"El PP está incapacitado por la corrupción de la trama Kitchen —la Audiencia Nacional fijó mayo y junio de 2026 para el juicio— y por su servilismo a Úrsula von der Leyen" para hacer oposición a Pedro Sánchez. De forma tajante, fuentes de nacionales de Vox reivindican la fortaleza de sus siglas en una situación de crisis como la que atraviesa la política nacional española tras los escándalos que salpican al PSOE por presunta corrupción. El último episodio del caso de Santos Cerdán fue la entrada de Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, este viernes, a la sede nacional de los socialistas en Ferraz para clonar su correo electrónico.
Los de Santiago Abascal desacreditan al PP para hablar de corrupción. se ven fuertes frente a un escenario político turbulento, de inestabilidad y donde la emotividad, por los escándalos que sucesivamente se van conociendo, puede con creces al sentido de la razón. Creen, además, que al desistir Alberto Núñez Feijóo de presentar una moción de censura, los populares quedan tocados frente al votante de derechas y antisanchista. En el PP, no obstante, apelan a esa razón, a que no dan los números por mucho que se quiera. Vox recalca que se trata de un gesto, y que tampoco los daban ni en la de octubre de 2020 ni en la de marzo de 2023. A diferencia de ahora, con 33 diputados, sí superaban los 35 necesarios para presentarla.
El pasado miércoles Abascal elevó la escenificación frente a Feijóo para reivindicarse como oposición 'real' pese a contar con 104 diputados menos que el PP. Gastó todo su tiempo de pregunta en la sesión de control a Sánchez, sentenció con los calificativos de "traidor" y "corrupto" y bajó las escaleras del hemiciclo para salir pasando por el escaño del presidente del Gobierno y señalarle con el dedo y llamarle "indecente". Previamente, había devuelto a su formación a la calle, primero a Moncloa, como respuesta a la convocatoria del PP a manifestarse en Plaza de España, sin siglas. Después, y en varias ocasiones, para sumarse a nuevas protestas frente a Ferraz.
Hasta la fecha, Feijóo le comía terreno. Aprovechando que Vox quedó mermado tras las últimas generales, y sin autonomía para recurrir cuestiones al Tribunal Constitucional o para llevar a cabo más mociones de censura, los populares se abrieron a una ofensiva total por todos los flancos al Gobierno. Judicial, parlamentaria —con propuestas y el Senado como órgano de investigación— y de movilización permanente. Respecto a esto último, Feijóo desechaba hasta finales de mayo la salida masiva a la calle más allá de una participación anecdótica en diversas movilizaciones de la sociedad civil. Eso daba oxígeno a Vox.
Feijóo afirma no querer perder ni un minuto en criticar a Vox y si en cambiar el Gobierno. Vox le afea no recurrir a la moción de censura si ese es el propósito pese a que no dan los números
"Solo Vox ha convocado movilizaciones multitudinarias, dos mociones de censura, ha llevado a acabo una gran acción internacional, está personado en 200 causas contra el Gobierno corrupto y oposición frontal y total al peor Gobierno", recordaba Abascal el lunes pasado.
Abascal dobla la apuesta con la moción
Copados todos los flancos por el PP, incluso ese, Abascal dobla la apuesta. La estrategia viene siendo asemejar a populares y socialistas por las dinámicas de pactos de Estado o por la colaboración en Europa. De hecho, es recurrente. Esta misma semana, en Vox clamaban contra los populares por elevar los escándalos del PSOE a la UE.
"Esta misma semana el PP ha llamado organización criminal al PSOE en Estrasburgo al mismo tiempo que votaban juntos prácticamente todo, incluido un informe sobre la situación del Estado de Derecho en el que no se menciona a España —donde más destruido está— y solo se ataca a Hungría. Hacen que se arañan en Madrid y todo lo votan y acuerdan juntos en Bruselas y Luxemburgo", escribió en X el eurodiputado de Vox, Hermann Tertsch. "Son una estafa", replican todos los miembros del partido.
Sin desistir de lo anterior, la figura de la moción de censura se ha convertido en esencial para implementar la presión. Tanto si la hace como si no, les da alas. De hacerla, se afianza la imagen de colaboración de PP y Vox. En Génova lo saben. "Oxigena a Sánchez. Le revalida ante los suyos y favorece a Vox", aseguran fuentes del partido, que insisten en la retroalimentación de Sánchez y Abascal. Pero evitándola, Vox aprieta al PP deslegitimándolo como oposición por no recurrir a todos los elementos posibles independientemente de las consecuencias. El PP no ve 'grises' en este asunto, ni cree que proponiendo una moción "constructiva" sería distinto.
