La designación de Marta Lois como portavoz del Grupo Plurinacional de Sumar en el Congreso de los Diputados no termina de entusiasmar a todos los socios de esta plataforma electoral. Persona de la estricta confianza de la vicepresidenta Yolanda Díaz, su estreno en el debate de investidura de Alberto Núñez Feijóo fue duramente criticado, especialmente por parte de Podemos, pero no sólo. Otra cosa es que la intención de Díaz sea proyectarla públicamente para la candidatura de las elecciones gallegas, donde la izquierda a la izquierda del PSOE es extraparlamentaria a pesar de los esfuerzos que hizo la también ministra de Trabajo en la campaña autonómica de julio de 2020.

Yolanda Díaz no se cerró en un principio a la posibilidad de enviar a Lois a Galicia, pero este fin de semana, la portavoz dio por descartada la opción de volver a la política regional. Bien es cierto que otra cosa no puede decir, aunque eso no acalle los rumores en torno a su posible marcha para dar paso a otro portavoz con más perfil político. Y ahí es donde todas las miradas se vuelven hacia el líder de Más País , Íñigo Errejón, claramente descolocado en la foto fija que ha salido del reparto de cargos en el Consejo de Ministros y en el Grupo Parlamentario del Congreso.

Errejón lleva una larga temporada de perfil bajo, con apariciones muy esporádicas

Errejón lleva una larga temporada de perfil bajo, con apariciones muy esporádicas, nada que ver con la anterior legislatura, en la que, a pesar de tener su partido solo dos escaños, -el suyo y el de Inés Sabanés, hoy apartada de la primera línea política- supo suscitar debates de fondo. Fue el caso de la salud mental o la reducción de la jornada laboral, convertida esta última en uno de los estandartes del acuerdo de Gobierno PSOE-Sumar. De ahí la extrañeza que ha suscitado su práctica ausencia. Ni siquiera parece haberse contado con él para una secretaría de Estado en alguno de los cinco ministerios que tiene Sumar.

"Errejón puede ser el portavoz de todos", dicen las fuentes consultadas por El Independiente. Bueno, de todos, no. Es evidente que para Podemos se trataría poco menos que de otra declaración de guerra. Y es que para los morados no hay mayor traidor que aquel que, de la mano de Pablo Iglesias fundó un nuevo partido que pasó de la nada a tener 5 eurodiputados para pasar a sumar 71 en el Congreso. Pero tan rápido como subió se desinfló entre luchas internas fratricidas y depuraciones.

Las relaciones de Errejón con los comunes de Ada Colau y con Compromís, -partido con el que hizo frente común en el Congreso durante la pasada legislatura- son excelentes y ambas formaciones tienen bastante peso en Sumar. Esas son dos de las fortalezas internas del madrileño. En cambio con el Más Madrid de Mónica García, las cosas no son fáciles, aunque no tanto como para impedir que se hiciera con la portavocía.

No obstante, en el entorno de la izquierda subrayan que los cinco diputados capitaneados por Ione Belarra, "tocarán las narices, pero no pueden hacer mucho más". Y este lunes volvía a la carga Pablo Iglesias contra la líder de Sumar. En una entrevista en DiarideBarcelona.cat decía arrepentirse de haber "entregado tanto poder" a la gallega y sucesora.

"Confiaba en ella y confiaba en que abría un proceso democrático, que respetaría el peso de Podemos. Claro que me arrepiento, ha trabajado para destruir Podemos aliándose con mafiosos y con sus enemigos más evidentes", que bien puede estar refiriéndose a la judicatura, los medios de comunicación y el mundo económico, en "conspiración" contra Podemos, o al propio Errejón.

Lois quiere seguir en Madrid

En todo caso, Lois va proclamando su continuidad en Madrid. Este fin de semana, interrogada en la Cadena Ser sobre si encabezará la plancha gallega por Sumar, explicó que "como sabéis, estoy con un compromiso, un rol de portavoz y creo que mi compromiso va a seguir siendo ese, porque quiero hacerlo con toda humildad y jugar un rol allí y aquí, de empuje y de energía".

Los magentas están dando los primeros pasos para presentar batalla en el antiguo territorio de Alberto Núñez Feijóo, donde pasaron de tener representación en 2016 a la nada en las últimas gallegas, celebradas en julio de 2020, en plena pandemia, junto con las vascas.

La estrategia de Sumar pasa por "desplegar a lo largo de todo el territorio gallego muchos procesos y actos de escucha, y se sabrá en poco tiempo cuál será el candidato o candidata de Sumar». Otro tanto están haciendo en el País Vasco con una escasa por no decir nula implantación territorial que, en el mejor de los casos se sustenta sobre las estructuras de lo que queda de IU, como es el caso de Andalucía.

Descalabro de la izquierda alternativa en Galicia

La izquierda alternativa al PSOE se hundió en las gallegas de 2020. Ni la marca electoral Podemos-EU-Anova ni En Marea consiguieron un solo representante en el parlamento autonómico, a los que pasó factura su división interna. Para En Marea fue un total y absoluto descalabro si se tiene en cuenta que en 2016 se convirtieron en la segunda fuerza política en votos, por delante del PSdG y del BNG, con 14 diputados. Todo un cataclismo.

En el País Vasco fueron en 2020 los cuartos con 6 escaños, pero cuatro años antes, en plena cresta de la ola morada, Podemos e IU se encaramaron al tercer puesto con 11. Todo hace presagiar en las próximas autonómicas vascas que EH-Bildu les dé un buen bocado electoral. Sumar intenta recomponer el espacio en ambos territorios, pero carece de referentes, y Lois se antoja para muchos la principal opción, dejando además paso para Errejón.