Mientras el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciaba que este mismo año España alcanzará el 2 por ciento del gasto en Defensa, adelantándose así a un horizonte fijado para 2029, el líder del PP convocaba en la sede nacional de su partido a 35
representantes diplomáticos y embajadores de países integrantes de la OTAN y de la Unión Europea ante los que denunció los "comportamientos antidemocráticos" de Sánchez. Alberto Núñez Feijóo se refería, con esta contundente afirmación, a dos cuestiones muy concretas, de un lado, la negativa gubernamental a presentar Presupuestos Generales del Estado para este año. De otro "no someter al criterio del Congreso la inversión en Defensa", según ha explicado el PP.

De esta forma, Sánchez se evita el trago de confrontar con sus socios de Gobierno y parlamentarios y, de paso, aparecer de la mano del primer partido de la oposición, partidario de cumplir y acelerar los compromisos de España en este capítulo para alcanzar un cierto nivel de autonomía en la defensa europea. De hecho Feijóo ha defendido en la reunión que la seguridad nacional empieza por "fortalecer la cohesión interna" y que invertir el 2 por ciento del PIB en Defensa "es una condición necesaria y una obligación como aliado", aunque ha recordado que comienza a hablarse incluso de una inversión mayor, de entre el 3 y el 3,5 por ciento.

El PP cree que el gasto debe vehicularse a través de unos Presupuestos

En este contexto ha recordado que Sánchez se sostiene sobre no pocos socios partidarios de abandonar incluso la Alianza Atlántica, además de ser claramente reticentes a aumentar el gasto en defensa, de ahí que el jefe del Ejecutivo no quiera someter a votación su último anuncio aunque sí parezca dispuesto a explicarlo en sede parlamentaria. En este sentido, el vicesecretario de Economía de la dirección popular, Juan Bravo, ha dado por sentado que una inversión e más de 10.000 millones de euros no se puede acometer sin unos Presupuestos "porque para hacer un incremento en Defensa, una apuesta fuerte, entiendo que el instrumento económico es el Presupuesto". Asimismo ha dicho esperar de Sánchez se ponga en contacto con Núñez Feijóo para indicarle cuáles son los elementos que contienen ese proyecto".

También quiere saber el dirigente popular si es un proyecto del Gobierno o de una parte del mismo y si el plan es conocido por la Unión Europea y en qué medida participa ésta. De hecho Sumar ya ha expresado sus objeciones a un plan aprobado por el Consejo de Ministros del que forman parte. A falta de conocerse "la letra pequeña", Bravo no ha querido aventurar cuál sería la posición de su partido en caso de necesitar, finalmente, el plácet del Congreso. Además, "lo primero que tendría que traer es un Presupuesto".

El compromiso que adquiere España, ha agregado, "no es para un año sino para muchos y habrá otro presidente del Gobierno, entonces parece lógico que las políticas que sean de Estado, como es el caso, se decidan entre los dos principales partidos, que tengan una conversación profunda", ha sugerido. Otra cosa es lo que pretenda hacer Sánchez.