La coincidencia del voto entre PP, Vox y Junts no supone novedad alguna en esta legislatura. Las tres derechas, la moderada, la ultraconservadora y la independentista han sido un freno para el Gobierno de Pedro Sánchez sobre todo en cuestiones económicas. Esta semana, de hecho, los neoconvergentes se abstuvieron a una iniciativa de los populares en el Congreso para pedir una revisión "a la baja" de los impuestos. Fue mismo miércoles en el que Junts alertó a Pedro Sánchez de nuevo, tras advertirle en julio de estar en una "prórroga", de que su "hora" se agota.
Solo 48 horas después ese toque de atención a Sánchez, que era rebajado por los socialistas en los pasillos del hemiciclo pero que sorprendía a otros socios por el tono, los de Carlos Puigdemont confirmaron la apertura a ese "otoño caliente" del que advirtieron al inicio del curso político. El lunes el catalán reunirá a su Ejecutiva en Perpiñán (Francia) -al no poder pisar territorio nacional- para debatir si ha llegado el momento de dejar de dar apoyo a Sánchez y exigir elecciones generales. Además, se anunció la noche del viernes que consultarán sobre ello a sus bases. El cabreo está extendido entre los afiliados, pero también entre los alcaldes de Junts y algunos de los sectores más relevantes de la formación. Creen que se han instalado en un bloqueo con el PSOE, que no hay avances mientras pasa el tiempo y que, mientras tanto, Aliança Catalana les come la tostada a amplios pasos en sus feudos municipales y en la autonomía.
De ahí el cambio de discurso de la portavoz parlamentaria Mìriam Nogueras frente a Sánchez en la sesión de control al Gobierno del miércoles. "La gente está hasta las narices de que su dinero vaya a pagar financiación ilegal de partidos [insinuó ese caso en el PSOE con el último informe de la UCO sobre la mesa], o la prostitución", dijo. "Luego dirán que viene la derecha y es culpa nuestra, quizás hay que dejar de hablar del cambio de hora y empezar a hablar de la hora del cambio". La consulta probablemente enfocará a la dirección de Junts hacia la ruptura con Sánchez por ser más dura esa base, y ahí sale a relucir la "moción de censura instrumental" que los de Puigdemont aludieron hace dos semanas. Sobre todo si Sánchez se niega a convocar generales en un intento de reconducir la situación.
Por sí mismo, los siete diputados de Junts no pueden presentar en solitario una moción, para la que se necesita una décima parte de los escaños del Congreso -35 diputados-. Por lo que requeriría directamente del PP. Tampoco Vox podría, que se abre en privado a explorar alternativas.
Vox observa con atención los movimientos de Junts. La competencia electoral con el PP no les impedirá respaldar una moción con Feijóo al frente si con ello sale Sánchez
Los de Alberto Núñez Feijóo vienen sondeando a los socios del Gobierno esporádicamente desde 2024. Especialmente a raíz de cada nueva oleada sobre las investigaciones por presunta corrupción que rodean al entorno de Sánchez y al PSOE, a tener "dignidad", dejar de respaldar al Ejecutivo, y ayudar a un adelanto electoral. La última en septiembre. Ni Junts ni PNV, los potenciales aliados desde el punto de vista ideológico, se han posicionado a favor. Pero recientemente ha habido un cambio en el parecer de los neoconvergentes, algo que desde Vox observan con atención. Incluso desde su dirección se afirma estar en disposición de dar apoyo a una moción si Junts y el PP dan el paso.
Vox, en el sí a la moción si es instrumental
Sobre la moción, Vox se pronunció públicamente este viernes a través de su portavoz parlamentaria Pepa Millán. Consideró que la presión escenificada se trata de una "maniobra electoral" de Junts por su "necesidad" de "estar en el candelero" por los "graves problemas con su electorado", en referencia a la rivalidad de Junts con Aliança. Aseguró que no se contribuirá a "engordar el relato mediático" de un "partido independentista" liderado por un "prófugo de la justicia". Pero en privado, desde Vox se ahonda en el asunto.
En conversaciones con El Independiente, fuentes nacionales del partido de Santiago Abascal aseguran que respaldarían cualquier moción de censura cuyo único objetivo fuese la convocatoria inmediata de elecciones generales. Independientemente de si está sostenida o no en Junts o si nace de una demanda directa de ellos al PP tras romper lazos con Sánchez. Cualquier moción con otro contenido u objetivo "sería un fraude bajo nuestro punto de vista", destacan. Insisten, en definitiva, en los términos sugeridos hace exactamente un año.
En plena guerra con el PP por cuestiones como la inmigración o una acusación de estar haciendo pinza contra Feijóo junto a Sánchez; y con vetos para aprobar los presupuestos regionales en Aragón, la dificultad para llegar a un consenso en Baleares o el rechazo, con enmienda a la totalidad de por medio, en Extremadura, lo que precipita el adelanto electoral allí, Vox asegura no tener el mínimo inconveniente en que el dirigente popular fuese el candidato de esa moción instrumental de presentarse. Insisten: "Si es para convocar elecciones". Desligan ese choque con Génova y la competencia electoral de ese hipotético trámite. Preguntados por alguna sugerencia en el caso de requerirse una figura de la sociedad civil, en Vox no se mojan.
