La propuesta de pacto de Estado contra la emergencia climática lanzada este domingo por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y reiterada en su visita a Jumilla (Cáceres) este martes, sigue siendo una "cortina de humo" para el PP, de quien depende que ese acuerdo sea global al ser el principal partido de la oposición y quien mayor voto obtuvo en las pasadas generales. Sobre todo, por el momento en el que llega: en plena crisis de quema forestal, tras días de ausencia de Sánchez y cuando toca sofocar los incendios y no cuentan, dicen, con los materiales adecuados en Galicia, Castilla y León y Extremadura, donde gobiernan. Con todo, dejan abierta la posibilidad de dialogar sobre ese plan posteriormente. Una vez superada la situación.

La pugna entre populares y Gobierno se está focalizando en la disposición de medios y en las responsabilidades. Algo que ya pasó con la DANA de Valencia. Moncloa, con la legislación en la mano, reprocha a las administraciones regionales la falta de planificación e inversión en la prevención de incendios, de las que son competentes, así como de la extinción mientras que el nivel de emergencia sea de 1 o 2 y no se pida a Interior elevarlo a nivel 3 para asumir el control. Los socialistas, aunque a través del Ministerio tienen la competencia para tomar el mando, insisten en que debe partir de las comunidades.

Desde el PP nacional —algo que replican barones como Alfonso Fernández Mañueco o Alfonso Rueda—, creen que no supondría cambios elevar la emergencia porque los medios estatales están en máximos. Priorizan la proximidad y el conocimiento sobre el terreno que se sacrificaría con ese nivel 3. Aunque tampoco se fían de dar el mando a Fernando Grande-Marlaska y en tener que reportarle.

Insisten, por ello, en que, ante la gravedad de la situación el Gobierno tiene que garantizar más medios. Se centran en la petición de efectivos militares que faciliten el apoyo logístico y niegan que se hayan sumado nuevos en los últimos días. En cambio, la ministra de Defensa, Margarita Robles, acredita que todos los medios están ya llegando a las autonomías. Brigadistas nacionales para ese respaldo logístico, equipos europeos enviados a través de Protección Civil, y también la UME, que es la única que está capacitada para hacer frente al fuego. El PP reitera que hay más: desde bulldozers hasta cisternas para ayudar a la extinción. Fuentes socialistas aseguran que toda gestión lleva tiempo hasta la incorporación.

Sin embargo, y mientras Sánchez reclama coordinación conjunta e insiste en su propuesta de pacto de Estado, los populares mantienen posiciones. "5 días pidiendo reforzar a las Fuerzas Armadas y la mayoría de lo pedido no ha llegado. 5 años sin aprobar un Mecanismo Nacional de Respuesta de Protección Civil. Los fondos de prevención sin invertir. El deber de Sánchez es prestar socorro, no escatimar e improvisar siempre", escribió Alberto Núñez Feijóo en X coincidiendo con la visita de Sánchez a Jumilla, donde anunció ayudas económicas para las zonas afectadas.

Sin un área medioambiental oficialmente definida, tras la incorporación a la de Economía de Alberto Nadal de la vicesecretaría de Desarrollo Sostenible que pilotaba hasta julio Paloma Martín, los populares dieron protagonismo este martes al responsable de Emergencias e Interior del PP, Antonio Sanz [figuras como Rafael García gestionan la secretaría de Biodiversidad]. "Todavía queda mucho para terminar de extinguir los incendios, no es el momento de anuncios ni de fotos. Es el momento de aportar el máximo de medios posibles", dijo el también consejero de la presidencia andaluz.

Además de aludir a esa demanda de medios, Sanz se refirió a la propuesta de Sánchez. Rebajó el tono respecto a la portavoz de su partido en el Congreso, Ester Muñoz, 24 horas antes. No repudió ese contenido, pero sí el momento elegido. La leonesa, en rueda de prensa desde Génova, desdeñó la propuesta. Primero, señaló que Sánchez busca "ideologizar" con el asunto. Dar la sensación de que se mueve tras días ausente, añadió. Mencionó que el plan es como proponer "un pacto por los océanos ante un tsunami". Y para desviar el asunto hizo hincapié en que la mayor parte de los incendios los provoca la mano del hombre.

