Pedro Sánchez no recurrió a Isabel Díaz Ayuso para responder por la nueva ofensiva parlamentaria del PP por el caso Koldo. Prefirió no utilizar esa carta en la sesión de control al Gobierno en el Senado de este miércoles. Usó otra, la del 11-M, justo un día después de que se cumplieran 20 años de la tragedia. "De aquellos polvos, estos lodos. La gran mentira del 11-M es el acta fundacional de este proyecto político destructivo que ustedes representan desde hace 20 años", sostuvo el jefe del Ejecutivo ante la portavoz del PP en la Cámara alta, la debutante Alicia García.

La de este 12 de marzo era la primera sesión de control al Gobierno en el Senado, con Sánchez como protagonista, desde mayo de 2023, desde poco antes de las municipales y autonómicas. Y aunque el PP le inquirió por la "estabilidad" de su Gobierno, era fácil prever que su portavoz uniría amnistía y "corrupción". Que denunciaría, dijo ella, el "amasijo de escándalos" que atenazan al Gabinete de coalición. "Está tapando su corrupción política con la corrupción económica. Del escandalazo de la trama [Koldo] al de la amnistía. Es lo mismo, una red de favores y corruptelas. La amnistía es la peor corrupción de todas. Vende la nación por siete votos", los de Junts, la atizó García.

En su primera réplica, Sánchez sacó pecho de la acción de su Gobierno para apuntalar la idea de "estabilidad" de su mandato. "Durante estos 100 días, desde el inicio de la legislatura y de la formación de un nuevo Gobierno, lo que estamos haciendo es consolidar el proyecto político que pusimos en marcha hace seis años. Más empleo, más derechos y más convivencia", defendió, para agradecer al PP y al Senado que hubiera demandado a la Comisión de Venecia un informe sobre la ley de amnistía. Es el asidero al que el Ejecutivo se agarra desde hace dos semanas para defender los cambios en la norma y su pleno encaje en la Constitución y en el Derecho europeo.

El borrador demuestra, señaló el presidente, que la medida de gracia "es un instrumento legítimo para la reconciliación política", que han utilizado "54 democracias a lo largo y ancho del mundo precisamente para devolver a la política lo que nunca debió salir de la política". Sánchez aprovechó para atacar al PP por el flanco previsible: "No se puede sorber y soplar al mismo tiempo. No se puede llamar por la mañana terrorista al independentismo y por la tarde negociar la amnistía y los indultos y lo que hiciera falta con las formaciones independentistas". "Llevan ustedes seis años diciendo que esta legislatura se acaba. Pues mi Gobierno acaba de empezar la tercera", remachó.

Nuevo libro, 'Pasar por el aro'

"Es un presidente humillado, acorralado por la corrupción y extorsionado por los independentistas", le replicó la nueva portavoz del PP. García entonces pasó más al ataque con el caso Koldo. Reclamó a Sánchez que aclarase si conocía la presunta trama corrupta cuando cesó al exministro José Luis Ábalos, si se abstuvo cuando el Consejo de Ministros aprobó el rescate de Air Europa —el PP sostiene que hay conflicto de intereses porque la mujer del presidente participó en encuentros con el consejero delegado de Globalia, Javier Hidalgo—, si conocía las "aventuras y desventuras" de Koldo García. Para los populares, la trama afecta ya a seis ministros, dos secretarios de Organización del PSOE y a la presidenta del Congreso: es una trama de corrupción que "nace del PSOE y se extiende como una mancha de aceite por el Gobierno". Para García, el tercer volumen de memorias del jefe del Ejecutivo debería llamarse, ironizó, Pasar por el aro, porque "con tal de mantenerse en el poder pasará por todos". Sánchez, desde su escaño, se carcajeaba.

García concluyó con la traca final: "Va a pasar a la historia como el presidente que blanqueó a los herederos de ETA, como el presidente que soltó a la calle a violadores y pederastas, como el presidente de la amnistía, las mentiras y la corrupción. Y todavía peor, como el presidente que todo lo sabía y todo lo tapó".

Sánchez se centró en su respuesta en el 11-M. Y solo en el 11-M. Aludió a las palabras de Alberto Núñez Feijóo en Onda Cero por la mañana, cuando aseguró que el Ejecutivo de José María Aznar "actuó de buena fe" en respuesta a los atentados. Justo unas horas después del comunicado de FAES en el que el expresidente negaba que su Gobierno mintiera por cálculo electoral. "Deje de insultar la memoria de las víctimas del terrorismo y también la inteligencia de los españoles por su gran mentira. Porque de esos lodos, estos polvos. La gran mentira del 11 de marzo es el acta fundacional del proyecto político destructivo que ustedes representan desde hace veinte años a esta parte", martilleó el presidente.

No hubo mención a Ayuso. Según indicaban desde la Moncloa, el presidente acudió a su primer cara a cara con el PP de esta legislatura en el Senado a "hablar de estabilidad", a dejar claro que su Gobierno es para "cuatro años", no para combatir a la presidenta madrileña. Esa tarea la había hecho antes la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, y también lo hizo después la vicepresidenta primera, María Jesús Montero. Este miércoles, Sánchez se somete al control del Congreso. Con el mismo menú por parte del PP.