Un paso adelante en pocas horas. Pedro Sánchez ha decidido activar el botón si la Justicia no hace su trabajo, si la Justicia no abre una investigación por la filtración de sus mensajes privados y que lleva publicando el diario El Mundo desde el domingo. Si esa investigación no se abre, entonces el Ejecutivo iniciará las "acciones legales pertinentes para que se conozca a fondo" qué ha ocurrido.
Lo dijo con claridad este martes el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, en la rueda de prensa posterior a la reunión ordinaria del Gabinete. En el Ejecutivo, dijo, están "muy acostumbrados a todo tipo de ataques", pero lo que ha pasado, el hecho de que hayan trascendido conversaciones privadas del presidente con quien era su ministro de Transportes y secretario de Organización, José Luis Ábalos, que no están en ningún sumario porque no afectan al caso Koldo, lo consideran de extrema "gravedad".
Queremos llegar hasta el final, conocer todo de la filtración, quién ha sido, por qué ha sido y qué otros mensajes privados que nada tienen que ver con la causa judicial están en poder de personas capaces de cometer delitos para que sean públicos esos mensajes privados del presidente", subraya Bolaños
"No hay límites para los ataques a Pedro Sánchez. Ni su privacidad se respeta —subrayó—. Esta vulneración de la privacidad del presidente del Gobierno, que no prejuzgamos quién ha podido cometerla, desde luego puede ser un comportamiento delictivo. Y nosotros damos por hecho que habrá una investigación judicial sobre esa filtración que se está conociendo en estos días. Y si no la hubiera, desde luego nosotros iniciaremos las acciones legales pertinentes para que se conozca todo a fondo de esta filtración".
Ayer lunes, la dirección socialista aseguraba que por el momento no contemplaba denunciar las revelaciones, que tendrían que ser, en todo caso, los propios tribunales o la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, puesto que obran en su poder, según precisó El Mundo, las memorias externas que él entregó a su exasesor, Koldo García. Aunque no descartaba Ferraz ningún escenario. Este martes, el Gobierno tampoco anunció que acude ya a la Justicia, pero sí advirtió de que lo hará si no se abren pesquisas. Un paso más.
A Bolaños se le preguntó qué plazos maneja el Ejecutivo para ir a la Justicia, cuánto va a esperar. Y quién presentaría la denuncia, si el propio Sánchez, el PSOE en su nombre o el Gobierno en su conjunto. El ministro no dio concreciones. Recordó que no se sabe aún si "habrá más" mensajes publicados y que el mismo hecho de la filtración —no la publicación en un medio, precisaron fuentes de la Moncloa— puede ser un comportamiento delictivo. "A partir de aquí nosotros no estamos manejando plazos ni fechas límite, vamos a esperar que se abra esa investigación judicial que damos por hecho". Si transcurre "un plazo razonable", que no delimitó, entonces se iniciarían las acciones legales pertinentes. "Permítame que nos reservemos en este momento qué acciones concretas serían. Pero lo que sí le digo es algo: queremos llegar hasta el final, queremos conocer todo de la filtración, quién ha sido, por qué ha sido y qué otros mensajes privados que nada tienen que ver con la causa judicial están en poder de personas capaces de cometer delitos para que sean públicos esos mensajes privados del presidente del Gobierno".
Ni Bolaños ni la ministra portavoz, Pilar Alegría, quisieron apuntar a responsables de la filtración. Desde luego, evitaron señalar a Ábalos. "No vamos a hacer ninguna especulación", insistió ella, recordando que los wasaps son "absolutamente intrascendentes" y están "absolutamente descontextualizados". Que sean poco relevantes por su contenido —"que paren rotativas"—, explicó, no quiere decir que no sea "muy grave" que trasciendan conversaciones privadas del jefe del Ejecutivo.
Alegría recrimina al PP que se dedique a la "oposición de casquería", a una "oposición de confrontación constante", pero le advierte de que el Gobierno no se separará de su hoja de ruta de "transformación"
Bolaños y Alegría se afanaron en mostrar sonrisas y desenfado durante su comparecencia, en una evidente intención de quitar hierro a lo que ha trascendido. Incluso la titular de Educación cometió un lapsus y se refirió a su compañero Bolaños como "el ministro Ábalos", hasta que reparó en el error y se corrigió entre risas. La portavoz añadió que el ambiente en el que se desarrolló el Consejo de Ministros fue normal, fue una reunión "absolutamente ordinaria, con el buen clima que suele ser habitual". Hoy El Mundo publicaba que en noviembre de 2020 el presidente llamó jocosamente "pájara" a la titular de Defensa, Margarita Robles, por velar sobre todo por el Ejército. La propia Robles esgrimió este martes que no iba a entrar en "conversaciones privadas" que se produjeron hace "muchísimos años". "¿Cómo no voy a sentirme respaldada por el presidente? ¿No me ven aquí? Hace siete años que formo parte del Gobierno y la supuesta conversación es de hace cuatro o cinco años. Juzguen ustedes".
Alegría recriminó al PP que se dedique en cambio a una "oposición de casquería", a una "oposición de confrontación constante y permanente" del PP. Pero eso no desviará al Ejecutivo de "lo importante", que es continuar con su hoja de ruta, con la "senda de transformación" del país. "Abandonen toda esperanza", avisó.
Fuentes del Ejecutivo señalaron que lo lógico es que la Justicia investigara de oficio y abriera una pieza separada sobre la revelación de los wasaps. Consideran que es indiferente que haya una denuncia previa o que no la haya, porque el Estado de derecho debe moverse cuando puede haber un delito. Es decir, que este caso no es distinto al abierto contra el fiscal general del Estado por la presunta filtración de los datos fiscales del novio de la presidenta madrileña. En esta causa, sí hubo una denuncia de la pareja de Isabel Díaz Ayuso.
En la Moncloa señalan que lo lógico es que la Justicia investigara de oficio y abriera una pieza separada, y aducen que no tiene por qué haber denuncia previa
En la Moncloa no prejuzgan si debe dar el paso la Audiencia Nacional o el Tribunal Supremo, los que están ahora mismo instruyendo el caso Koldo —el alto tribunal, en la parte que afecta a Ábalos, al estar aforado—, pero en cualquier caso depende de ellos la policía judicial. El Gobierno insiste en que no está acusando ni a la UCO ni a Ábalos: no prejuzgan quién pudo haber dado a conocer esos mensajes.
En el equipo del presidente se reconocen "preocupados" por el hecho en sí, por la revelación de los wasaps, porque evidentemente "no gusta, incomoda" que se aireen conversaciones íntimas, pero recalcan que Sánchez está "muy tranquilo" porque es plenamente consciente de que no ha cometido ningún delito. Y añaden que no ha habido ningún contacto con el exministro tras la publicación de los mensajes ni tampoco el líder socialista se dirigió a él tras el estallido del caso Koldo, en febrero de 2024.
Sánchez está "muy tranquilo" porque es consciente de que no ha cometido ningún delito, señalan en la Moncloa. Pero "no gusta" e "incomoda" la revelación de mensajes privados
¿Está siendo el Ejecutivo objeto de un chantaje? La respuesta, aseguran en la Moncloa, es un "no". "No sabemos qué ha pasado, ni cómo unas conversaciones privadas y que no forman parte de ninguna causa judicial han acabado siendo públicas. Esperamos que se investigue", concluyen.
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