En Junts empieza a sonar como propuesta Miquel Roca, ex de CiU y padre constitucional. Pero los neoconvergentes aseguran estar aún lejos de cualquier moción a expensas de lo que pase el lunes
El candidato "da igual", dicen, recordando que las dos mociones presentadas -tenían 52 escaños- la legislatura pasada contra Sánchez con opciones variadas. La primera, en octubre de 2020, la encabezó el propio Abascal. La segunda, en marzo de 2023, con el excomunista Manuel Tamames como candidato "de consenso". Ambas fracasaron. El PP rechazó la de Abascal, dejando esa moción con el menor apoyo de la democracia, y se abstuvo en la última. Aunque en el grupo parlamentario, fuentes consultadas discrepan en cierto modo. Si bien recalcan que la posición la debe fijar la dirección, creen que el candidato "es importante". "No pretendemos que sea un candidato que nos guste, pero sería deseable que fuese uno que no nos produjera arcadas", apuntan en referencia a Feijóo.
Feijóo, el problema entre Junts y el PP
Frente a Vox, Junts si pretende que una hipotética moción de censura instrumental sea a través de un candidato de la sociedad civil y no con Feijóo, para no dar sensación de acercamiento al PP. Hay quien apuesta dentro de Junts, de hecho, por dar el paso con Miquel Roca, ex de CiU y uno de los padres de la Constitución. Pero los populares se negarían a cualquier posibilidad que no pase por el gallego, algo que le permitiría ir a campaña electoral con el papel de presidente del Gobierno en funciones y habiendo conseguido sacar de Moncloa a Sánchez.
Ahora bien, para fuentes de Génova este escenario es "política ficción" y creen que Junts no se moverá hacia ella. Apuntan a que se quiere llamar la atención del PSOE. Otras voces de alto grado en el partido de Feijóo aseguran que "se puede hablar" si realmente quieren sacar a Sánchez del Gobierno.
Tras empezar el año intentando una cuestión de confianza -algo que solo puede darse si lo propone el propio presidente del Gobierno- a través de una proposición de ley que no prosperó y que suponía sembrar un precedente democrático, Junts volvió a poner sobre la mesa someter a Sánchez a una moción hace diez días. Durante una entrevista, el vicepresidente de Junts, Antoni Castellá, la contempló en el caso de que Sánchez rechace ir a elecciones si los neoconvergentes le retiran el apoyo y queda en minoría solo con Sumar y el resto de la izquierda. Desde el primer segundo se descartaba a Feijóo como candidato porque "sería de locos decir que tenemos más confianza" en él.
Para Junts sería de locos que Feijóo lidere una moción, decir que tienen más confianza en él que Sánchez
"Ahora no estamos en ello, es un escenario teórico", dijo Castellá, pero en nivel de deterioro con el PSOE y la convocatoria del lunes los acercan más a él. "No se puede descartar si la situación se encrespa tanto". Dentro de Junts no hay claridad sobre el asunto. El propio Puigdemont y su entorno más directo estaría por la labor de mantenerse apoyando a Sánchez con tiranteces, pero otras figuras como su abogado Gonzalo Boye ven un sinsentido continuar del lado del Gobierno sin avances para Cataluña mientras Sánchez avanza diariamente sin problemas hasta 2027. Otra corriente cree que debe darse un golpe sobre la mesa y priorizar la competencia ideológica con Aliança, que amenaza los feudos de poder de los neoconvergentes.
En esas estarían muchos alcaldes de Junts que temen por la sostenibilidad de sus proyectos en los principales bastiones, con los de Sílvia Orriols al alza también en la autonomía. Recientemente se reunieron con Puigdemont en Waterloo para trasladarles ese descontento por la falta de claridad del proyecto. Esa corriente crítica cree que aunque se pierda influencia en Madrid y el próximo gobierno que venga de PP y Vox no deje margen de presión, debe atenderse al poder en Cataluña. No dejar que una propuesta populista les supere. Ante eso, otros sectores alertan de lo perjudicados que pueden salir frente a opciones como el PSC si cala el relato de que Junts acaba votando con Vox para que la extrema derecha también entre a la Moncloa.
Entre los grupos parlamentarios que apoyan al Gobierno hay diversidad de opiniones. Algunos creen que Junts intenta tensionar para marcar territorio a la vez que intenta contener fugas a Aliança. Creen que no se puede permitir dar apoyo a PP y Vox: "Esto no es una votación cotidiana, supondría mucho más". Sin embargo, desde ERC se opina todo lo contrario. Aseguran que "es cuestión de tiempo" que esto suceda. Y a diferencia de lo que apuntan otros socios, afirman que a Junts "no les desgasta nada votar con Vox, no pasa nada, en Cataluña no se ve". "No interesa que se pongan de lado de Vox o que hablen como ellos. Porque ya Aliança habla así en Cataluña", recalcan fuentes republicanas.
Por ahora Junts evita hablar claramente de moción de censura a la espera de elegir qué rumbo quiere tomar en las próximas semanas. Creen que es un elemento a tener en cuenta, que se ha puesto de relieve en ocasiones, pero que lo fundamental es la reunión del lunes, de la que no se avanza nada. PP y Vox, esperan desde el banquillo una llamada por si tienen que salir a jugar.
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