Es una red compleja, a medio camino entre la identidad, la economía y la proyección internacional. Combina el carácter más institucional con el vinculo más sentimental. El lehendakari Iñigo Urkullu dejará el Gobierno vasco tras las elecciones del 21 de abril. Lo hará doce años después de asumir el cargo y en el que su preocupación por ampliar y engrasar la proyección exterior de la identidad vasca ha sido una de sus señas de identidad. Cuando Urkullu lege el gobierno a su sucesor lo hará con 6 ‘embajadas’ o sedes oficiales del Gobierno vasco en el exterior y una red compuesta por 196 centros vascos y federaciones y confederaciones de ‘Euskal Etxeak’ (casas vascas) dispersas por 25 países.

El Ejecutivo aprobó ayer una subvención por casi un millón de euros para sufragar el funcionamiento y actividades de estos centros. Una actividad orientada a fomentar el euskera, la cultura vasca o la memoria histórica en los distintos lugares en los que operan las conocidas como ‘Euskal Etxea’ en torno a las que se concentra la diáspora vasca.

La red de centros oficiales, dependientes del área de Acción Exterior del Gobierno vasco, cuenta con seis oficinas oficiales, la última de ellas abierta en París a comienzos del año pasado. El Ejecutivo de Urkullu aprobó su creación con el fin de mejorar el posicionamiento internacional de su marca “Euskadi Basque Country” dentro de la estrategia de internacionalización que tiene proyectada hasta 2025. La nueva sede, ubicada en la Rue des Mathurins 39, un céntrico inmueble próximo a los Campos Elíseos, se sumó a las ya abiertas en New York, Buenos Aires, Santiago de Chile, México y la más antigua, en la sede de la UE en Bélgica.

El Gobierno desarrolla desde hace más de una década un programa de “internacionalización política e institucional” con el que reforzar las relaciones comerciales e institucionales con otros países y actores “para tejer nuevas alianzas y propiciar que Euskadi se desenvuelva con solvencia en el área global”. La proyección internacional de la marca ‘Basque Country’ ha sido una constante todos estos años para el Ejecutivo vasco. Urkullu presentó poco después de acceder a la lehendakaritza, en junio de 2013, la estrategia de proyección exterior que ha desarrollado durante estos años.

Marca 'Basque Country'

Desde entonces la marca ‘Basque Country’ ha sido reforzada como imagen para presentar la identidad vasca en el mundo y como polo de atracción de inversiones y acuerdos empresariales. En su estrategia internacional el País Vasco se presenta como “un país pequeño, pero de gran identidad” con “más de 5.000 años de historia”. Recuerda que tiene una “cultura singular y un idioma único en el mundo”. También se define como un destino “a la vanguardia de Europa en calidad de vida y desarrollo humano sostenible”. Entre los elementos con los que se intenta captar la atención de su ‘marca país’ figuran aspectos como el PIB per cápita vasco en el que “somos el octavo país de la UE”, la defensa del medio ambiente, un deporte “estrechamente ligado a la identidad vasca” o la gastronomía.

En lo que a los centros en torno a los cuales se concentra la diáspora vasca, el propio lehendakari Urkullu ha participado en numerosos actos y festivales promovidos por la comunidad internacional en los que se combina la labor de carácter empresarial y económico con la promoción identitaria. La ciudad de Boise, la capital del Estado de Idaho, en los EEUU, es el referente del impulso de la cultura vasca dado por esta Administración en los últimos años. Urkullu participó en 2015 y 2020 en el festival de ‘cultura vasca’ que cada cinco años –su primera edición se remonta a 1987- reúne a decenas de miles de personas. La edición en la que ya se trabaja, la del año 2025, corresponderá gestionarla a su sucesor en el cargo.

El Gobierno Urkullu incluso ha institucionalizado el llamado ‘Día de la diáspora vasca’ estableciendo el 8 de septiembre como fecha para el recuerdo y homenaje a la comunidad vasca en el exterior. A ello suma iniciativas puestas en marcha para fomentar el conocimiento de la cultura vasca y de Euskadi a las nuevas generaciones descendientes de los emigrantes vascos que se instalaron en el exterior. El programa ‘Gaztemundo’ trajo el pasado verano a 15 jóvenes de la diáspora a conocer el País Vasco.

Diáspora vasca

Además, a los centros vascos o ‘Euskal Etxea’ se les brinda soporte para la organización de actos y actividades que permitan “mantener viva la llama de nuestro pueblo”, aseguró Urkullu durante la celebración del ‘Día internacional de la diáspora vasca’ celebrado en septiembre pasado en Gernika. En esta legislatura que ahora concluye su gobierno incluso ha celebrado un Congreso Mundial de Colectividades Vascas en el que ha reunido a representantes de todos los centros vascos dispersos por el mundo.

En Estados Unidos y Latinoamérica se encuentran la mayor parte de centros vascos. Países como Argentina, con 85 centros y Estados Unidos con 44 son los que concentran un número importante de ‘Euskal Etxea’. Uruguay con 9, Perú con 7 con Venezuela con 5 completan la presencia de centros vascos en América del Sur.