Manuel Ortega llegó a la vida de Jamal Zougam hace poco menos de un año, cuando decidió de motu proprio ponerse en contacto con su familia. Con la confianza de que uno de los terroristas considerados como cabecilla del atentado del 11-M es inocente se puso a trabajar en nuevas líneas de defensa intentando que el asunto no prescriba ahora que se cumplen 20 años de la masacre que acabó con la vida de 193 personas. Este abogado que cree férreamente en el Derecho a la Defensa dedica parte de su trabajo a labores del turno de oficio y sacar a Zougam de la prisión de Teixeiro (Galicia), donde lleva 20 años y le quedan otros 20 más, se ha convertido en una de sus obsesiones.

Pregunta: Usted no ha sido el abogado de Jamal Zougam hasta el pasado año ¿Cómo entra en su vida? 

Respuesta: Como mi profesión es la que es, siempre he estado un poco atento a las noticias. Nunca me creí la versión oficial y este hombre me llamó la atención porque siempre defendía su inocencia. Año tras año. Entonces vas leyendo cosas, lo que van publicando del sumario, documentos técnicos, libros, artículos, y el año pasado hubo revuelo sobre si iba a prescribir porque se cumplían los 20 años. Dije a ver si puedo contactar con la familia porque yo veía que se había hecho mucho desde fuera, libros, películas, documentale, pero desde dentro, la labor de defensa, no veía gran cosa. 

Lo que le planteé fue: mira, yo sé que, por un lado, está el sumario del 11M y, por otro lado, sé que se hizo una querella contra las testigos protegidas en el Juzgado de Instrucción número 29 (Madrid) para demostrar que mintieron en el juicio. Me puedo personar en los dos y ver la posibilidad de intentar reabrir esa querella y eso tendría su incidencia en el sumario del 11-M, como es lógico, provocaría que hubiera que revisar la situación. Me puse en contacto con la familia, fui a verle a él entre abril y mayo del año pasado y le pareció bien. 

P: ¿Qué le contó en prisión? 

R: Me contó que él no tiene nada que ver, que es inocente y que no tiene nada que ver con la gente que está en el proceso. Que estaba en su casa ese día. Él creía que no iba a haber pruebas contundentes para poder condenarle y, al final, le condenaron. 

P: ¿Cómo es su día a día en prisión? Cómo se encuentra, cómo le tratan, qué relación tiene con los compañeros…

R:Hablé con algunos funcionarios sobre las rutinas que tiene, es un tío que tiene unas rutinas férreas. Tiene sus achaques, anda con artrosis, pero tiene sus rutinas, sus ejercicios, su dieta... El hombre se ha intentado aclimatar. Me transmitió que en prisión le trataban bien, no tenía ninguna incidencia. Y, luego, la típica charla cuando te están acompañando los funcionarios de prisiones (además Teixeiro es de las pocas prisiones a las iba por primera vez) y hablando me dijeron que no da problemas. Nada de fundamentalismo radical, ni religioso. Un chico normal, occidentalizado por completo. 

Mi pelea es Jamal, demostrar que este señor es inocente, que es lo que viene proclamando desde hace 20 años

P: Acaba de cumplir la mitad de su pena, ¿Cómo afronta él los siguientes 20 años que le quedan en el centro penitenciario? 

R: Sí, termina en el 2044 la pena. El hombre está ilusionado en el sentido de que ahora se pueda demostrar que estas mujeres mintieron y con eso se podría revisar su situación. Él sabe lo que hay. La vida se la han destrozado por completo, son 20 años ya… Él en su día, con su novia, estuvo buscando un piso, era un chico normal, con una vida normal. Y eso al final se ha convertido en un infierno. Pero ahora está ilusionado, aunque yo tampoco le he hecho crecer una ilusión grande, sino que vamos a estudiar la posibilidad de esa reapertura.

Los problemas que haya de que si el PSOE o que si fue ETA, yo ahí no entro. No es mi pelea. Mi pelea es Jamal, demostrar que este señor es inocente, que es lo que viene proclamando desde hace 20 años y ya está. Las consecuencias que tenga eso ya que se encarguen otros. 

Mi labor es una labor técnica, jurídica, objetiva. Voy a intentarlo, ver las posibilidades, con información nueva porque lógicamente lo que se archivó con lo que había y no podemos pedir la reapertura con lo que había. Tiene que haber archivos nuevos, diligencias nuevas. ¿Qué no se consigue? Pues por lo menos se ha intentado. Eso es lo que me ha dicho la familia, por lo menos ahora se intenta. 

P: Él ha defendido de forma reiterada su inocencia, ¿Está usted convencido también de la inocencia de su cliente? 

