Ante la ausencia de disposición a dar el paso y avalar una moción de censura que de los números suficientes al PP de Alberto Núñez Feijóo, los populares pretenden extender su oposición a los colaboradores del Gobierno de coalición. Y aunque se habla en términos generales, subyace especialmente la atención a aquellos socios potenciales también de Génova por su perfil conservador. En este caso, Junts y el PNV. "Sus socios sabrán lo que avalan y justifican, pero están amparando la corrupción. Son colaboradores necesarios" y, por ende, "cómplices", aseguran fuentes populares de primera línea.

El PP de Feijóo se posiciona en estos términos por el respaldo intacto de los socios a pesar de los distintos casos de supuesta corrupción que llevan ya más de un año investigándose en los tribunales, como el caso Koldo o las causas que implican al entorno del presidente, como la de su esposa Begoña Gómez o de su hermano David Sánchez. También la derivada de este segundo en Extremadura con Miguel Ángel Gallardo. Igualmente, por los presuntos movimientos, aparentemente tutelados por Ferraz, para perseguir a los jueces que investigan esos asuntos, así como a la Guardia Civil y a su Unidad Central Operativa (UCO). Algo que salió a la luz recientemente y salpica a Leire Díez y sus colaboradores.

Además, se ve en el respaldo firme del Gobierno al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, recién procesado por presunto delito de revelación de secretos, un añadido más que en otros escenarios, o de protagonizarlos los populares, dicen, partidos como el PNV no lo tolerarían. Por eso, el PP aumentará en próximas fechas la presión contra la formación de Aitor Esteban, así como de los posconvergentes y el resto de socios ya en un segundo plano, para incentivar el apoyo a una moción de censura con la finalidad de convocar elecciones generales. No mediante medidas concretas, pero sí con insistencia pública y señalamiento.

Es el objetivo final del PP, que confía en una derrota masiva de los socialistas. Buscan para ello moverse en la "centralidad", para atraer el voto más moderado. Ahora bien, sectores del partido creen que no necesariamente esa llamada de Feijóo concibe al puro centro cuando el PSOE y sus socios ya están en el extremo del tablero. La pretensión de cercar a los socios, para presionarlos y que se abran a ese hipotético apoyo a la moción, la dibujó el portavoz nacional del PP, Borja Sémper, ya este lunes durante su comparecencia en Génova tras la reunión del Comité de Dirección.

Cuanto más tapen a un Sánchez que se esconde, más le afectará a los socios, dijo Sémper el lunes

"Los socios de Sánchez están en un proceso de duelo, de aceptación de la realidad. No van a cambiar su postura hasta que se den cuenta de que esto les va a pasar factura", adelantaba Sémper, que luego incidía apreciando que los socios —con el PNV en la mirilla, con quien más tensiones está teniendo estas semanas— "todavía no se han dado cuenta de que la corrupción les va a arrastrar también a ellos". "Cuanto más tapen a un Sánchez que se esconde, más les afectará. Un día se caerán del guindo y se darán cuenta de que todo les ha pasado una factura muy alta", insistió Sémper.

De momento no hay intención alguna de partidos como el de Esteban o del de Carles Puigdemont de dar ese paso. El PP sabe que ambas formaciones están cómodas. La primera, con quien comparten gobierno en Ajuria Enea, a la espera de recibir cada vez más cesiones de competencias. La segunda, sabiendo, dicen, que pueden condicionar al Gobierno cuando quieran y votarles en contra lo que deseen sin consecuencias. Se espera que conforme se conozca "más información de las investigaciones", y se publiquen en los medios de comunicación, esos socios estén más abiertos a la convocatoria electoral como mínimo para regenerar. PP, Vox y UPN suman 171 escaños. Son suficientes los 5 de PNV.

Pero la perspectiva de los populares contrasta con la apreciación con la del propio Esteban, que señaló este fin de semana que "la única manera de que acabe la legislatura es por voluntad del propio presidente". Principalmente porque "no hay parlamentarios suficientes para que caiga" dado que la presencia de Vox en la configuración que pretende Feijóo "impide absolutamente cualquier acuerdo".

Golpe a Sumar por la comparecencia de Sánchez

En esas referencias a los socios, también se arremete contra Sumar, la última configuración de la izquierda a la izquierda del PSOE a quien los populares afean que en el pasado persiguiesen con una contundencia —que ahora no aprecian— cualquier atisbo de corrupción. Especialmente si tenía que ver con el anterior Gobierno del PP. Se cuestiona que mientras la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, exige explicaciones por el caso Leire al PSOE, "al mismo tiempo bloquea que dé explicaciones en el Congreso".

El PP vio este martes calificada la petición de comparecencia que no pudo materializar la semana pasada, lo que aboca a que ésta tenga que ser sí o sí, como mínimo en un pleno extraordinario en julio. Principalmente, porque la semana que viene tiene que ir a debate en la Junta de Portavoces y ser asignada una fecha en el calendario que en ningún caso podrá ser en la última semana de mes. Entonces Sánchez irá a La Haya, a la Cumbre de la OTAN, para después participar en una nueva reunión del Consejo Europeo en Bruselas. No se descarta desde el PP que se deje para septiembre como mínimo, ya con un nuevo periodo de sesiones abierto y cuando el escándalo de Díez no tenga tanta cobertura salvo novedades.

Esa presión por la que aboga Génova se verá la próxima semana en la reunión de Portavoces del Congreso. El PP se muestra expectante ante lo que puedan decidir los socios, si optan por dejar que el propio Sánchez, según agenda, se oriente junto a la presidenta del Congreso, Francina Armengol, o si los socios "se imponen" y le instan a acudir de inmediato. "Está por ver", lo dejan en el aire los populares.

El PSOE apunta que Sánchez comparecerá después del Consejo Europeo para explicar en el Congreso los detalles del encuentro. La incógnita es si será en julio

Este mismo martes, ante la crítica del portavoz popular, Miguel Tellado, que apuntó que "Sánchez está huido" para no dar explicaciones de todos esos asuntos de supuesta corrupción y de "las cloacas", su homólogo socialista, Patxi López, adelantó que Sánchez comparecerá tras el Consejo Europeo en el Parlamento. No matizó cuando.

A raíz del procesamiento del fiscal general, el PP registró este lunes también una demanda de comparecencia de Sánchez para centrarse en esta cuestión. Esperan que aluda a las dos cuestiones de forma acumulada. La voluntad de comparecencia expresada por López, no obstante, puede reducir la exposición del presidente mayoritariamente a los asuntos europeos, dejando escaso o nulo margen a la cuestión de Díez y de García Ortiz. En el PP saben que no sería la primera vez.

Ante ello, el PP espera tener solventado en un mes una nueva reforma del reglamento del Senado para hacer obligatorio a Sánchez la comparecencia mensual en la Cámara Alta. Algo que se presenta como contrapeso a la mayoría del Gobierno en la Mesa del Congreso.