Sumar pide "paciencia". El momento de los socialistas es "complicado" y en el seno del socio minoritario del Gobierno, confían que una vez se celebre la reunión pendiente de la comisión de seguimiento del pacto de legislatura haya un compromiso de desatascar distintas medidas pendientes que den sentido a continuar el mandato. Los de Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, creen que al PSOE no le queda otra que atender a sus intereses si quiere continuar la legislatura. Siempre con la posibilidad de que cualquier información que salpica al partido íntegramente por corrupción o la extienda al ala socialista del Gobierno dinamitará todos los vínculos.
Sin embargo, en Sumar se evitan pronunciamientos contundentes sobre una ruptura de la coalición bajo el escenario actual, en el que todo pasa, presuntamente, por Santos Cerdán, José Luis Ábalos y Koldo García. Tampoco se posicionan en futuribles, como en la posibilidad de que todo lo que se acuerde en esa próxima cita con el PSOE acabe en papel mojado, que se incumpla. Se prefiere esperar, primero, a ver con qué conclusiones se sale de la reunión que encabezarán junto a sus equipos la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, y el ministro de Cultura y portavoz de Sumar, Ernest Urtasun.
Se presupone que ésta puede desarrollarse o bien antes del Comité Federal Ejecutivo de los socialistas, de este sábado 5 de julio, o bien en la previa a la comparecencia del presidente del Gobierno ante el pleno del Congreso de los Diputados del 9 de julio. "Después no tendría sentido", aseguran fuentes de la confluencia. "Hay que esperar, ver si hay algún anuncio después de las conversaciones —se extienden al resto de socios tras la ronda de consultas en Moncloa—" en ese pleno. "Veremos si es un brindis al sol, medidas estéticas" o si realmente se cumple lo que se pacte. "Esperamos hitos claros", aseguran.
Sumar y sus ministros vienen presionando desde que saltó el escándalo de Cerdán y se dio a conocer el último informe de la UCO. Desde entonces, se viene produciendo una batería de condicionamientos, reclamaciones para dar "un giro de 180 grados" al mandato y tonos duros con rechazo de la corrupción —atribuidas al bipartidismo—, incluso desplantes que, con todo, contrastan con la actitud que ha demostrado el PSOE estas dos semanas. El "incumplimiento" de algunos acuerdos no muy lejanos y la vista atrás de que los compromisos de las anteriores reuniones del seguimiento del pacto no terminaron prácticamente en nada.
Los últimos incumplimientos de Sánchez
Sumar evita verbalizar una falta de confianza en el PSOE pese a que su portavoz económico y co-coordinador del Movimiento Sumar, Carlos Martín, trasladó este lunes que el Ministerio de Hacienda va a "incumplir" el acuerdo que firmó con Sumar hace tres meses para que en las negociaciones de los convenios colectivos esté sobre la mesa la información del Observatorio de Márgenes Empresariales. Para él "es una palanca fundamental" para que haya una "disputa más clara y transparente" de la plusvalía que generan los trabajadores en las empresas. Fuentes del partido advierten de un incumplimiento, además, de la tributación de pensionistas y de parados que cobren cantidades similares al SMI.
Sumar confía en que el PSOE responda en este momento de la legislatura, pese a que siguen incumpliéndose acuerdos y ha desplantes como en el fin de la gratuidad del transporte
Por otro lado, Martín también advirtió del descontento que les genera que el PSOE haya decidido poner fin a las bonificaciones al transporte y haya optado por nuevas reducciones de precio que rondan el 40%. No hay visos de que vayan a poder revertir la decisión de Transportes, dado que los socialistas consideran que la situación económica es mejor que la de meses atrás. De hecho, la última prórroga de la gratuidad del transporte fue una exigencia de Podemos en las negociaciones con los socialistas del último escudo social.
Otras fuentes de la confluencia reconocen que Sánchez es quien tiene la sartén por el mango frente a cualquier compromiso y la falta de voluntad por parte de Sumar para dejar caer en estos momentos el Gobierno. A ese incumplimiento se suman labores pendientes como las del Plan de Acción por la Democracia —depende también del resto de socios— o el interés del PSOE por aprobar este martes en Consejo de Ministros los techo de gasto de 16 de los 31 programas de defensa incluidos en el plan del Gobierno para alcanzar el 2% del gasto del PIB este 2025. Ello cuando Sumar y los socios de la coalición han resaltado las diferencias con el rearme esta semana pasada durante y después de la cumbre de la OTAN.
Pese a este continuismo o a los incumplimientos como el trasladado por Sumar, los magentas insisten en esperar a que en el PSOE se pase el shock que ha ocasionado los supuestos casos de corrupción. Creen que, una vez lo hagan, se terminará reaccionando. E insisten en esperar a que se dé esa comparecencia de Sánchez frente al Congreso. Fuentes parlamentarias de Sumar aseguran que la situación en la confluencia es delicada. "Nos tenemos que mover entre sostener el Gobierno y en mostrar contundencia con la corrupción, con esa dureza al PSOE", dicen, señalando que lo que hay en frente es un Vox por encima de los quince puntos.
Sumar reconoce una posición difícil, entre mantenerse como socio y mostrar una posición dura con el PSOE
"Hay que mantener un equilibrio, claridad" con lo que demandan nuestros votantes. "Lo que hay ahora es un voto de confianza", dicen en Sumar, que avistan, en todo caso, un horizonte difuso por lo que pueda seguir saliendo de las investigaciones. Por ahora, el encarcelamiento de Cerdán de forma provisional, no cambia nada en las relaciones con el PSOE.
Una de las claves: respuesta al problema de la vivienda
Según destaca Sumar, es "improrrogable" que el PSOE no se mueva para sacar adelante los permisos retribuidos, los de crianza, la Agencia Anticorrupción que se plantea o cuestiones como la democratización del acceso a la justicia. En definitiva, cuestiones que están "en el cajón" y urge desempolvarlas añadidas a compromisos por la regeneración democrática y contra la corrupción. Eso se llevará a la reunión como elementos esenciales junto a la postura frente al Plan Estatal de Vivienda 2026-2029, la cual ven "perfectamente ejecutable".
Este viernes, de hecho, Sumar presentó su propuesta. Pretenden que se movilice el 1% del PIB anual —16.000 millones de euros, 65.000 hasta 2029— para crear "un gran parque de vivienda pública para el alquiler asequible no descalificable". Con precios de entre 400 y 600 euros por un piso de 80 metros cuadrados. Los magentas quieren ir más allá del plan propuesto por Sánchez en la última Conferencia de Presidentes. Se proponía triplicar a los 7.000 millones el gasto anual, con aporte del 60% por parte del Estado y del 40% de las autonomías. Sumar quiere que para alcanzar esos 16.000 millones también se haga uso de "la línea de 90.000 millones de euros de los Fondos Next Generation que no estamos gastando".
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