Las grabaciones del exministro José Luis Ábalos y su asesor en Transportes Koldo García, en las que hablaban de mujeres como si fueran mercancía, en las que charlaban de sus citas con prostitutas, han provocado un asco infinito en el PSOE y ofendido más aún al sector feminista. Por eso Pedro Sánchez era consciente de que tenía que tocar sus normas internas para castigar con severidad a los puteros que haya en el partido. Y se hará. Se reformará el código ético para que se considere una falta muy grave "solicitar, aceptar u obtener un acto sexual de una persona a cambio de una remuneración", y se pueda penalizar hasta con la expulsión del partido.

(Noticia en ampliación)