La Policía Nacional ha detenido a un joven en la estación de autobús de Méndez Álvaro, al sur de Madrid, que llevaba un fusil de asalto, cargadores y tres chalecos antibalas. La intervención de los agentes se produjo alrededor de las 16:30 de este pasado martes, según ha podido saber El Independiente.

El joven, un chico nacido en 1998 con nacionalidad Belga, tenía como destino Nantes, al este de Francia. Según ha adelantado la Cadena Ser, venía de Marbella, donde habría adquirido el armamento.

Los policías revisaron su equipaje cuando se sorprendieron al encontrar una gran cantidad de armas. En concreto, un fusil de asalto G-3 del calibre 7.62 y una pistola de 9 milímetros. Además, llevaba tres chalecos antibalas así como varios cargadores para todo el arsenal e inhibidores de frecuencia.

Sobre el hombre pesaba una orden de detención de Bélgica, su país de origen. Se le buscaba por estar relacionado con el crimen organizado y por los delitos de robo, secuestro y homicidio. Los investigadores lo sitúan en el entorno de la Mocro Maffia, el grupo criminal que controla el narcotráfico en Países Bajos.

Este grupo lleva años asentado en el sur de España, concretamente en la Costa del Sol. Destacan por su violencia y por no dudar en atacar a los rivales o a quienes los delaten. En Marbella, en lo que va de año, se han detectado seis tiroteos.

Mocro Maffia en España

La Policía Nacional sigue de cerca toda la actividad de la Mocro Maffia en España. A finales de enero dieron un duro golpe a uno de sus líderes, Karim Bouyakhricham, que fue detenido en Málaga por blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal. Junto a él fueron detenidos otras cinco personas, alguna también en Melilla.

Estos seis individuos habría sido capaz de realizar operaciones de blanqueo de capitales por valor de seis millones de euros. Además han sido intervenidos 75.000 euros, joyas por valor de 10.000, dos armas de fuego y se han bloqueado 172 propiedades por valor de 50 millones y cerca de tres millones de euros en cuentas bancarias.

La utilización de medios técnicos, el uso de alta tecnología para las comunicaciones con teléfonos encriptados, las habilidades financieras en el manejo de fondos y la constitución de estructuras societarias complejas les convirtió en una organización altamente preparada en comparación con otras de delitos similares.

Durante la investigación, la Policía pudo constatar la existencia de una compleja sociedad radicada en Marruecos, República Dominicana, Países Bajos, Emiratos Árabes y España. La organización criminal utilizaba mercantiles interpuestas, así como la metodología del "Hawalla" y el uso de testaferros para blanquear importantes cantidades de dinero con las que posteriormente adquirían bienes muebles e inmuebles.