El punto de inflexión de la legislatura era este. El doble pleno en el Congreso que debe superar este miércoles Pedro Sánchez. Por la mañana, la prueba más dura, la que realmente dará la nota de la jornada, sus explicaciones ante la Cámara baja del caso de presunta corrupción que mantiene a sus dos últimos secretarios de Organización del PSOE imputados, José Luis Ábalos y Santos Cerdán —este, en prisión desde hace más de una semana—, y su plan de medidas para intentar atajar la crisis y amarrar la confianza de sus socios. Por la tarde, la comparecencia del presidente por las tres cumbres internacionales que ha encadenado desde finales de junio. El Ejecutivo es consciente de que se juega "mucho" en la sesión de este 9 de julio, pero confía en superar el examen. Cree que tanto Sumar, el partido con el que el presidente gobierna, como el resto de aliados parlamentarios se alinearán, aunque con críticas, con él. Porque la "alternativa" de PP y Vox es, para ellos, infinitamente peor.

Sánchez superó el pasado sábado la primera pantalla, la de su partido. Logró el cierre de filas en el comité federal con las únicas voces críticas de Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, que le pidió una cuestión de confianza o elecciones anticipadas, y de Miriam Andrés, alcaldesa de Palencia, que deslizó que él no debería ser el candidato en las próximas generales. El debate fue largo —ocho horas, un tiempo que no se veía desde 2016, cuando fue defenestrado por la aristocracia del partido—, duro, por el momento crítico. Pero no especialmente hostil, aunque recibió ciertos avisos de dirigentes que no le cuestionan. Pero el presidente, el PSOE y su Ejecutivo sabían que la batalla siguiente, la de este miércoles, era la fundamental, porque de la respuesta de los socios penderá el rumbo de una legislatura ya de suyo muy complicada.

Y, para convencerles, Sánchez, arropado por todos los ministros de su Gobierno, llevará al pleno del Congreso un paquete de medidas anticorrupción "muy potente", según lo definió el lunes el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, uno de los dirigentes de su mayor confianza. En la misma línea caminó este martes la portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría: "Las medidas que va a plantear el Gobierno van a ser medidas contundentes, va a ser un paquete importante de medidas [...]. Evidentemente, una parte muy importante de ellas recoge lo que los grupos parlamentarios nos han ido trasladando durante estas semanas de encuentros que hemos tenido con todos ellos".

Ni en público ni en privado la Moncloa ha querido adelantar cuáles serán las iniciativas que vertebrarán la hoja de ruta que el presidente desplegará a partir de las 9 horas en la Cámara baja, precisamente por "respeto" a los grupos. Lo que sí se da por hecho es que Sánchez asumirá dos propuestas muy demandadas por sus socios: el endurecimiento de las penas por delitos de corrupción y más garantías para que las empresas corruptoras no puedan volver a contratar con la Administración pública.

"Con Sumar hablamos todos los días"

Dicho de otro modo, se plantearán medidas en tres frentes de actuación: en las empresas, en las instituciones y en los partidos, con la intención de cubrir "todos los flancos necesarios para impedir que germine la corrupción". O, como resumió el portavoz parlamentario socialista, Patxi López, se actuará "contra los corruptos y los corruptores". Alegría sostuvo que "una parte importante" de las iniciativas recogerán las propuestas que los grupos le hicieron a Sánchez en la ronda de encuentros que tuvo con ellos tras el estallido del caso Cerdán, y esa precisión era relevante, porque los socios han venido acusando al Ejecutivo de no tenerles suficientemente en cuenta. Sumar, de hecho, fue elevando el tono en los últimos días, advirtiendo al presidente de que tenía que reaccionar, lanzar señales de que se dispone al "reseteo" de la legislatura.

"Con nuestro socio hablamos todos los días, es nuestro socio de gobierno, y por tanto la comunicación es constante. Ellos nos trasladaron la necesidad y la importancia de avanzar en medidas importantes y las medidas que este miércoles planteará el presidente van a recoger, como no puede ser de otra manera, las propuestas que nos ha realizado Sumar y otros grupos", se limitó a expresar Alegría en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este martes. La comparecencia del jefe del Ejecutivo demostrará su "determinación" para acabar con la corrupción y las medidas que anuncie "reconfortarán" a los socios de investidura y a la ciudadanía, convino la nueva portavoz socialista, Montse Mínguez, en una entrevista en La hora de La 1, en Televisión Española.

El presidente es consciente de que "se juega mucho" en el pleno de este 9 de julio, admiten en su equipo. "Pero llevamos con esa sensación muchas semanas. Y no tenemos la sensación de perder un partido", añaden las mismas fuentes. La razón es obvia: en la Moncloa se sienten seguros del apoyo de los socios. Asumen que Sánchez recibirá críticas muy rotundas, pero creen que los grupos no irán más allá. En otras palabras, que no le pedirán ni su dimisión, ni elecciones anticipadas, ni tan siquiera una cuestión de confianza.