El arranque del curso político nacional comenzaba este lunes. Pero no en Madrid. Ni tan siquiera en Barcelona. Lo hará este martes en Bruselas. Un inicio que quedará resumido en una foto, la del president de la Generalitat, Salvador Illa, con el expresident catalán y líder de Junts, Carles Puigdemont. La imagen que este lunes anunciaba a primera hora el Govern y que desde el primer minuto tenía una derivada obvia, una reverberación más potente aún en la Moncloa. Porque la cita de Illa, de enorme calado político por cuanto supone un primer y decisivo paso hacia la rehabilitación política e institucional de Puigdemont, puede ayudar a Pedro Sánchez a sacar adelante sus Presupuestos Generales del Estado.
Es lo que, de hecho, cree el Gobierno. Pero no se llama a engaño: en el Ejecutivo también son conscientes de que con los posconvergentes nunca nada está asegurado hasta el final. Así que el encuentro de este martes puede engrasar el camino hacia las que serían las primeras cuentas públicas de la legislatura, pero por sí mismo no garantiza nada. Y lo que también ya adelanta la Moncloa es que a la entrevista del líder socialista catalán no seguirá otra del presidente con Puigdemont: esa reunión se producirá, no se descarta —nunca se ha hecho—, pero no está programada ni se prevé inminente.
Desde el Govern señalan que la reunión tiene lugar "en el momento en que el TC ha avalado la ley de amnistía" y recuerdan que el 'president' ha pedido que se haga efectiva. Pero hasta ahora recelaba de un encuentro con el líder de Junts
El encuentro de Illa y Puigdemont, según informaron fuentes oficiales de la Generalitat, tendrá lugar este martes, 2 de septiembre, a las 16.15 horas, en la Delegación del Govern en la Unión Europea, en Bruselas. Será a puerta cerrada. "Por descontado" que la reunión cuenta con el visto bueno de Sánchez, tal y confirmaron desde la Moncloa. No era novedad: ambos líderes tienen sintonía personal y política, actúan de manera coordinada y sus estrategias son meditadas y compartidas. Illa es el segundo dirigente socialista con más poder de todo el país, y es una persona de la máxima confianza del jefe del Ejecutivo. De hecho, ambos veranearon juntos este pasado agosto en Lanzarote. Como precisaron fuentes del Govern, la cita tiene lugar "en el momento que el Tribunal Constitucional ha avalado la ley de amnistía". "Como ha expresado en varias ocasiones, el president desea que en este curso político la ley de amnistía se haga efectiva plenamente y para todo el mundo. Illa", completaron, "prioriza el diálogo y la colaboración institucional con todos los actores políticos de Cataluña". Lo cierto es que hasta ahora el president recelaba de una reunión con el líder de los posconvergentes porque consideraba que este buscaba hacer ver que sigue al frente del Govern. Entendía por eso que tenía que ir con "mucho cuidado", ilustran en su entorno, de modo que el hecho de que la cita se produzca lanza el mensaje de que hay avances en las conversaciones.
En el Ejecutivo central enmarcaron el encuentro del president con el jefe de Junts desde la normalidad, como "un paso para la normalización", como un reconocimiento. Pero advirtieron de que no es el prólogo de la negociación de los Presupuestos Generales del Estado. Sí admitieron en la Moncloa que aunque los posconvergentes son imprevisibles, esta cita puede "ayudar" a las conversaciones sobre las cuentas públicas de 2026. Es decir, que la cita de este martes engrasa, pero no desbloquea por completo los PGE del próximo año, que Sánchez se comprometió en julio a presentar. Eso sí, entonces no aclaró la clave: si está dispuesto a llevarlos al Congreso sin los apoyos amarrados, con el riesgo de que puedan ser tumbados. Probablemente sea una de las preguntas a las que se enfrente este lunes por la noche en su primera entrevista en un medio de comunicación español en un año, esta vez en el Telediario 2 de Televisión Española, al frente del cual regresa justo esta noche la periodista Pepa Bueno tras cerrar su etapa como directora de El País.
En la Moncloa siempre han defendido que no tendría sentido regalar a Puigdemont una foto con Sánchez sin tener amarrado antes un hito en la legislatura, como serían los propios Presupuestos
Para el Gobierno, todas las reuniones que se produzcan con los actores políticos dentro del marco democrático son positivas y caminan hacia la normalización. Pero eso no quiere decir que Sánchez vaya a tener un encuentro próximo con Puigdemont. Sigue sin estar previsto, precisaron desde su equipo. El presidente ya había anticipado desde antes incluso de la aprobación de la ley de amnistía que no tendría problema en verse con el expresident, pero lo cierto es que ese despacho no se ha producido y en su entorno han venido señalando que no tendría sentido que se produjera esa foto sin tener amarrados, por ejemplo, los Presupuestos, la ley que en principio le garantizaría arribar al final de legislatura.
Las difíciles condiciones de Podemos
En el Ejecutivo destacan tanto la importancia de la reunión de Illa como el hecho de que este martes el Consejo de Ministros apruebe el proyecto de ley para la condonación de la deuda de las comunidades autónomas por un montante de 83.000 millones de euros. Un compromiso que los socialistas adquirieron con ERC para la investidura de Sánchez hace casi dos años y que ya fue aprobado por el Consejo de Política Fiscal y Financiera en febrero con el rechazo de los gobiernos autonómicos del PP. Ahora queda toda la tramitación parlamentaria, pero en principio parece asegurada. En Hacienda siguen dando por seguro que aunque los populares rechacen el proyecto, al final sus CCAA acabarán adhiriéndose al mecanismo, porque al final les sale gratis y les permite el ahorro de los intereses de su deuda.
El Gobierno confiere mucha importancia también a la aprobación, este martes, del proyecto de ley de quita de la deuda, porque así salda un compromiso de investidura con otro de sus socios, ERC. Pero quienes están poniendo más obstáculos son los morados
El cumplimiento del compromiso con ERC hace prever al Gobierno que será más fácil convencer a Oriol Junqueras a que dé su sí a los Presupuestos, aunque este lo condiciona a los avances en la financiación singular catalana, una carpeta muy delicada para la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, que tendrá que abandonar el Gobierno para volcarse en su candidatura autonómica en cuanto el presidente de la Junta, Juanma Moreno, convoque las elecciones. Pero el obstáculo más potente que aprecian distintos miembros del Gabinete no es tanto ERC, ni siquiera Junts. Es más Podemos, que este lunes volvió a recordar cuáles son sus exigencias para los PGE: romper relaciones diplomáticas y comerciales con Israel, decretar el embargo total de compraventa de armas con ese "Estado terrorista", bajar por ley un 40% el precio de alquileres o revertir todo incremento del gasto militar, según reiteró Pablo Fernández, secretario de Organización y coportavoz de los morados, informa Europa Press.
El Ejecutivo da a entender que las conversaciones con los grupos para unas nuevas cuentas públicas ya han comenzado. El primer hito, en cualquier caso, es la aprobación de la senda de estabilidad, que podría llegar a las Cortes este mes. Lo que se descarta es que se tramiten a la vez los objetivos de déficit y deuda y las cuentas del Estado, porque estas se montan a partir de los primeros, de la senda.
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1 Comentarios
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hace 19 minutos
Se puede caer mas bajo?? a una reunión de un SANCHEpinocho con un delincuente profugo de la justicia se le da signo institucional??