"No lo sé". La portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, utilizaba tres palabras que, en el fondo, no hacían si no constatar que el Gobierno está pendiente de cómo evolucione el caso Koldo en los tribunales. Porque la Moncloa no sabe, y eso fue a lo que respondió este martes la ministra, si pueden aparecer más nombres implicados por corrupción.

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Los socialistas intentan achicar el agua, encapsular el enorme problema que tienen a sus espaldas y que parece no tener fin. Pero en el fondo son conscientes de que ellos no controlan los tiempos ni lo que vaya sucediendo a partir de ahora, porque dependerá del ritmo de la investigación judicial que tiene como eje la presunta trama criminal que formaban Santos Cerdán, José Luis Ábalos y Koldo García, y que según el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil cobraban comisiones ilegales a través del amaño de obra pública.

Tras la comparecencia de Pedro Sánchez ayer lunes en Ferraz, las preguntas de los periodistas se dirigieron este martes, después de la reunión semanal del Gabinete, a la ministra portavoz. ¿Puede llegar a verse afectado el presidente o algún miembro del Ejecutivo?, se le inquirió. "Ustedes me preguntan a mí y sé que, además, le han preguntado a otros miembros del Consejo de Ministros si van a aparecer más nombres. No lo sé. Les digo que conocimos el contenido de ese informe [de la UCO sobre Cerdán] cuando se abrió el secreto del sumario. Yo no sé si antes había otros que lo conocían. Yo lo que sí les puedo decir es cuándo lo conoció el Gobierno, que es cuando se abrió el secreto del sumario. Y también me preguntan sobre cuestiones que desconozco por completo", respondió Alegría.

La titular de Educación, por tanto, reconocía lo obvio: que el Gobierno no pone la mano en el fuego, que ya no es capaz de negar que pueden emerger más nombres según avance la investigación. Hay dos dirigentes que podrían quedar salpicados, los del ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, y la presidenta del Congreso y tercera autoridad del Estado, Francina Armengol, ambos líderes socialistas de Canarias y Baleares.

Al tiempo, eso sí, deslizaba la acusación a la oposición de tener más información que el propio Ejecutivo. Lo que sí quiso garantizó Alegría es que "frente a cualquier indicio sólido que afecte a cualquier persona, se actuará siempre con la misma contundencia". Ese fue otro de los mensajes de la comparecencia de este martes, en línea con la de ayer de Sánchez (y con su carta a la militancia de hoy): que el Gobierno y el PSOE no se cruzan de brazos y actúan.

Así, la portavoz reiteró la "absoluta indignación" por la presunta corrupción del "triángulo tóxico" que formaban Cerdán, Ábalos y García. Pero recordó enseguida que "desde el primer momento", "en cuanto se tuvo conocimiento de los mínimos indicios sólidos", "este Gobierno ha actuado con absoluta diligencia y contundencia". La ministra insistió en varias ocasiones en que, cuando el Ejecutivo leyó el contundente informe de la UCO, "se tomaron las primeras medidas", en apenas dos horas: Sánchez le pidió la dimisión a Cerdán de todos sus cargos y el acta en el Congreso. "Ninguna organización está exenta o está libre de poder tener algún caso de corrupción. Aquí la diferencia es cómo se actúa. Y aquí, desde el primer momento, siempre se va a actuar igual, con contundencia, de cara y tomando medidas desde el minuto uno", aseguró.

Sin embargo, ese compromiso de actuar inmediatamente, precisó, "no puede usarse como coartada para ensuciar el buen nombre de personas honestas". "No se puede crear esa sombra de duda ni aceptar que todo el mundo es igual", sostuvo. Porque la respuesta de PP y PSOE frente a la corrupción, reivindicó, es distinta. Alegría insistió en que los socialistas actúan y además "este Gobierno ha colaborado con la Justicia y lo va a seguir haciendo siempre". Y también ha "endurecido las leyes contra la corrupción". En definitiva, proclamó: "No vamos a tapar en ningún caso la corrupción. Vamos a dar la cara y a actuar con contundencia".

Fuentes de la Moncloa explicaron que Alegría no podía responder otra cosa que "no lo sé", porque el Gobierno, a estas alturas, no puede estar seguro de nada. Pero recalcaron que no hay una corrupción "sistémica", que eso "forma parte de la cultura del Gobierno, del PSOE y tampoco de Sumar". Respecto a la posibilidad de que se halle financiación ilegal del partido, en el Ejecutivo subrayaron que no hay indicio ninguno y mostraron su convencimiento de que no habrá nada de eso.

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