El PP ha venido insistiendo en los últimos días en que Alberto Núñez Feijóo nada tiene que ver con el caso Montoro, porque no lo eligió para ningún cargo, porque él es un político con "trazabilidad" que en sus 30 años de política no ha nombrado "a nadie que esté metido en un supuesto de corrupción". Pero los socialistas no van a rebajar la presión en ningún caso. Ni quieren que se asiente la idea de que el extitular de Hacienda Cristóbal Montoro es cosa del pasado del PP. La afirmación que una y otra vez repitió este lunes la portavoz de la dirección del PSOE, Montse Mínguez, es que el exministro de José María Aznar y Mariano Rajoy "claro que es presente" de los populares y de su líder, porque, entre otras razones, él, Montoro, es el "hilo invisible" que les une y porque la política fiscal del PP en el Ejecutivo antes y ahora en la oposición es la "misma", "insolidaria e injusta", ya que busca "exprimir a una mayoría social para beneficiar a una minoría".

Para Ferraz, la investigación que sigue el titular del juzgado de instrucción número 2 de Tarragona, Rubén Rus, puede ser la trama "más grave de corrupción" que ha habido en España si la acaba confirmando la Justicia, porque viene a ratificar una "corrupción sistémica" con el PP, instalada en las entrañas del Estado, en Hacienda y también —con la policía patriótica y la Kitchen— en Interior. En este caso, que los socialistas llaman "la Kitchen fiscal", se trataría de "minar los ingresos del Estado" para "beneficiar a los más poderosos", porque el PP llegó a "poner a la venta el BOE", dado que las empresas que querían ver reducida su factura fiscal tenían que acudir a Equipo Económico, el bufete fundado por Montoro en 2006 y del que salió dos años más tarde, porque era la vía rápida y eficaz para lograr cambios legislativos. Pero es que además operó supuestamente un tinglado que traficaba con información fiscal muy valiosa que el exministro utilizaba para "amenazar" a periodistas, artistas o rivales políticos, del PP o de otros partidos.

(Noticia en ampliación)