunque algunos desandaban el camino para volver a enfrentarse a la Policía y lanzarle objetos.
En ese punto se vivieron algunas escenas de ansiedad, con gente llorando y tratando de encontrar sin éxito un camino de huida. "Esto es la Segunda Guerra Civil", comentó un hombre mientras se refugiaba como podía. La protesta se extendió por las calles cercanas, aunque el grueso de manifestantes se agolpó en Marqués de Urquijo. Precisamente allí la Policía improvisó un nuevo cordón policial, que fue empujando de manera paulatina a los presentes calle arriba a lo largo de la noche. No obstante, algunos no lo pusieron fácil, realizando incluso una sentada.
Poco a poco la tensión fue rebajándose, aunque un grupo reducido de ultras continuó lanzando botellas de cristal desde lejos a los policías. En torno a las 00:15 horas el panorama ya estaba muy tranquilo, y los propios agentes daban la situación controlada... Al menos por hoy. Porque muchos manifestantes les avisaron de que tienen pensado regresar este domingo a protestar.
Acampada en el Congreso
En paralelo, durante la noche del sábado también tuvo lugar una concentración frente al Congreso de los Diputados de Madrid, a la que asistieron unas 500 personas, según la Delegación de Gobierno, para protestar contra la amnistía y "la herencia política del régimen del 78".
Esta manifestación, convocada por una plataforma llamada Junta Democrática de España, comenzó sobre las 19.30 horas y obligó a cortar la Carrera de San Jerónimo. En esa zona también se desplegó un importante dispositivo policial, pero no se produjeron altercados graves.
Sin embargo, los policías también tuvieron que intervenir para desalojar a los presentes, que estaban decididos a acampar frente al Congreso hasta que sus peticiones fueran escuchadas. Miembros de Junta Democrática explicaron a El Independiente que los agentes los habían sacado "uno a uno", pero aseguraron que no se rendirían. "Mañana volveremos a intentarlo, y si nos echan volveremos pasado mañana, y al otro y al otro", comentaron.
Esta protesta estuvo liderada por Rubén Gisbert, un personaje muy conocido en redes sociales desde hace un tiempo y que ejerce como presidente de Junta Democrática. Él mismo se encargó de jalear a los manifestantes y de darles órdenes en todo momento, altavoz en mano. E informó de que este domingo a las 12 horas volverán a intentarlo.
"Estoy tremendamente orgulloso de cómo se han desarrollado los acontecimientos. Y de la gente que ha venido, porque no ha habido ni un insulto, ni una patada, ni un empujón. Ha sido gente pacífica exigiendo libertad y democracia. Mañana a las 12 os espero a todos. No vamos a parar ni a ceder", expresó más tarde Gibert en un mensaje difundido a través de su cuenta de X -anteriormente Twitter- donde acumula casi 130.000 seguidores.
El presidente de Junta Democrática se encargó de acallar los insultos contra el presidente del Gobierno en funciones. "El que esté aquí para manifestarse contra Pedro Sánchez, que se pire. Esto no es una manifestación contra Sánchez", recalcó, al tiempo que explicaba que sus críticas se enfocaban más al "sistema" en sí mismo.
Así, esta manifestación se desarrolló de forma pacífica, como demandó en su convocatoria la organización, que en un manifiesto criticó el "inoperante e ineficaz régimen del 78" y a la actual "clase política que ha vendido los intereses, la industria y el patrimonio de los españoles". "Llevan 40 años haciendo trampas, con una ley tramposa y un régimen tramposo", gritó Gisbert, que lamentó que el Congreso se utilice por los partidos "para esconderse y hacer sus pactos, repartiéndose el dinero, el porvenir, la nación y ahora la identidad de España".
Este domingo será el PP quien celebre actos de protesta en la mayor parte de capitales de provincia. La formación que lidera Alberto Núñez Feijóo confía en poder reunir a cientos de miles de personas por todo el país en las manifestaciones convocadas para las doce del mediodía. Y a las 20:00 horas se espera otra protesta en Ferraz.
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