Si el modelo de financiación singular catalana ha puesto en pie de guerra a muchos territorios, sobre todo aquellos gobernados por el PP, pero no sólo, en Andalucía se vive con especial intensidad. A nadie se le escapa una ausencia significativa en la reunión bilateral Gobierno-Generalitat a la hora de hablar, precisamente, de impuestos, recaudación, Agencia Tributaria, reparto de los dineros y de una supuesta solidaridad a la carta. Y esa ausencia es la de la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, a la que, en puridad, le hubiera correspondido presidir esa cita en nombre del Ejecutivo central y no hacerlo descansar en el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres.

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El problema de Montero es que, además de vicepresidenta, ministra y vicesecretaria general del PSOE, es la líder de los socialistas andaluces y candidata a la presidencia de la Junta de Andalucía en confrontación con el popular Juanma Moreno. Y no parece muy buena carta de presentación negociar ahora con un territorio lo que antes negó como consejera de Hacienda del ejecutivo andaluz y más recientemente como miembro del Gobierno de Pedro Sánchez, sobre todo si esa singularidad catalana afecta a las arcas andaluzas. Moncloa y Hacienda aducen que Montero no forma parte de la bilateral y, al tiempo, que estaba su número dos, Jesús Gascón, pero hasta el propio líder de ERC, Oriol Junqueras, pidió su presencia ya que lo tratado forma parte plena de sus competencias.

Así, a un año de las elecciones autonómicas -se maneja el mes de junio de 2026 para convocar a los ciudadanos ante las urnas- este asunto hace un boquete de consideración en la línea de flotación de la campaña electoral de la dirigente socialista. La portavoz y consejera de Hacienda de la Junta de Andalucía, Carolina España, se apresuró ayer a poner el foco sobre Montero, al exhortarla a defender "la igualdad de todos los españoles" o "marcharse". "Es una compra de votos para que el señor Illa pueda seguir siendo presidente de la Generalitat y para que el señor Sánchez pueda seguir siendo presidente del Gobierno".

Golpe duro a España, ideado por los independentistas y ejecutado por el dúo Sánchez-Montero", dice Moreno

Estas palabras de la consejera se vieron corroboradas más tarde por las de propio Moreno, quien a través de su cuenta en X denunció la, a su juicio, "ruptura de la igualdad entre españoles" ante el paso dado "para sacar el Estado de Cataluña". El presidente de la Junta andaluza cree que el acuerdo "es un golpe duro a España, ideado por los independentistas y ejecutado por el dúo Sánchez-Montero en extrema debilidad". Además, advirtió, "Andalucía hará valer su fuerza para combatirlo".

Desde la dirección territorial del PP admiten que este asunto les hace la campaña casi sin moverse del sitio, habida cuenta, además de la consolidación de Moreno. Nunca hubo 'efecto Montero'. De hecho, el llamado CIS andaluz, esto es, el Centro de Estudios Andaluces (Centra), la situó el pasado mes de marzo por debajo de su antecesor, Juan Espadas, al tiempo que reafirmaba la mayoría absoluta de los populares aunque con 1,3 puntos menos que el sondeo anterior. Situaba a la vicepresidenta en una horquilla de entre 25 y 28 escaños, por debajo de los 30 de Espadas, con un poco más de conocimiento que el actual portavoz socialista en el Senado, pero con peor valoración.

Nuevo barómetro del CIS andaluz

Este mes se conocerá un nuevo barómetro del Centra que, aunque no recoge el acuerdo para la financiación de Cataluña pactado este lunes, creen en el PP que les será muy favorable. Andalucía es clave para Alberto Núñez Feijóo. También lo es Castilla y León, con elecciones a principios del año que viene, pero el poder simbólico de Andalucía para los socialistas hace que el triunfo de Moreno sea mucho más doloroso para ellos.

Esta es una de las derivadas de un acuerdo que ha puesto en pie de guerra a los territorios. Los populares, cuyos barones autonómicos han rechazado de plano el acuerdo bilateral, confían en que se sumen a esa posición los socialistas Emiliano García Page y Adrián Barbón, presidentes de los ejecutivos de Castilla-La Mancha y Asturias, respectivamente. De hecho, en el PP de Galicia recuerdan que el asturiano ya se alineó a Alfonso Rueda y a Alfonso Fernández Mañueco el pasado mes de mayo al defender en un acto organizado por Prensa Ibérica que en la financiación «no hay un componente ideológico sino territorial».

Declaración de Santiago

Del mismo modo los tres se reafirmaron en la llamada Declaración de Santiago, de 2021, siendo Feijóo presidente de la Xunta. Ahí se unieron presidentes de uno y otro signo político, además de Feijóo y de Mañueco, estaban los socialistas Barbón, Page, Javier Lambán (Aragón), Concha Andreu (La Rioja) y Guillermo Fernández Vara (Extremadura), además de Miguel Ángel Revilla (Cantabria). Les unía la preocupación por la dispersión, la España vaciada y la media de edad de sus ciudadanos como datos a tener en cuenta a la hora de renovar el actual y caducado modelo de financiación autonómica.

Desde Galicia advierten que "estamos cambiando piezas fundamentales de la construcción del Estado sin los consensos que se requieren, tanto en las Cortes, porque requieren un amplio consenso, como entre los territorios y eso es especialmente grave", tras negarse a aceptar cualquier trato de favor a Cataluña.

A ese rechazo se han sumado el aragonés Jorge Azcón y el murciano Fernando López Miras, y ha sido especialmente dura la madrileña Isabel Díaz Ayuso. Génova muestra un frente totalmente monolítico. Sobre los siguientes pasos queda por saber la concreción del acuerdo con la Generalitat para acudir a los tribunales. Y respecto a la posibilidad de volver a sacar a los ciudadanos a la calle, todavía no se ha debatido al respecto, aseguran fuentes populares.

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