Los próximos días darán la medida de hasta qué punto el PSOE es consciente de que tiene una bomba a sus pies que debe desactivar. Por lo pronto, la cúpula del partido y el Gobierno empiezan a poner tierra de por medio con Leire Díez Castro, la militante y ex cargo público que presuntamente maniobró para intentar dañar a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. En el equipo más directo de Pedro Sánchez se escucha ya que la antigua teniente de alcalde de la pequeña localidad cántabra de Vega de Pas es "una friqui", "un fantasma", hasta "un Pequeño Nicolás". Ferraz, no obstante, aún no ha dado el paso siguiente, el de abrirle expediente, porque con lo que se queda es que "en ningún momento dice que esté hablando en nombre del PSOE" y, por lo tanto, "hay que respetar mucho los procedimientos".
La madeja se enredó algo más este martes. El Confidencial publicó más audios del encuentro que Díez Castro —exdirectora de Comunicación de la empresa pública Enusa (2018-2021) y exdirectora de Relaciones Institucionales y Filatelia de Correos (2022-2024)— mantuvo en febrero, a través de videoconferencia, con el industrial Alejandro Hamlyn, dueño del holding petrolero Hafesa, procesado por el fraude masivo de 154 millones de euros en IVA de hidrocarburos y huido en Dubái. A aquel encuentro asistieron también el empresario Javier Pérez Dolset, procesado por fraude en las subvenciones públicas, y el abogado Jacobo Teijelo, además de otros letrados que apenas intervinieron. La militante socialista no solo aseguró en la charla que su objetivo era acabar con la "Camorra de la Guardia Civil" y en concreto con el teniente coronel Antonio Balas, responsable del Departamento de Delincuencia Económica. También ofreció beneficios judiciales a Hamlyn: "Yo te puedo sentar con Fiscalía. O puedo proponer que te sientes con Fiscalía".
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en la rueda de prensa posterior a la reunión ordinaria del Gabinete de este martes, ya adelantó que el Gobierno no puede actuar contra ella y dejó en manos de la Justicia hacerlo: "De los procedimientos judiciales en marcha, de su corrección, de su regularidad, la responsabilidad es de la autoridad judicial". Marlaska defendió, no podía esperarse otra cosa, a la UCO y al conjunto de unidades que trabajan como policía judicial. A su lado, la portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, se limitó a reproducir el comunicado de Ferraz de la víspera, en el que desmentía que Díez estuviera "en nómina" del PSOE: "El Partido Socialista ayer [por este lunes] dio una rueda de prensa, incluso emitió un comunicado y, por tanto, me permitirán que sobre esta información me remita a ese comunicado". El argumento con el que la dirección y el Gobierno se defienden es que la ex cargo público no afirma que actúe "en nombre del PSOE".
Quien marca más distancias en público es el portavoz parlamentario, Patxi López: si es verdad lo que se escucha en los audios, le parece "absolutamente rechazable"
En público, quien marcó más distancias fue el portavoz parlamentario socialista, Patxi López. El dirigente señaló a los periodistas que conoce a Díez Castro de su localidad natal, Portugalete, y subrayó que si es verdad lo que se escucha en los audios publicados por El Confidencial, sería "absolutamente rechazable". ¿Y es colaboradora, fontanera de Santos Cerdán, el secretario de Organización del partido? "Tendrán que preguntárselo a ella", respondió. Ella lo ha negado radicalmente, y también Ferraz. La exconcejala explicó a este diario que, como periodista que es, está preparando una investigación sobre las tramas de hidrocarburos para poder publicar un libro para después del verano.
"No vamos a defenderla ni a ponernos de su lado"
En privado, sin embargo, cunde el estupor por las grabaciones y las presuntas maniobras lideradas por Díez Castro. En el núcleo duro del presidente, varios responsables de primer nivel apuntan que no la conocían "de nada", e intentan quitar hierro a lo ocurrido: "Es un Pequeño Nicolás como tantos", expresa un ministro, "importante no puede ser, porque yo no la conocía ni la he visto en mi vida, pero el PSOE no está en eso... aquí hay más fantasmas...", apuntala otra integrante del Gabinete de mucho peso. "Es muy friqui lo que dice y hace, y nosotros no vamos a defenderla ni a ponernos de su lado", sostienen fuentes de la Moncloa, que recuerdan que la supuesta enviada de Ferraz "ofreció cosas que no podía prometer". La diferencia con el Pequeño Nicolás —Francisco Nicolás Gómez Iglesias, el chaval que engatusó a políticos y a empresarios y que se hizo pasar por un enlace del Gobierno o de la Casa Real— es que él no pertenecía a las estructuras del PP, mientras que Díez sí es militante socialista, y no desconocida, que fue designada cargo en dos empresas públicas.
En la dirección aseguran que analizarán con calma las grabaciones publicadas para estudiar si cabe adoptar una decisión. Pero por el momento no hay ninguna decisión orgánica. "Abrir un expediente no es algo gratuito", señalan en el cuartel general
Es decir, que en el anillo más próximo al jefe del Ejecutivo no solo se desligan de las actividades de Díez Castro, sino que ya la desacreditan. El malestar es patente. La pregunta entonces era evidente: ¿actuará el partido contra ella? Esa sería la forma de visibilizar un distanciamiento total con unas prácticas que el PP calificaba este martes de "mafiosas". En la dirección aseguraban que analizarían con calma las grabaciones publicadas para estudiar si cabe adoptar una decisión.