Ante ese vacío, Vox, pese a no tener diputados, reclama dos parlamentarios que estén dispuestos a sumar para presentarla sin el PP. El portavoz económico de Vox y secretario general en el Congreso, José María Figaredo, insistió en la idea después de la entrada de la UCO en Ferraz. "Que se sumen a los 33 de Vox para descabalgar del poder" a Sánchez.
Entre convicción y estrategia, el escenario polarizado aún más por los escándalos de corrupción, hace a Vox percibir una mayor capacidad de penetrar en el electorado conservador. Independientemente de la senda que quiera seguir Génova, en Bambú saben que la gobernabilidad va a pasar en mayor o menor grado por Vox. La necesidad de marcar posición responde a que el condicionamiento al PP sea en lo máximo posible, con un grupo grueso.
Sin temor a la llamada del 'voto útil'
Génova, en vista de la presión de Vox, denuncia que están más interesados en atacar al PP que en hacer oposición al Gobierno. Desde el partido cuestionaron que Abascal se estaba dedicando a ello en la jornada que se dio a conocer el informe de la UCO sobre Cerdán. Feijóo, días después en un mitin en Guadalajara, criticó esa posición de Vox: "Yo no sé a lo que se dedica Vox en este momento criticando al PP. Lo que sí os puedo asegurar es que yo no voy a perder ni un minuto en criticar a la oposición. Yo voy a invertir todo mi tiempo en cambiar al Gobierno de España".
De hecho, apenas se menciona a Vox en meses —lo que se suma a esa negativa de moción—. Ni si quiera se les ha querido dar protagonismo de cara a su 21 congreso extraordinario con un posicionamiento claro sobre la política de pactos. Aunque la ponencia política lo deja abierto al rechazar cualquier imposición de "cordones sanitarios". Por otro lado, se han producido algunos acuerdos de presupuestos como los de Baleares y Murcia, algo que no ha repercutido nacionalmente y que ha pasado más inadvertido. Hay vetos entre Génova y Bambú mientras que en los territorios las conversaciones son más distendidas. En todo caso, fuentes nacionales de Vox sugieren que han podido darse en este tiempo conversaciones entre Feijóo y Abascal, aunque ninguna de las partes lo confirma.
Los de Abascal denunciaron en 2023 que eso perjudicó a la suma de la derecha, al restarles posibilidad de escaño en algunas provincias sin beneficiarse el PP
En conversaciones con El Independiente, y preguntado por ello, otras fuentes de carácter nacional de Vox no temen que este intento de asfixia al PP vaya a ser perjudicial para la candidatura de Abascal en un futuro frente a la llamada al 'voto útil'. "Los electores han superado hace ya mucho tiempo el temor que intenta generar esa estrategia. Saben perfectamente que un voto a Vox se va a convertir sí o sí en escaños, y esos escaños en opciones de gobierno o de oposición firme. Nadie va a dejar de votar a Vox por pensar que el PP en solitario va a gobernar mejor o se va a oponer con más fuerzas", concluyen.
Dentro de Vox se reafirma, de hecho, la postura. Más allá de la moción creen que el electorado reclama una actitud firme como la de Abascal frente a Sánchez esta semana en el Congreso. "No hay más que ver las reacciones en los medios, las redes y en los ciudadanos de a pie ante las actitudes contrapuestas de Feijóo y Abascal para saber quien lleva razón. Uno preguntando cortésmente y el otro diciéndole que no va a soportar sus mentiras", exponen. Insisten en que frente a la dureza de su formación, "el PP no es capaz de sacudirse su imagen de leal oposición ni siquiera en un momento como este en el que la destrucción del Estado está sobre la mesa
De momento, las encuestas —Vox desconfía de ellas, creen que movilizan el voto, no reflejan la intención real— no les penaliza. Si bien es cierto que se ha vuelto a rondar los 13-14 puntos de media frente a una dinámica superior al 15% a principios de año, se obtendría más de los 33 diputados actuales. Entre 37 y 45 de media. Hay excepciones. GESOP le da la atribución más alta del momento, con entre 57 y 61 escaños, más que la legislatura pasada, cuando contaban con 52, su cifra más alta. El PP se mueve generalmente entre los 145-150, pero en esta en concreto se le baja a los 131-135, un resultado peor de los 137 obtenidos el 23-J en 2023.
Te puede interesar