"Cataluña sufrió en 2021 un déficit fiscal de más de 21.000 millones de euros". Así lo denunció este lunes la consejera de Economía de la Generalitat, Natàlia Mas, en la presentación de las balanzas fiscales elaboradas por su departamento. Mientras JxCat y Esquerra centran sus reivindicaciones en la amnistía como condición sine qua non para apoyar la investidura de Pedro Sánchez, el Govern de Pere Aragonès sigue labrando el camino para la tercera de las condiciones planteadas por los republicanos: mejora de la financiación autonómica.

Un modelo de financiación que debe ser fruto de una negociación bilateral entre el Gobierno y la Generalitat, advirtió Mas. La republicana dejó claro que no aceptarán una negociación en el marco del Consejo de Política Fiscal y Financiera para solucionar ese "déficit fiscal catalán". Tal como ya advirtió en su día Aragonès, Esquerra quiere hacer valer su papel fundamental en la nueva mayoría progresista en el Congreso para reclamar una negociación bilateral de la financiación catalana.

Castigo a Cataluña

El Govern cifra en 20.772 millones el déficit fiscal de Cataluña con el sector público estatal en 2020 y en 21.982 millones en 2021, según el flujo monetario. En 2021, los ingresos aportados fueron 75.436 millones de euros, el 19,2% del total, mientras que los gastos fueron 53.454 millones, el 13,6% del total, detalló la subdirectora de financiación y sostenibilidad financiera, Montserrat Bassols.

En 2020 los ingresos -incluyendo la imputación del déficit público- fueron 72.216 millones, el 19,3% del total y máximo histórico, y los gastos recibidos fueron 51.444 millones, el 13,7% del total. Según el cálculo de la Generalitat, este déficit representó el 9,8% del Producto Interior Bruto (PIB) catalán en 2020 y el 9,6% del PIB en 2021.

La conclusión, se lamentó Mas, es que "allí donde el Estado puede escoger dónde gasta, Cataluña sale sistemáticamente perjudicada". A su juicio, los datos de la Generalitat demuestran que "cuando el Estado tiene margen de decisión, opta por penalizar económicamente a Cataluña y su ciudadanía". Un déficit que ha definido como "sostenido" e "injusto y deliberado" porque se mantiene "gobierne quien gobierne".

La consejera advirtió además que "no es fácil" realizar los cálculos por la política de opacidad, falta de transparencia y rendimiento de cuentas del Estado.

La mitad del presupuesto de la Generalitat

El déficit fiscal calculado equivale al 50% del Presupuesto de la Generalitat para este año, añadió Mas. O lo que es lo mismo, la suma de los recursos de los departamentos de Salud, Educación y Derechos Sociales. En términos de inversión per cápita, equivale a "casi 3.000 euros de pérdida de recursos por cada ciudadano".

La consejera lo tachó de "castigo para todos los que viven en Cataluña", fruto de la suma de varios agravios, entre los que destacó un modelo de financiación "caduco" o el incumplimiento de inversiones en infraestructuras. Unas cifras "escandalosas que se mantienen desde hace demasiado tiempo", por lo que reclama que los debates sobre fiscalidad se liguen al del déficit fiscal.