Pero, por el momento, no hay ninguna medida orgánica adoptada contra ella. "Abrir un expediente no es algo gratuito —se escudaban en el cuartel general de los socialistas—. Hay que saber qué artículo se le puede imputar bien, sea de los estatutos o del código ético. Ahora mismo, con lo que hay, en ningún momento dice que esté hablando en nombre del PSOE. Hay que respetar mucho los procedimientos".
Hay que saber qué artículo se le puede imputar bien, sea de los estatutos o del código ético. Ahora mismo, con lo que hay, en ningún momento dice que esté hablando en nombre del PSOE", apuntalan en el cuartel general
Los estatutos federales del partido, aprobados en el pasado 41º Congreso, celebrado en Sevilla del 29 de noviembre al 1 de diciembre de 2024, remarcan, en su artículo 8, que todos los afiliados "conocerán y respetarán lo establecido en el código ético y de conducta del PSOE". El militante que "incumpla lo dispuesto" en los estatutos, el código ético, las normas que forman el sistema de cumplimiento normativo, el reglamento federal de desarrollo de los estatutos o cualquier otra norma reglamentaria, que "observe mala conducta cívica o ética, falte al programa o a los acuerdos o resoluciones de los órganos competentes del partido, exprese públicamente sus opiniones en términos irresponsables o con deslealtad al partido o a sus afiliados, cometa actos de indisciplina, injurie o calumnie a alguna persona que pertenezca al partido, o de cualquier otra forma viole las obligaciones" que las normas internas "imponen", será "sancionado, previos los trámites reglamentarios y mediante decisión de los órganos competentes, con medidas que podrán llegar hasta la expulsión".
"Tenemos que hacer algo, sí"
En la dirección socialista hay quienes se declaran "muy sorprendidos" por lo revelado estos días, que no se explican cómo Díez Castro ha podido llegar a pedir información comprometedora contra un jefe de la UCO o a ofrecer la ayuda de la Fiscalía a un procesado por un fraude millonario. "Es inaudito. Tenemos que hacer algo, sí", apremia un miembro de la cúpula. "No tengo ninguna clave de qué pasó. Pero no me gusta nada. La imagen es terrible y hay que desmarcarse con contundencia. Es que es inaceptable intentar maniobrar contra la UCO, una tremenda falta de ética. Dan ganas de llorar. El mensaje que trasladamos a los ciudadanos es horrible, la imagen es nefasta", incide con inquietud un miembro del Gabinete.
Hay que desmarcarse con contundencia. Es inaceptable maniobrar contra la UCO. Dan ganas de llorar. El mensaje que trasladamos a los ciudadanos es horrible, la imagen es nefasta", manifiesta con inquietud un miembro del Consejo de Ministros
En el partido, fuera del cuartel general, hay barones que reconocen esa sensación, la "preocupación" por lo que está ocurriendo en las últimas semanas, en las que se han encadenado varias crisis: desde la publicación de los wasaps que se intercambió Sánchez con el exministro José Luis Ábalos, hasta la carrera que emprendió el barón extremeño, Miguel Ángel Gallardo, para convertirse en diputado autonómico y aforarse tras ser procesado por el caso del hermano del presidente. Y ahora, los audios de Díez Castro. Hechos a los que se suman el caso Ábalos-Koldo o la investigación abierta contra la mujer del jefe del Ejecutivo y al fiscal general del Estado. "El problema es el goteo", el efecto suma, indica un máximo líder autonómico. "Vale que Leire no sea la mano derecha de Cerdán, pero lo demás parece que no ofrece dudas. Vale que ella será fantasma y tal y cual, pero si estuvo hasta 2024 ocupando un cargo en Correos y antes en Enusa... Es que cada día es un sobresalto", apuntala un responsable territorial.
La voz más rotunda, como suele, fue la del presidente de Castilla-La Mancha. Emiliano García-Page instó al PSOE a "atajar por completo cualquier tipo de especulación sobre lo que pudiera ser trabajo sucio o cloaca" y mostró su confianza en que los mensajes de Díez sobre la UCO no tengan "relación directa con la dirección del partido". "Esto es grave", señaló el barón socialista, que se preguntó en Telecinco si la ex cargo público sigue siendo militante del partido, ya que con Ábalos "se adoptaron medidas más rápidas". Para García-Page, "cualquiera que tenga un mínimo de corazón socialista, esto solo puede causar un inmenso dolor". La conversación grabada le parece, admitió, un "bochorno".
Algunos dirigentes lamentan el "goteo", que cada día sea "un sobresalto". Page pide "atajar por completo cualquier tipo de especulación sobre lo que pudiera ser trabajo sucio o cloaca"
Incluso en la Moncloa son conscientes de que el rosario de polémicas impide al Gobierno, ya muy maniatado por su precariedad parlamentaria, a vender gestión. A sacar pecho por las medidas desplegadas. En el Ejecutivo y en el partido insisten en que son víctimas de una "cacería" de la derecha. Pero resistirán, prometen. La duda que planea esta semana es si lanzará alguna señal más rotunda contra Díez Castro para pinchar una burbuja que en apenas unas horas se está haciendo muy grande, como lo demuestra la amplísima cobertura, el enorme vuelo que el Leiregate está cogiendo en diversos medios.
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1 Comentarios
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hace 5 horas
Esta es la situación del país: la fiscalía totalmente controlada por el gobierno. No hay independencia de poderes, y por tanto no hay democracia. Pero no nos engañemos, esta situación no es exclusiva de este gobierno. La han tenido todos los gobiernos anteriores, de todos los colores. Es un fallo del sistema. No se acabará la corrupción masiva mientras los gobiernos de turno controlen la fiscalía.