El 40% del consumo de energía de la Unión Europea y el 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero provienen de la actividad de los edificios. Mejorar su eficiencia es un aspecto clave para conseguir los objetivos de descarbonización y luchar eficazmente contra el cambio climático. Hoy, la mayoría de las edificaciones de nueva planta ya se diseñan y se construyen pensando en los nuevos estándares. El marco normativo del Código Técnico de la Edificación establece los requisitos para reducir la demanda energética de los edificios pero, para alcanzar los objetivos de descarbonización 2030-2050, es necesario intervenir en los edificios existentes.

Por ello, Europa vive un auténtico boom en la rehabilitación energética de edificios. El objetivo es que en los próximos años el porcentaje de proyectos de rehabilitación pase del 1% al 3%. Las principales compañías del sector, entre las que se encuentra Ferrovial, están realizando un considerable esfuerzo en investigación y desarrollo de nuevas soluciones aplicables a la mejora pasiva de los edificios a través de nuevos revestimientos en fachadas y cubiertas. 

Ferrovial está firmemente comprometida con el desarrollo de soluciones sostenibles que aplica en todas sus operaciones. La compañía ha diseñado un sistema industrializado para mejorar el aislamiento de las fachadas que simplifica las obras, disminuye los plazos de ejecución y mejora el resultado. Se calcula que este sistema puede llegar a reducir hasta en un 40% la demanda de energía de los edificios.

Cambiar o mejorar la envolvente o capa exterior de los edificios es el aspecto principal de los procesos de rehabilitación destinados a mejorar la eficiencia energética. La actual hoja de ruta pasa por intervenir en las medidas pasivas –es decir, la envolvente– y después en las activas –las instalaciones–. Hasta ahora, los sistemas de aislamiento térmico exterior se aplican de una manera bastante manual y siempre in situ. En este proceso, se colocan elementos de recubrimiento cerámicos, metálicos o pétreos directamente sobre los nuevos materiales aislantes que recubren la vieja fachada. Sucede algo similar con la otra alternativa más habitual, las llamadas fachadas ventiladas, ancladas a la antigua superficie por medio de soportes y rieles.

Una solución innovadora

Sin embargo, Ferrovial propone una solución que va más allá. Tras escanear minuciosamente el edificio que se va a rehabilitar, su sistema permitirá fabricar de manera industrial grandes piezas a medida con la altura de cada piso y que ya incorporarán los huecos de vanos y ventanas originales. Estas piezas se trasladarán desde la fábrica a la obra para su colocación. Se atornillarán desde una grúa a una estructura anclada directamente al forjado del edificio, con un sofisticado sistema que permite fijar cuatro piezas en un solo punto, todo ello sin necesidad de colocar los habituales andamios y reduciendo considerablemente los plazos de ejecución.

La innovación comienza desde la misma toma de datos del edificio preexistente. “Cuando estaba en la Escuela de Arquitectura Técnica nos mandaban a dibujar sin láser. Ahora la nube de puntos que aporta la digitalización y la fotografía de la fachada en microceldas nos permite una toma de datos muy precisa, clave de cara a una solución industrializada, con un margen de error de milímetros, cuando en obra convencional se expresa en centímetros”, explica a El Independiente María Teresa de Diego, responsable de demanda y clientes de la división de Construcción de Ferrovial.

El mapa digital resultante permite generar lo que De Diego denomina “el libro de Lego” de la obra de rehabilitación, donde se detallan todos los elementos necesarios para recubrir completamente el viejo edificio con su nueva fachada. 

Gracias a este nuevo sistema, una obra de rehabilitación que ahora requiere ocho meses podría ejecutarse en solo dos, reduciendo al máximo los inconvenientes para los usuarios del edificio. La rehabilitación industrializada que propone Ferrovial es apta tanto para edificios de vivienda como edificios terciarios y obra nueva o rehabilitación.

De Diego confía en que esta patente resultará muy atractiva para empresas y comunidades de propietarios. Sus virtudes no se limitan a la eficiencia y la sostenibilidad, sino que permiten avanzar en la introducción de las ventajas de la digitalización en la construcción, y con ello hacer el sector atractivo a los jóvenes y captar talento. Las nuevas capacitaciones necesarias para la construcción industrializada, además de las ventajas del trabajo en fábrica frente a los inconvenientes meteorológicos de la obra convencional, hacen de proyectos como este una apuesta por el futuro del sector.