Con algo de retraso, pasadas las once de la mañana, arrancó la concentración abierta a toda la ciudadanía y la sociedad civil, organizada por el PP de Alberto Núñez Feijóo. El líder popular fue el encargado de poner la guinda a lo que ha querido ser una demostración de músculo en la calle contra el Gobierno de España y, especialmente, contra su presidente Pedro Sánchez. Una movilización de miles de personas pese a las altas temperaturas, que preocupaban a Génova ya desde mediados de esta semana. Pese a todo, fuentes del PP recalcaban el "colapso" de las zonas aledañas por "decenas de miles de personas": Gran Vía, Princesa y la Cuesta de San Vicente.
Por un lado, los populares estiman una asistencia de más de 100.000 personas en una Plaza copada de banderas de España. Frente a ello, Delegación del Gobierno en Madrid apunta a una afluencia de entre 45.000 y 50.000 manifestantes.
Bajo el lema Mafia o democracia, los asistentes tomaban impulso antes de las intervenciones bajo la canción People Have the Power de Patti Smith. Toda una declaración de intenciones ante la principal reclamación de la jornada: que Sánchez disuelva las Cortes Generales y convoque elecciones. El presidente ya adelantó el viernes en la Conferencia de Presidentes de Barcelona que lo hará "cuando tocan, en 2027". La denuncia de este domingo se centró en un rechazo de las cesiones al independentismo y la degradación de las instituciones; a los presuntos casos de corrupción que rodean a Sánchez y al PSOE, pero también a la persecución a contrapesos como el poder judicial o el policial, a raíz del caso fontanera y la búsqueda de "trapos sucios" contra entidades como la UCO o miembros de Anticorrupción.
Desde un atril discreto, sin serigrafía del partido, Feijóo sentenció una concentración que se prolongó durante una hora, ya con un ambiente caldeado tras las intervenciones del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y por la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso. Ello, entre gritos de "¡Sánchez dimisión!" y "¡presidente!" que se fueron sucediendo. Feijóo, dejó clara la intencionalidad de la convocatoria desde el minuto uno: "Estamos aquí para defender nuestro país y la dignidad democrática", para evidenciar que por encima de siglas "los españoles no nos callamos" ante la acción del Gobierno. Porque "España no es un cortijo" ni los españoles son "siervos" de Sánchez.
Con un recado a Vox y a Santiago Abascal, que se ausentaron de la protesta, Feijóo apreció que "esto ya no va de siglas". "Ojalá el resto de partidos se den cuenta". "No hay equidistancia posible" en la defensa de la democracia. "La responsabilidad es que todos la defendamos", se dirigió, en este caso al conjunto de la ciudadanía y a los desencantados con Sánchez. Esto va de "degradación" e insistir en ella, o de "limpieza", dicotomizó con ello Feijóo la situación, la competencia, pese a todo. Entre Sánchez y él. Le reta a esa convocatoria electoral ya demandada el viernes, a que se "rinda a la democracia" y a que abra las urnas para que los españoles elijan "si quieren un Gobierno de Koldos, Leires y Jessicas, o uno decente". "Cualquier persona decente habría devuelto la palabra" a la ciudadanía, afirmó.
El objetivo de Feijóo, recalcó ya supera el mero hecho de ganarle a Sánchez. Aspira a un apoyo masivo para poder doblarle y aspirar a entrar en la Moncloa. Confía en ello, de hecho. "El Estado funcionará, los españoles responderán y yo estaré a la altura de este gran país", dejó claro, asumiendo que solo Sánchez tiene la capacidad de pulsar el botón electoral. "Antes o después tendrá que enfrentarse a un pueblo que no le va a amnistía", constató el popular.
Interrumpido por tandas de aplausos y exigencias públicas de que Sánchez dimita, Feijóo llamó a la revolución a aquellos "ciudadanos honestos y libres" que atienden perplejos a lo que está sucediendo. A lo que aconteció esta semana con el "esperpento" de Leire Díaz, y también con Víctor de Aldama. Se erigió como el instrumento para conseguir ese cambio de depuración del sanchismo. "Una revolución que comienza hoy". "Que nadie os diga que esta concentración no sirve para nada. Es una causa noble, el insistir hasta que os den la palabra y podáis acabar con esto democráticamente", volvió a defenderse el popular veladamente de los ataques de Vox.
Frente a un Sánchez que quiere una "democracia anestesiada", Feijóo reivindicó la "honestidad del servicio público" y una justicia y medios de comunicación "independientes". Un Estado "limpio frente a las cloacas y la corrupción". También hizo una defensas de partido, de puertas para adentro, frente al personalismo de Sánchez dentro del PSOE, apreció que él asume la diversidad. "En mi partido hay distintas intensidades, pero los mismos objetivos", mencionó en una clara referencia a Ayuso y al desmarque de ésta del resto de presidentes del PP el viernes en la Conferencia de Presidentes de Barcelona. Donde se levantó por el uso de la traducción simultánea a Imanol Pradales y Salvador Illa.