R: Sí, hay incongruencias que no son explicables. No son ni una ni dos, son cientos. Yo sí que creo en la inocencia de este hombre. Que los hechos son como son, que fallecieron casi 200 personas, miles de heridos, que son unos hechos dantescos, asquerosos, eso lo comparto exactamente igual que cualquier persona con dos dedos de frente. Pero de ahí a condenar a alguien que no tenga nada que ver… 

P: ¿En qué pilares fundamentales cree usted que se basa la inocencia? 

R: Irregularidades en el juicio. Simplemente a partir del hecho de que en la propia sentencia se haga constar que las testigos fueron veraces, coherentes, persistentes, cuando se le uno las declaraciones que han prestado y es que no se parece una a la otra. Yo no puedo decir que una persona es veraz, coherente, persistente en sus declaraciones cuando consigo mismas son contradictorias. Eso es una irregularidad gravísima. 

P: Pero hay más pruebas que sirvieron para su condena como su vinculación con una mochila, las tarjetas de los móviles que se usaron en el atentado, además de las testigos protegidos ¿Cómo da explicación a estos hechos?

R: Básicamente, las testigos protegidos fue la prueba clave para poder condenarlo. En la sentencia lo que hacen hincapié sobre todo es en el reconocimiento que hacen estas testigos de Jamal sobre que iba en uno de estos trenes. De hecho, es el único presunto autor material que está condenado. 

De la aparición de la mochila se ha escrito mucho, ahí están los libros, ensayos… Se ha escrito mucho sobre cómo aparece que a fin de cuentas es el origen de la presunta investigación, de la localización de la tarjeta, de un teléfono y de la localización de Jamal y del locutorio que él regentaba. La mochila aparece de una manera irregular, no hace falta nada más que irse al juicio y ver cómo varios funcionarios manifiestan que se había revisado el tren de arriba abajo en cuatro ocasiones y la mochila no estaba y luego aparece. 

P: Entonces, si Zougam no fue uno de los autores del atentado del 11-M ¿Cuál es su teoría? 

R: No es que lo diga yo, lo que he leído es que esa mochila fue puesta ahí por alguien. Se introdujo entre las pertenencias por alguien ¿Quién? No se sabe. ¿La forma? No se sabe. Pero desde luego lo que sí está claro es que al parecer no fue un hallazgo que se realizó de una manera normal y natural entre las pertenencias del tren. 

Manuel Ortega.

Estoy convencido de que puede haber algo con lo que poder reabrir el sumario.

Es que son muchas cosas, como que desaparezcan los vagones en menos de 72 horas cuando entiendo que son elementos que deben custodiarse y guardarse por si acaso hay que practicar algún tipo de diligencia sobre ello. 

La teoría es que a mi cliente le han cortado un traje. Él me ha corroborado el hecho de que querían que actuara como confidente de la Policía y él jamás lo hizo. Porque él a lo que se ha dedicado es a su familia, a su locutorio, a su vida y no quería meterse en ninguna historia rara. Hay publicaciones incluso que se ha hablado de que a él lo intentaron involucrar en el atentado del 11-S, en el de Casablanca y todo para intentar presionar y que fuera confidente de la Policía.

P: ¿Ve plausible que Instituciones Penitenciarias le conceda algún permiso en la cárcel en los años que queda? 

Complicado. Y máxime por el asunto que es. Pero él tiene sus Derechos a nivel penitenciario y por eso estoy yo personado. 

P: ¿Considera que Zougam ha estado infra-defendido todos estos años? 

R: No soy yo quien tiene que decirlo. Lo único que puedo transmitir es que él no le hizo mucho caso en el juicio, a que la defensa no fuera tan efectiva porque siempre creyó que no había indicios suficientes para poder condenarle. No tengo nada que ver, fue lo que me transmitió. “Yo jamás pensé que hubiera una sola prueba para que me pudieran condenar porque es que no hay nada. Yo no estaba allí, no tengo nada que ver, no he hecho nada. Estaba en mi casa durmiendo. No sé cómo me han podido identificar si es que yo ni conozco a esa gente, no hay huellas mías, no hay ADN.. no es que no lo haya,es que no puede haberlo”, me dijo. 

P: ¿Tiene esperanza de que pueda llegar a demostrar su inocencia de alguna manera?

R: Estoy convencido de que puede haber algo con lo que poder reabrir el sumario. Y desde luego la prueba clave es lo de las dos testigos protegidas. Si se puede demostrar que esas dos señoras faltaron a la verdad, digamos que su situación merece una revisión. Si eso sucede, yo debería instar a un recurso extraordinario de revisión al Tribunal Supremo. Pero yo a su familia jamás le he vendido se va a revisar el asunto, si no que he sido muy objetivo, muy claro y muy honesto: vamos a acceder al procedimiento, a ver qué es lo que hay y en virtud de lo que haya vamos a ver la posibilidad de la reapertura.