El Gobierno abraza las tesis y la posición del PSPV-PSOE. Quiere elecciones en la Comunidad Valenciana tras la dimisión, formalizada ayer lunes ante Les Corts, del president Carlos Mazón. Porque lo que no se merece la autonomía, cree, es que su "futuro" quede "en manos de Vox".
El Ejecutivo pone así en marcha la campaña valenciana, si es que finalmente la hay, desde la Moncloa. Y echa una mano a la secretaria general del PSPV, la ministra de Ciencia, Diana Morant, que lleva reclamando desde hace meses el anticipo electoral y que ayer lunes lo volvió a exigir porque la renuncia de Mazón solo es un "alivio parcial" para las víctimas de la dana y porque es necesario, esgrime, repartir nuevas cartas.
Pero la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, se dirigió directamente a Alberto Núñez Feijóo, porque fue él quien este martes habló con el líder de la ultraderecha, Santiago Abascal, para poner para poner en marcha los contactos de cara a pactar una nueva investidura, "consecuente con los acuerdos suscritos en mayo entre ambos partidos para la aprobación de los presupuestos vigentes", según informó la dirección nacional de los populares.
La Comunidad Valenciana, desde luego, no merece dos años de prórroga indecente. Ya ha perdido suficiente tiempo, y quienes tienen que decidir el rumbo para su territorio tienen que ser los valencianos y las valencianas"
PILAR ALEGRÍA, PORTAVOZ DEL GOBIERNO Y MINISTRA DE EDUCACIÓN, FORMACIÓN PROFESIONAL Y DEPORTES
Esa es la salida que había sido acordada previamente entre Feijóo y su barón valenciano. Y ambos apostaron por una dimisión para intentar la investidura de un nuevo president —aún no hay candidato oficial—, y que este sea el que conduzca las riendas de la Generalitat hasta los siguientes comicios autonómicos, los de mayo de 2027. Pero no hay garantías, porque si transcurridos dos meses desde la primera votación de investidura no hay un nuevo jefe del Consell entonces se deberá llamar a las urnas, y estas podrían celebrarse a finales del próximo marzo.
"El señor Feijóo ha decidido poner en manos de Vox el futuro de la Comunitat Valenciana. Entre dar la palabra a los valencianos y valencianas, o dársela a Vox, ha optado por la ultraderecha", lamentó Alegría, en respuesta a ese primer contacto del líder del PP con Abascal. Pero lo que a juicio requiere Valencia son urnas: "La Comunidad Valenciana, desde luego, no merece dos años de prórroga indecente. Ya ha perdido suficiente tiempo, y quienes tienen que decidir el rumbo para su territorio tienen que ser los valencianos y las valencianas". La previsión que tiene la cúpula de Morant es, no obstante, que se llegará a un acuerdo entre PP y Vox que impida llegar a nuevos comicios. Pero todo es aún una incógnita.
Para el Gobierno, Mazón, en realidad, "no se ha ido". "Le ha derrotado el coraje y la decencia de las víctimas", sancionó Alegría. La portavoz cargó contra las declaraciones "absolutamente indignas" del ya president en funciones, que "se fue como llegó, sin asumir ninguna responsabilidad, repartiendo culpas, mintiendo y despreciando a las víctimas".
Para el Ejecutivo, Mazón "no se ha ido", "le ha derrotado el coraje y la decencia de las víctimas", y "siempre ha contado con el respaldo, el cobijo y el aplauso cómplice de Feijóo"
"Y en todo esto", continuó, "siempre ha contado con el respaldo, el cobijo y el aplauso cómplice del señor Feijóo, que demostrando, por cierto, una falta absoluta de liderazgo, ha dejado en manos de la ultraderecha el futuro de la Comunitat Valenciana. Y es que entre que sean los valencianos o la ultraderecha quien decida el futuro de la Comunitat Valenciana, han decidido que sea la ultraderecha, que sea Vox". Pero el Ejecutivo pronostica que, "más pronto o más tarde", habrá elecciones y los valencianos "sin duda alguna dejarán atrás estos años aciagos de esta coalición negacionista" en Valencia.
No fue la única que en la rueda de prensa cargó contra Feijóo y contra Mazón. También lo hicieron la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, que presentaba el anteproyecto de ley de Estatuto del Becario, y la titular de Sanidad, Mónica García, que informó del requerimiento a las CCAA del PP para que envíen a su departamento los datos del cribado del cáncer de mama, cérvix y colon.
Díaz fue preguntada si Mazón puede cogerse una baja médica para así eludir su comparecencia el 17 de noviembre en la comisión de investigación de la dana en el Congreso. La vicepresidenta segunda subrayó primero que ya había corregido al expresidente José María Aznar advirtiéndole de que una persona trabajadora que está enferma y pide una baja no es una absentista, igual que cuando secunda una huelga tampoco lo es, es que "está ejercitando sus derechos constitucionales". Y recordó Díaz también que la patronal española se queja de manera recurrente de que "los jóvenes se van de bajaciones". Los empresarios, dijo la vicepresidenta, hablan "sin rubor de fraude masivo en las enfermedades de los trabajadores de nuestro país".
Díaz reprocha a la patronal que hable de 'bajaciones', de fraude en las enfermedades de los trabajadores. Y emplaza a los empresarios y a Feijóo a que reconozcan que si Mazón se coge la baja para no comparecer sería "fraude"
La impulsora de Sumar alertó de que lo que podría ser fraude es precisamente lo que podría rondar a Mazón, la tentación de cogerse una baja médica para no comparecer en sede parlamentaria: "Desde luego, desde el Ministerio de Trabajo vamos a preservar, igual que desde el Ministerio de Sanidad, la salud física y mental de cualquier persona trabajadora, que, insisto, no será un absentista jamás. Ahora bien, a mí me gustaría escuchar a quienes hablan de bajaciones, igual que me gustaría escuchar al señor Feijóo que se pronuncie sobre lo que estamos conociendo estos días, porque de ser verdad estaríamos presuntamente ante un fraude". Y, además, sería algo "grave", completó.
La ministra de Sanidad no ahorró dureza contra el president. Él "no es una víctima", por mucho que ayer "se intentara presentar" como tal. "Las bajas médicas son un acto médico para proteger la salud, no para proteger la indecencia política", sostuvo.
Las bajas médicas son un acto médico para proteger la salud, no para proteger la indecencia política", completa la ministra de Sanidad
García apuntó que quizá el barón popular alegue problemas de salud mental para justificar su baja, y es "bastante grave frivolizar con esto", "cuando a día de hoy en Valencia hay valencianos que han sido muy vulnerables a cualquier trastorno de salud mental". "Una herida individual de todas aquellas personas que han perdido a seres queridos, y una herida colectiva de gente que ha visto cómo sus pueblos, sus negocios, sus parques, sus lugares de encuentro fueron arrasados por la dana", remachó.
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