La relación entre España y el Ejército Nacional Libio (LNA) penden de un hilo. O más bien, de una causa abierta en la Audiencia Nacional. Las autoridades de Bengasi, al este del país y dirigidas por el mariscal Khalifa Haftar, quieren potenciar el intercambio económico con Madrid, pero están a la espera de saber qué pasa con una investigación en las que se les tilda de "milicia".

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Como contó en exclusiva El Independiente, el Juzgado Central de Instrucción número 6 tiene sobre la mesa, desde hace dos años, una causa por la supuesta venta de material de doble uso desde España a Bengasi. Existe una pieza separada en la que la Guardia Civil investigó la compra de hasta 44 drones por parte de Libia. En realidad, sólo una pequeña parte llegó a la capital del este del país y se están usando en "tareas contra el tráfico de personas", para vigilar los cayucos que salen de Libia hacia Europa y que el gobierno de Haftar "tiene decidido combatir".

Libia es un país dividido. Existen dos Gobierno en la actualidad, uno en Tripoli y otro en Bengasi. Este último está liderado por Haftar, controla el 80% del territorio y está respaldado por la Cámara de Representantes del país. España tiene grandes intereses en la parte que está bajo el mando del LNA. Repsol tiene allí uno de sus pozos petroleros más importantes del mundo.

Detenciones

En la causa de la Audiencia Nacional se menciona a dos personas de alto nivel en el Gobierno africano, muy cercanas a Haftar y sobre todo a su hijo, el teniente general Saddam Haftar. La Guardia Civil llegó incluso a detenerlos. Las fuentes libias consultadas no entienden las razones de esta investigación, ya que siempre han mantenido buenas relaciones, tanto con la Benemérita como con el Ejército español.

El mariscal Haftar, y su hijo Saddam, que es el teniente general de mayor rango, pretenden vender una imagen positiva del país al mundo para atraer inversiones. El Independiente tiene en su poder imágenes del teniente general Haftar con destacados miembros de ejércitos de varios países de Europa, entre ellos el jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra español, el general Amador Enseñat y Berea.

Una de las personas que aparecen señaladas en el informe de la Guardia Civil, Josep Saad, ha mantenido reuniones con altos mandos de Información de la Benemérita. En una de esas fotos, aparece en un restaurante con el coronel Francisco José Vázquez. Es decir, que las relaciones a niveles militares se mantienen, pero las económicas están totalmente rotas, a excepción de Repsol.

Retención de Haftar

Además de calificar al LNA como una milicia, a pesar de las relaciones de los últimos años, a los libios les "enfadó profundamente" un hecho ocurrido en agosto de 2024. El teniente general Saddam Haftar fue retenido en un aeropuerto de Italia. Las autoridades lo hicieron porque sobre él había una alerta roja puesta por la Guardia Civil. Esto tuvo dos consecuencias.

Primero, acto seguido se cerró el principal pozo de la petrolera española en Libia. Y segundo, una reprimenda del juez. El magistrado Manuel García-Castellón, que entonces era el titular del Juzgado número 6, emitió una providencia, consultada por este periódico, en la que dejaba claro que Haftar "no está incurso en el presente procedimiento, ni se ha cursado contra su persona ninguna orden de búsqueda nacional o internacional". No está claro por qué entonces la Guardia Civil lo incluyó entre las alertas del Sistema de Información Schengen.

Ante esta situación, este mes de octubre, el mayor ejército libio decidió dar plantón a España en un encuentro militar de países africanos a gran escala que tendrá lugar en Madrid este mes. El embajador de España en LibiaJavier Soria, ha enviado recientemente una carta oficial al líder del LNA. En ella se le invitó a la tercera edición del Curso Internacional de Altos Estudios de la Defensa para oficiales superiores de países de África. Pero los de Haftar han decidido no acudir.

También ha sorprendido en Bengasi la decisión del FC Barcelona de cancelar un partido amistoso en la capital contra el Inter de Milán. El equipo catalán alegó motivos de seguridad. El Ministerio de Exteriores español recomienda a sus ciudadanos no viajar hasta el país africano. Lo curioso es que el lugar del Barça fue ocupado por el Atlético de Madrid. Las autoridades libias consultadas por este periódico aseguraron en su momento que optaron por los colchoneros para demostrar a España que "la situación de seguridad en Bengasi es buena y no como se describe" por parte del Gobierno de Pedro Sánchez.

Reconstrucción del país

El país africano está en plena reconstrucción. El objetivo de Haftar, aseguran las voces consultadas, es unificar Libia de "manera pacífica" antes de que termine el año. En la actualidad hay un plan de reconstrucción integral del territorio y de sus infraestructuras. Un bote de "90 billones de euros" del que España y sus empresas se están quedando fuera, mientras que otros socios europeos ya están tomando la delantera.

La principal empresa española en el terreno es Repsol, que cuenta allí con su principal pozo del mundo. La compañía lleva tres décadas operando y considera a Libia "prioritaria". Su producción, a finales de octubre de este año, supera los 300.000 barriles al día y espera aumentarlo en 50.000 más, según fuentes de la compañía.

Desde la energética aseguran que el país ha hecho "importantes avances en materia de seguridad y estabilidad gracias al papel crucial del Ejército Nacional Libio". El ejército de Haftar protege las instalaciones petroleras y sus operadores. Y Repsol cree que "han creado un entorno más favorable para la inversión y el crecimiento del sector energético en el país. Libia también ofrece seguridad jurídica y la relación de Repsol con las instituciones, NOC y el ministerio de Petróleo es muy buena". 

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