José Emilio Suárez Trashorras, el exminero condenado por su participación en los atentados del 11-M como facilitador de los explosivos, ha presentado una solicitud en prisión para acogerse a la ley de eutanasia. Su acción se plantea como una protesta contra "la falta de tratamiento médico y psicológico" que afirma estar experimentando en el Centro Penitenciario de Asturias.

Según informa El Comercio, el hombre de 47 años, originario de Avilés, ha fundamentado su petición en la búsqueda de "morir dignamente" y ha destacado la extensa pena de más de 34,000 años a la que fue condenado, de los cuales debe cumplir al menos 40, como colaborador en los atentados.

La Ley Orgánica 3/2021, de 24 de marzo, en vigor desde el 25 de junio de 2021, solo permite dar esta prestación a las personas mayores de edad 'con un sufrimiento intolerable a causa de una enfermedad en fase terminal, o por una enfermedad irreversible con limitaciones en su autonomía física podrán pedir una eutanasia a su médico'.

Este gesto de Suárez Trashorras, según el citado periódico, es "una manera de protestar" porque no recibe "la debida atención médica ni psicológica pese a que padece una enfermedad mental diagnosticada". Como médico de la prestación, Suárez Trashorras refiere al psiquiatra Julio Bobes, quien le ha atendido en numerosas ocasiones.

Desde prisión, Trashorras ha formulado "decenas de instancias solicitando" permisos carcelarios y otros beneficios pero no le han sido concedidos.

Algunas de las razones que argumenta el Ministerio del Interior, para rechazar sus reclamaciones, según han destacado, son "la gravedad y repercusión" de los hechos protagonizados por él y la necesidad de evitar la revictimización de las personas dañadas por su actuación delictiva.