Feijóo señala la diversidad interna del PP, con alusión velada a Ayuso. Pero reivindica que todo el mundo comparte el mismo objetivo. Eso sí, defiende políticas desde el centro
"A mí no me sobra ninguno, tampoco los españoles. Creo en una nación sin muros. Con sus escombros, construyamos puentes. Creo en la discrepancia ordenada", reivindicó Feijóo, alejando esa revolución ciudadana a través de la ira, sino con "concordia" y desde el centro político. "Nadie me va a mover de la centralidad", insistió desde el atril, a la vez que asumió cumplir con sus compromisos. "Lo aprendí de Fraga, Aznar y Rajoy".
El compromiso de Feijóo es insistir en la oposición y alentar a que "los españoles tienen que tomar partido entre la decadencia y la decencia" hasta que haya urnas. Volvió a dar otro golpe a Abascal antes de despedirse y de sonar el himno de España al cierre: "Venimos a comprometernos. Nadie nos va a desviar de nuestro objetivo, ni los partidos que se empeñan en hacernos más oposición que al Gobierno, ni los nacionalistas".
Ayuso advierte: "Las dictaduras entran sorbo a sorbo"
Antes que Feijóo, Ayuso quiso desquitarse de la polémica por las lenguas cooficiales. Asumió que desde Madrid no se entran en debates que dividen, e incidió que la capital es el lugar de encuentro entre los que piensan distinto, pero con el castellano como instrumento de cohesión. Reivindicó su uso, su impacto internacional, frente a un Estado que rechaza que sea "plurinacional".
Además de la "corrupción", alertó que frente a "la España que sorprendió al mundo" con la Transición, ahora Sánchez "la ha adentrado por la senda de la dictadura" por su apoyo en "las minorías, los resentidos, los recaudadores" o los que abogan "por la lucha de clases" y la "división de izquierdas y derechas alentando los fantasmas del pasado". Todo, con prácticas cuestionables y "sin principios ni a amor a su nación". "Eso se llama mafia", lamentó reiterando las supuestas prácticas de Leire Díez y Ferraz "contra quien destapa la corrupción".
PSOE y Gobierno apuntan a un fracaso de la movilización tras meses de crispación, insultos, ruido y tensión política
Antes de agradecer la cohesión y la iniciativa de Feijóo en Plaza de España, alertó a los asistentes de que la acción de Gobierno va "poquito a poquito" deteriorando. "Las dictaduras entran a sorbos, de manera inocua y que parece inofensiva". Ayuso aludió la amnistía, la salida de la Guardia Civil de Navarra o la inclusión de terroristas con delitos de sangre en las listas de EH Bildu en el pasado ciclo. Pero "cuando la democracia popular suplanta a la liberal se entra en dictadura, cuando tres valen más que dos al margen de la ley, se entra en dictadura, que es precisamente lo que pretenden dictar desde el Constitucional, que un poder está por encima de otro y todos al servicio de Sánchez", dijo Ayuso pidiendo "abrir los ojos".
Antes que ella, el alcalde de Madrid, abrió la manifestación denunciando que el Gobierno y el PSOE les acusen de crispar. "Lo que crispa es que se compre una investidura a cambio de una amnistía o que se estén forrando a costa de los españoles. Nosotros no crispamos, damos soluciones al problema más grave que tenemos en España".
El PSOE habla de "fracaso" de la convocatoria
Fuentes del PSOE trasladaron que la convocatoria de los populares, que se mostraron satisfechos, fue un "fracaso". "No han logrado juntar ni a 45.000 personas", apreciaron asumiendo las cifras de la Delegación del Gobierno. Los socialistas denuncian los "meses de crispación, de insultos, ruido y tensión política" instigada por Feijóo para que finalmente "la respuesta en la calle a su estrategia haya sido raquítica". "No ha logrado ni superar las cifras de anteriores manifestaciones". Aprecian similitud de las cifras con las manifestaciones de 2023 y 2024 en la avenida de Felipe II o la de enero del año pasado en el mismo enclave que este domingo, con cifras similares según Delegación del Gobierno mientras el PP hablaba de 70.000.
Durante un homenaje a Pedro Zerolo, el ministro para la Transformación Digital y la Función Pública, Óscar López mencionó que "el PP ha llenado de insultos y odio" la Plaza de España, "pero no de gente". Consideró que "Feijóo no tira" y que por un lado se "lo come Ayuso" y por el otro Vox.
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