El lehendakari Imanol Pradales ha mostrado hoy su preocupación por el debate abierto en torno al acuerdo de financiación de Cataluña. Ha asegurado que le inquieta que “nos salpique” y se utilice para atacar el modelo de concierto económico vasco. Ha subrayado que le parecen especialmente injustas las acusaciones de insolidaridad que se han vertido sobre el modelo fiscal vasco cuando “somos aportadores netos” a la financiación del Estado, “damos más de lo que nos corresponde”.
Durante su intervención en un desayuno informativo, Pradales ha reconocido que a día de hoy no conoce los detalles del documento pactado entre el PSC y ERC para renovar el modelo de financiación en Cataluña, ni siquiera si se puede considerar un modelo de concierto, pero se ha mostrado “respetuoso” con lo que ambas partes haya acordado. Ha arremetido contra quienes hablan de una “presunta insolidaridad” del Concierto vasco: “Escuchamos mensajes injustos que pretenden menoscabar el Concierto vasco, mensajes no bien intencionados y que menoscaban la piedra angular de nuestro autogobierno.
Les ha recodado que el modelo de financiación singular vasco “está enraizado en la historia” y cuenta con amparo constitucional, del Estatuto vasco y con el aval jurídico de Europa. Ha recordado que actualmente el País Vasco contribuye en un 6,24% de las cargas del Estado no asumidas por Euskadi pese a que su peso poblacional en el conjunto del Estado es de 4,73% y su peso en el PIB nacional del 5,96%.
Ha señalado que actualmente las instituciones vascas son aportadores netos del Fondo de Compensación Interterritorial, pese a que Euskadi ni recibe ayudas, “somos aportadores netos”. Ha insistido en que el actual sistema de concierto en Euskadi les obliga a asumir un riesgo unilateral y que en caso de cometer errores, “los pagamos muy caros, no contamos con ‘papa Estado’ para que nos salve”.
'Concierto político'
Durante su intervención el lehendakari ha apelado al modelo sobre el que se levanta el Concierto Económico para aprobar un futuro ‘concierto político’ que actualice la relación entre Euskadi y España. Ha subrayado que el sistema de garantías bilaterales, “en el que ninguna de las dos partes puede imponer nada a la otra” permite un sistema de relación basado en el diálogo, la negociación y el acuerdo con garantías de cumplimiento. Por ello, ha apelado a la oportunidad que se abre ahora para aplicar el sistema de garantías que del Concierto económico al futuro estatuto vasco que los partidos políticos quieren retomar para su aprobación.
Un nuevo estatuto que el PNV quiere comenzar a sondear este mes en una ronda de contactos que impulsará su presidente, Andoni Ortuzar, y que aspira a poder aprobar en el Parlamento Vasco un nuevo estatuto vasco que sustituya al Estatuto de 1979. Antes el Gobierno vasco quiere que el Ejecutivo de Sánchez cumpla lo acordado y complete el desarrollo íntegro del mismo y transfiera la más de una veintena de materias pendientes, incluida el régimen económico de la Seguridad Social.
La cuestión que complica el acuerdo entre los partidos pasa por el contenido de ese futuro nuevo estatuto vasco y la inclusión o no del derecho a decidir en él. En el PSE ya ha advertido que no accederán a una negociación que incluya las “obsesiones nacionalistas”, mientras que EH Bildu insiste en que la representación nacionalista de la Cámara vasca deja clara cuál debe ser la orientación del nuevo marco de relación bilateral con el Estado.
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