La posición del PP sorprendió este lunes. Más por existir un precedente en las Cortes Generales, cuando en septiembre de 2024 todas las fuerzas salvo Vox se comprometió con la necesidad de luchar contra la emergencia climática mencionando cuestiones como los incendios forestales. Se trata de una declaración saliente de una jornada científica en el Congreso por parte de Mandato por el Clima, promovida por el Observatorio de Sostenibilidad y por la confederación internacional Oxfam. Los objetivos son similares a lo escasamente adelantado por Sánchez en su anuncio: anticipación, adaptación, coordinación institucional y de la sociedad civil y garantía de medios.

En conversaciones con El Independiente, ante la pregunta de si ha habido un cambio de criterio respecto a septiembre de 2024, fuentes nacionales del PP aseguran que el compromiso climático —sin dogmatismos ni negacionismo, como se recoge en su ponencia o como Martín defendió en la firma— está intacto. Aclaran que, pese a todo, no toca ahora abordarlo.

Reafirman compromiso climático, acreditan que influye en el aumento de las temperaturas, las olas de calor y los incendios forestales. "Hay que tenerlo en cuenta para revertir los efectos". Pero creen que Sánchez busca vincularles al negacionismo de Vox por el tono duro que el PP viene sosteniendo, al igual que con la inmigración. Reprochan que Sánchez ya lanzó una propuesta similar que quedó en nada hace tres años y que busca desviar la atención de las reclamaciones de "medios extraordinarios" que hacen las administraciones del PP.

En vista a ese compromiso, y consultado por si tomarían en consideración la propuesta del Gobierno una vez se supere la crisis de incendios, de cara al próximo verano, desde Génova sentencian: "Analizaremos una propuesta firme". Dependerá de si ésta vez se va "más allá de un anuncio vacío". "Cuando toque, y si presentan algo, lo analizaremos. Ahora, toca apagar los fuegos y dejar de distraer a la gente", afirman en el PP. El de un pacto de Estado por el clima es el principal objetivo de las asociaciones ecologistas desde al menos el último lustro. Aspiran a que esa declaración firmada se encamine hacia ello.

El PP insisten en la acción del hombre

Para evitar por ahora el marco climático, en un momento en el que coincide con el auge de Vox en los sondeos que viene arrastrando desde julio, el PP hace hincapié en que la principal causa de los incendios actuales es la mano del hombre. Los populares mencionan un informe de Transición Ecológica en el que se menciona que el 90% son productos de la intervención humana. Aunque este dato en grueso es más complejo. Lo explica la última memoria de la Fiscalía General del Estado de 2024.

Aunque se determina que en la mayoría el hombre ha intervenido, no es lo mismo un incendio por negligencia que intencionado. Los últimos datos de 2023 reflejan que el 68% de ellos fueron por negligencia, es decir, por descuidos de la actividad humana como puede ser una barbacoa o labores agrícolas con maquinaria que genera un cortocircuito. El 19% de ese 90% total se refiere a los fuegos intencionados. Pero no todos se deben a pirómanos, también a ciudadanos que realizan quemas controladas sobre el terreno que acaban descontrolándose por esas condiciones climáticas extremas o la desatención forestal por la despoblación, la reducción de la agricultura y la ganadería, y por la desatención de la administración en la prevención. El 10% restante tiene que ver con la propia naturaleza, como los rayos, o las reproducciones de otros fuegos o "causas desconocidas".

Pese a todo, desde Transición Ecológica insisten en que en la vivacidad y el impacto al alza de los incendios tiene mucho que ver las condiciones climáticas cada vez más extremas.

Además de esos factores hay que destacar la reducción en un 51% desde 2009 en la inversión de la prevención de incendios mediante limpieza de montes, infraestructuras, personal y material. Así lo indica la Asociación Nacional de Empresas Forestales (ASEMFO). Se ha descendido del 364,17 millones de euros hasta los 175,8 en 2022. En contraste, el presupuesto para la extinción se mantiene similar. El último registro, el peor sin contar el actual, se empleó 417 millones de euros, casi lo mismo que en 2009. Cada euro que no se invierte en prevención se multiplica por diez en labores de extinción.

Pormenorizado, y según datos de la misma entidad, en Castilla y León el presupuesto de 2022 para la prevención bajó desde 2009 en un 86%, de diez a un millón y medio de euros. Tras un descenso en los años de la crisis, Galicia y Extremadura han ido subiendo la inversión hasta recuperar casi las cifras previas o superarlas, caso de los segundos. Uno de los casos más significativos es Andalucía, que ha pasado de 110 a 35 millones tras varios altibajos. El punto más drástico han sido los 7,4 millones de 2015.