Ligera sorpresa la generada en Sumar este lunes al conocerse que el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, haya sido el encargado de retomar las conversaciones con Junts y con Carles Puigdemont en una especie de relevo informal del papel de interlocutor con los catalanes que venía ejerciendo el exsecretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán. Tras el escándalo, el diálogo en Ginebra (Suiza), se congeló con los neoconvergentes y éstos, en su encuentro con Pedro Sánchez en Moncloa el martes 17 de junio —enmarcado en la ronda de consultas con los socios posterior a que saltase el caso— le pidieron urgentemente designar un nuevo responsable.

Ahora Cerdán está en prisión provisional sin fianza después de declarar ante el Tribunal Supremo por la información contenida en un último informe de la UCO en el que se le atribuye un papel clave en la trama Koldo.

Ninguno de los implicados ha trasladado si será finalmente ese relevo de Cerdán. Se conoce que en la conversación Zapatero y Puigdemont se centraron en las medidas pendientes previstas en el acuerdo de legislatura entre el PSOE y Junts. Pero también, en cómo abordar cuestiones como el reconocimiento del catalán en Europa o los traspasos pendientes de las competencias de inmigración a la Generalitat. No se dejó al margen tampoco la aplicación de la amnistía al expresident, difícil al no contemplarse para el delito de malversación de caudales públicos que la justicia le atribuyó con la condena del procés.

Técnicamente, el relevo de Cerdán en la secretaría de Organización sería quien tendría que asumir esas responsabilidades. Algo que se despejará el sábado 5 tras el Comité Ejecutivo Federal de los socialistas, en el que habrá cambio de roles. "No hay ningún nombre encima de la mesa", manifestó este lunes Josep Rius, el portavoz de Junts durante una comparecencia de prensa.

La reducción de jornada, en negociación con Junts

Preguntados por el encuentro, avanzado por La Vanguardia, en la dirección de Sumar lo desconocían. En todo caso, limitan ese movimiento a las relaciones directas del PSOE con Junts y no al marco del Gobierno de coalición. Cabe recordar que de cara a la investidura de Sánchez, Sumar propuso a Zapatero como nexo para negociar la amnistía que desbloquease el voto favorable de Junts al PSOE.

Sumar propuso a Zapatero a finales de 2023 para negociar con Junts cuestiones como la amnistía para desbloquear la investidura de Sánchez

En plenas negociaciones con los de Puigdemont para que se abran a apoyar la reducción de la jornada laboral y retiren la enmienda a la totalidad del proyecto de ley, que se votará el 22 de julio, los magentas niegan que la mediación de Zapatero pueda ablandar a los neoconvergentes. Niegan que puedan obtener algún beneficio de estas conversaciones, y al final, afirman que Junts se aferra al deseo de dejar caer la norma. En ningún caso los magentas reconocen a Zapatero como interlocutor directo en materia laboral, lo es la vicepresidenta primera del Gobierno, Yolanda Díaz, y su equipo del Ministerio de Trabajo.

Esa dureza quedó patente el jueves pasado, después de la reunión mantenida en el Ministerio entre Díaz y Mìriam Nogueras, la portavoz parlamentaria de Junts en el Congreso. Los neoconvergentes rechazan cuestiones troncales del proyecto de ley como el endurecimiento de los registros horarios y sanciones más duras en el caso de incumplirlos. Algo que, en definitiva, busca acabar con las horas extra no remuneradas y que para Junts puede afectar de lleno a las pymes y los autónomos de Cataluña. Trabajo se reserva la posibilidad de implantar esta medida vía real decreto ley, lo que permitiría ponerla en marcha sin necesidad de pasar por el Congreso, aseguran fuentes conocedoras de las negociaciones.

Ni si quiera la posibilidad planteada por Sumar, de incluir en el proyecto de ley ayudas directas a esos sectores vulnerables para Junts, hace que los neoconvergentes se lo replanteen. Quieren, de hecho, que se desista de este texto y que Díaz ponga el foco en cuestiones como el absentismo laboral. Ahí, se asegura, encontrarán a Junts. Por lo demás, piden al Gobierno que se deje trabajar a los catalanes. Se reprocha igualmente que esta norma se ha pactado con los sindicatos y no con la patronal. Es más, se cuestiona por el hecho de que no se ha tenido en cuenta a los agentes sociales de Cataluña.

Sumar sigue contemplando el pleno extraordinario del 22 de julio para que se abra el debate público de este asunto. Quieren que, en el caso de que Junts decida no apoyar la tramitación del texto para seguir debatiendo en comisión, lo que tumbaría la ley estrella de Díaz, al menos quede constancia de ese rechazo al que se unirá el PP de cara a la ciudadanía.