Y el ‘sorpasso’ no se produjo… pero estuvo cerca, muy cerca. El PNV celebró como una gran victoria los resultados de una de sus peores noches electorales en una cita autonómica. La formación podrá reeditar el Gobierno de coalición que esta legislatura ha mantenido con el PSE y seguir una legislatura más liderando el Gobierno en Euskadi. Lo hará con un partido socialista que sale muy reforzado del 21-A al mejorar en dos escaños su presencia en la próxima Cámara vasca. El PSE ha logrado que la gestión del Ejecutivo de Pedro Sánchez y los apoyos y acuerdos del PSOE y PSN con Bildu le pasen factura. La tendencia al alza que ya se visualizó en las elecciones generales, en las que el PSE fue el partido más votado en el País Vasco, también ha tenido impacto en las autonómicas celebradas este domingo.

Estos resultados permiten fortalecer la alianza entre nacionalistas y socialistas, que no sólo ya reeditaron sus apoyos en los comicios municipales en Euskadi, sino que durante esta campaña han apostado por revalidar su entendimiento. Si, como parece, se reedita la coalición, la suma de los 27 parlamentarios del PNV y los 12 del PSE conformarán un bloque algo más débil, -actualmente suman de 41 escaños y pasarán a representar 39 de los 75 escaños del Parlamento Vasco-, y con una mayor presencia y poder del PSE en el seno del Ejecutivo que liderará Pradales.

El alivió por los resultados era patente ayer en las caras de los dirigentes del PNV durante  su comparecencia una vez terminado el escrutinio. El miedo a un hundimiento de sus resultados y a un ‘sorpasso’ de EH Bildu había sobrevolado toda la campaña. Finalmente, la izquierda abertzale registró unos resultados históricos, al igualar en escaños al PNV y al incrementar en 92.000 votos el apoyo logrado en 2020, pero sin llegar a superar al PNV.

La coalición del candidato Pello Otxandiano mejora en seis parlamentarios su presencia en la Cámara vasca. EH Bildu se impuso tanto en Álava como en Gipuzkoa. Sin embargo, Otxandiano no tendrá posibilidades de gobernar. El importante auge de la coalición se ha debido en gran medida a su capacidad para absorber prácticamente todo el voto de Elkarrekin Podemos, que se quedó sin representación en el Parlamento. El revuelo de los últimos días de campaña en torno a las palabras sobre ETA del candidato de EH Bildu no ha tenido impacto en el tejido electoral de la izquierda abertzale, que logra los mejores resultados de su historia, pero sí logró movilizar a los electorados del PNV, el PSE y el PP y alterar en parte el trasvase de votos que auguraban las encuestas.

Dar estabilidad a Sánchez

El PNV incidió en esta cuestión de modo especial en varios momentos de la campaña y aún con más insistencia lo hizo el candidato del PSE, Eneko Andueza. Fue quien se destacó como la voz más crítica con Otxandiano en un intento por despejar las dudas sobre su compromiso de no gobernar con la izquierda abertzale tras los acuerdos facilitados en Navarra y Pamplona. Andueza se ha presentado durante toda la campaña como el voto decisivo. Lo ha hecho asegurando que no facilitaría en ningún caso un gobierno de EH Bildu ni acuerdo alguno entre su formación y la coalición de la izquierda abertzale.  

El PNV remonta los malos resultados obtenidos en las anteriores elecciones municipales y forales, en las que perdió prácticamente 100.000 votos. Los 379.554 votos suponen 48.000 votos más que los obtenidos en las pasadas elecciones municipales. En la comparativa con 2020, cuando la participación fue muy baja, de apenas el 50% frente al 62,4% de este domingo, el PNV logra maquillar su resultado al mejorar en 20.600 votos el resultado de aquella cita electoral pero aún a 30.000 votos los logrados en 2016.

En número de votos, el PNV logra recuperarse de los malos augurios que apuntaban las encuestas. Los resultados de este 21-A, 370.000 votos, tan sólo han sido superados en otras cuatro de las doce citas autonómicas celebradas desde 1980: en 1984 (451.00), en 2009 (399.000), en 2012 (384.000) y en 2016 (398.000).

Con estos resultados también sale reforzado el entendimiento entre Ferraz y Sabin Etxea, partidaria de seguir apoyando a Pedro Sánchez y evitar que la legislatura descarrile. El propio presidente del PNV, Andoni Ortuzar ha insistido en su deseo de facilitar que el actual Ejecutivo pueda gozar de estabilidad. A ella también contribuye levemente la entrada de Sumar, la marca de Yolanda Díaz, que lograr irrumpir con un escaño en un Parlamento Vasco del que sale Elkarrekin Podemos, tras ostentar seis asientos. La necesidad de poder dotar de un presupuesto al Gobierno es ahora la prioridad del PNV. Su principal temor se activa ahora con la mirada puesta en las elecciones en Cataluña en apenas tres semanas. Que el resultado electoral puede agravar aún más las diferencias entre ERC y Junts y complicar la estabilidad de la legislatura, preocupa en el PNV.

El PNV acepta el "mensaje crítico"

Los resultados en las autonómicas vascas también logran otro objetivo buscado por el PNV y el PSE; no tener que depender del PP. Pese a que la formación de Javier De Andrés logra mejorar sus resultados, los populares no tendrán un peso determinante en la próxima Cámara vasca. La mayoría absoluta de los 27 parlamentarios del PNV y los 12 del PSE les permitirán conformar un Gobierno de coalición autosuficiente y no dependiente de los 7 parlamentarios del PP, uno más que hace cuatro años. Sin embargo, los populares no lograron otro de los objetivos que se habían propuesto, absorber el apoyo de Vox. La formación de Abascal logró anoche revalidar el escaño de Amaia Martínez. Pese a ello, De Andrés se felicitó por el resultado "es el comienzo de la recuperación y del reposicionamiento del PP en el País Vasco", aseguró. El presidente del PP vasco ofreció «su mano tendida» a Imanol Pradales pero le advirtió que su ofrecimiento de colaboración jamás rebasaría "límites" ni proyectos de "ruptura. 

El PNV avanzó anoche que sabrá interpretar el “mensaje crítico” que también arrojan las urnas contra su gestión y que se ha traducido en la pérdida de cuatro escaños. También consideró que el refuerzo de la izquierda abertzale y la presencia de formaciones como PSE, PP, Sumar Vox subrayan el carácter “plural” de la Cámara vasca y ante la que se compromete a gobernar: “Comienza una nueva etapa”, aseguró Ortuzar ante sus militantes.

Los rostros de alivio de la militancia del PNV eran evidentes, así como la de sus máximos dirigentes. Ortuzar se comprometió a reforzar su capacidad de acuerdo los próximos años y a gestionar estos resultados “con humildad”. En su intervención tuvo unas palabras de agradecimiento hacia el lehendakari Iñigo Urkullu, “una parte de este logro es tuyo, lehendakari”, aseguró antes de dar paso a quien le sucederá, Imanol Pradales.

El candidato a lehendakari se comprometió a gestionar “la pluralidad” arrojada por las urnas con un gobierno de “solvencia contrastada”. Pradales se comprometió a darlo “todo por Euskadi, todos y cada uno de los días”. El parlamento que ayer eligieron los vascos y vascas arroja la mayor representación nacionalista de la Cámara vasca. Los 54 escaños que suman PNV y Bildu suponen una presencia abertzale del 72%.