La Guardia Civil y la Policía Nacional han desarticulado una organización dedicada a captar mujeres para explotarlas sexualmente en un piso de Gandia (Valencia), donde eran obligadas a trabajar "las 24 horas todos los días de la semana, sin descansos, y a consumir droga con los clientes si estos lo pedían".
Según un comunicado conjunto de la Guardia Civil y la Policía Nacional, las víctimas, en situación de vulnerabilidad y en condiciones de precariedad económica, eran captadas en su país de origen por parte de colaboradores de la organización criminal, que servían como enlace para esa primera captación para su posterior traslado y explotación sexual en España.
Según informa EFE, también captaban a mujeres ya residentes en España, colombianas y venezolanas, ofreciéndoles “plaza” en el piso donde, posteriormente, eran obligadas a ejercer la prostitución.
Durante la investigación se han podido identificar a un total de 38 potenciales víctimas, de las cuales seis ya han sido identificadas y han prestado declaración como testigos protegidos.
En la operación se han detenido a siete personas, seis hombres y una mujer, y se han realizado siete registros, cuatro en domicilios particulares, uno en el piso donde se explotaba sexualmente a las mujeres y dos en talleres mecánicos.
La investigación policial se inició a raíz de la denuncia el año pasado de una mujer que manifestó haber sido víctima de una organización dedicada a la trata de seres humanos con fines de explotación sexual en Gandia, y se descubrió que los miembros de la organización pretendían expandir su actividad y poner en funcionamiento nuevos pisos de prostitución en la misma localidad.
Los investigados de origen colombiano, una pareja, eran los encargados de la captación de las mujeres desde el país de origen, con quienes el encargado realizaba una videollamada posterior "para cerciorarse de que cumplía ciertos requisitos para el ejercicio de la prostitución" y les prometían que ganarían altas cantidades de dinero.
Las víctimas, desde el mismo día en el que llegaban al piso, eran obligadas a trabajar las 24 horas todos los días de la semana, sin descansos, y no podían negarse a atender a los clientes o a la práctica de ciertos servicios sexuales.
En el supuesto de que un cliente solicitara los servicios sexuales fuera del piso, uno de los investigados era el responsable de desplazar a la mujer hasta el lugar concretado y, una vez finalizado el tiempo pactado por el cliente, era devuelta al piso, de manera que controlaban cualquier desplazamiento de las mujeres.
Las víctimas eran obligadas a consumir sustancias estupefacientes (cocaína o tusi) con los clientes si estos lo solicitaban, y los investigados también ofertaban entre los clientes que lo solicitaran potenciadores sexuales, como sildonafil o viagra.
Investigación de blanqueo
La Policía y la Guardia Civil afirman que la organización estaría realizando transacciones financieras de dudosa procedencia, haciendo uso de monederos virtuales de criptomonedas, y derivando el dinero obtenido de la actividad a ilícita a otros países como Bulgaria, donde estarían adquiriendo bienes muebles e inmuebles.
De igual forma, figuraban en situación de alta como autónomos en diferentes actividades laborales, aparentemente lícitas, como talleres mecánicos, destinados también a blanquear los beneficios obtenidos de la prostitución.
Los hombres detenidos tienen entre 35 y 54 años y nacionalidades búlgara y rumana, y la mujer tiene 20 años y nacionalidad colombiana. Se les atribuyen los delitos de organización criminal dedicada a la trata de seres humanos con fines de explotación sexual y aparejada a blanqueo de capitales, tráfico de drogas, detención ilegal, relativos a la prostitución y contra los ciudadanos extranjeros.
En los registros se han intervenido 15.870 euros en efectivo, 14 teléfonos móviles, una cámara de videovigilancia, una microsd, libretas de anotaciones y documentación incriminatoria relativa a los delitos investigados, billetes de tren, dos relojes, billetes de moneda colombianos, venezolanos y búlgaros, un ordenador portátil, 11 coches, y sustancias estupefacientes (32 gramos de cocaína y 15 monodosis de tusi), además de 250 pastillas de sildenafil (viagra) y otras sustancias anabolizantes y material de inyección.
La investigación ha sido llevada a cabo por agentes del Emume de la Guardia Civil (Equipo Mujer Menor) junto con el Grupo I de la Brigada Central Contra la Trata de Seres Humanos (BCTSH) de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras y el Grupo I de la UCRIF de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Málaga, Policía Nacional.
Las diligencias fueron entregadas en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Gandia (Valencia)
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