La Policía lanzó este martes la 'operación Santiago-Rusadir' por la compra del voto en Melilla en las pasadas elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo. Tras meses de investigación, el juez autorizó la detención de seis personas, entre ellas, la del líder del partido Coalición por Melilla, Mustafá Aberchán, a quien detuvieron en Santander (Cantabria) mientras estaba en un Congreso de Medicina. Entre los arrestados está también Dunia Almansouri, diputada y portavoz de la formación, según avanzó El Independiente.

Además, entre los detenidos estuvo el actual vicepresidente segundo de la Asamblea de Melilla y exconsejero de Infraestructuras, Urbanismo y Deportes, Rachid Bussián; el exconsjero de Medio Ambiente Hassán Mohatar y la exviceconsejera de la Vivienda, Yonaida Se-Iam. El operativo se saldó con el registro de siete inmuebles y varios detenidos fueron puestos por la tarde a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Melilla a cargo de las pesquisas.

La operación se abrió el pasado año cuando el voto por correo en Melilla se disparó y unas escuchas de un tema de narcotráfico revelaron que los pequeños traficantes estaban ofreciendo dinero a cambio de votos. Entonces, también hubo una operación en la que se llegó a registrar la sede la Coalición y se detuvo al exconsejero de Distrito y Juventud de Melilla Mohamed Ahmed.

Según explican fuentes de la investigación, estos meses se ha trabajado al detalle para conectar los documentos intervenidos, los contratos de la anterior legislatura (gobernaron entre 2019 y 2023), con empresas y pagos relacionados con el voto. El fraude podría en la contratación pública y la malversación podría alcanzar varios millones de euros.

Además, bajo el foco también hay un delito de organización criminal. Citadas fuentes reflejan que los politícos tiraban de algunos clanes de narcotráfico instalados en Andalucía para que ayudaran en la trama. De nuevo, la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía tendrá que desglosar los documentos intervenidos hoy para terminar de armar el puzle sobre cómo funcionaba esta compra de sufragio.

Según los datos que aportó el Ministerio del Interior en los anteriores comicios, los integrantes del censo de Melilla eran 55.186 electores, de los que 11.707 habían solicitado el voto por correo, es decir, un 21,21%. Este porcentaje supuso más del doble del registrado en las anteriores elecciones de 2019 y siete veces más que la media nacional (2,8%). En la vecina Ceuta, por ejemplo, las peticiones de votos por carta fueron sólo del 3,3%.