Pocos dudaban que éste iba a ser un debate parlamentario de alto voltaje por muchos motivos, entre otros, el escenario electoral del 9-J, cuya campaña puede darse por inaugurada este mismo miércoles. Quizá lo más llamativo de la intervención del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha sido la petición de dimisión del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, por "poner los intereses de España al servicio de los intereses del Partido Socialista" en el conflicto diplomático con Argentina, afirmación en la que se ha hecho un poco de lío al principio.

Pero el interés de su primera intervención ha estado puesto fundamentalmente en las alusiones a la esposa de Pedro Sánchez, Begoña Gómez, que era, a fin de cuentas, el objeto de la comparecencia reclamada por los populares. La gente, ha dicho Feijóo, "está harta de que se olviden sus preocupaciones, de que el país esté parado, del gobierno egoísta, radical y de tono pendenciero que tienen. Cuanto más tiempo pase sin dar explicaciones, peor va a ser", le ha advertido para exigirle que "responda" a las dudas que ha suscitado la actividad de Gómez, porque "o lo hace hoy en el Congreso, o lo hará en el Senado, obligado".

"Déjese de jueguecitos"

"Déjese de jueguecitos" ha agregado para reprochar al jefe del Ejecutivo que cada vez que se habla de "mordidas" éste responde con la "máquina del fango"; si es de amaños de contratos se replica con que existe "violencia política" y si es de cartas de recomendación "habla de la ultraderecha".

Afea Feijó que "con todo lo que sabemos y todo lo que queda por salir, no vaya de víctima que no lo es" al tiempo que le ha atribuido toda la responsabilidad de las actividades de su esposa, entre otras, "que haya cartas de recomendación y hayan podido ser atendidas" por la Administración. Asimismo, le ha interrogado respecto a si ésta esta siendo investigada en alguna instancia judicial y si conocía que tenía tratos con empresas contratistas de su gobierno.

En su turno de réplica le ha acusado de ser el responsable de haber tratado a Gómez "como si ya estuviese encausada" al ponerla "bajo el foco de su drama adolescente", en alusión a su "retiro" de cinco días en los que supuestamente reflexionó sobre su continuidad en política. Ha insistido en sus preguntas sin respuesta respecto a si Sánchez conocía o no que su esposa "avalaba a un peticionario" de ayudas públicas y el riesgo que ello podría conllevar de "involucrarla en un proceso penal", también si le consta que su mujer está siendo investigada en un juzgado de Madrid "que ha citado a seis empresarios como testigos en la causa de corrupción y tráfico de influencias".

Pero al margen de si se trata de unas actuaciones con reproche penal, defiende el líder de la oposición que "eso no puede hacerse, está mal no es ético ni estético y ahora si quiere vuelva a repetir lo que dice siempre, que somos unos extremistas antidemócratas", le ha retado. En este punto ha recordado que la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, "mintió en esta cámara sobre mi pareja" e "insultaron" a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y "¿cuántas veces se han disculpad. Ahorrese los numeritos y lave la boca a algunos de sus ministros".