El socialista Salvador Illa ha sido investido este jueves como nuevo presidente de la Generalitat con los 68 votos de PSC, ERC y CatEC. Lo ha hecho en una jornada marcada por el fugaz retorno de Carles Puigdemont, que no ha participado en el debate ni ha votado en la investidura, en la que se había comprometido a participar. Illa ha defendido sus pactos con republicanos y comunes, que comprometen la aprobación de un nuevo concierto económico para Cataluña, y ha tendido la mano a Junts para futuros acuerdos, pese a los duros ataques recibidos de los neoconvergentes.

"Agradezco el talante de la sesión en día complejo" ha reconocido Illa, ya investido, a los miembros del Pleno. El nuevo president se ha comprometido a "gobernar para todos" tras una sesión en la que ha multiplicado sus ofrecimientos a los grupos de la oposición. Una mano tendida que ha escenificado tras la votación, al estrechar la mano de sus socios, pero también de los líderes parlamentarios de Junts y PP. No así de los portavoces de la CUP, Vox o Aliança Catalana, con los que ha mantenido distancias.

Carles Puigdemont ha reaparecido este jueves en Barcelona, siete años después de huir a Bélgica tras proclamar la independencia de Cataluña. Después de pronunciar un discurso en el que ha instado a no renunciar a la autodeterminación de Cataluña -"he venido aquí para recordarles que aún estamos aquí"- el líder de Junts ha vuelto a huir, sin que los Mossos d'Esquadra hicieran efectiva la orden de detención del Tribunal Supremo que pesa sobre él. Puigdemont ha conseguido así robar todo protagonismo a quien debía centrar el foco este jueves, el candidato a la investidura como presidente de la Generalitat, Salvador Illa.

Puigdemont ha protagonizado un breve acto de bienvenida en el Arco de Triunfo de Barcelona, a unos metros del acceso al Parque de Ciutadella, donde se encuentra el Parlament. Se esperaba que Puigdemont fuera detenido a las puertas de la cámara catalana, pero el líder de Junts nunca ha llegado al Parlament, por lo que el pleno de investidura ha arrancado a la hora prevista con el discurso del candidato.

"Los Mossos buscan a Puigdemont del mismo modo que la Policía y Guardia Civil buscaban las urnas y las papeletas" ironiza Junts

Durante el debate, en el portavoz de Junts en el Parlament, Albert Batet, ha comparado a los Mossos d'Esquadra con la Policía y la Guardia Civil, ridiculizándolos por no haber sido capaces de detener a Puigdemont. "Los Mossos buscan a Puigdemont del mismo modo que la Policía y Guardia Civil buscaban las urnas y las papeletas" ha ironizado Batet, recriminando al Govern las cargas policiales que se han producido en los accesos al Parque de la Ciutadella para evitar la entrada de los manifestantes.

Nueva huida de Puigdemont

Inicialmente parecía que Puigdemont se dirigía a pie a la cámara arropado por una multitud y una comitiva de Junts, con Jordi Turull, Laura Borrás, Quim Torra, Artur Mas o Xavier Trías, pero el expresident ha desparecido y no estaba entre los marchantes que se dirigían por el pasillo humano hacia el pleno de investidura de Salvador Illa en el Parlament. La comitiva de Junts ha llegado al Parlament pero sin Puigdemont.

Ante su desaparición los Mossos d'Equadra han activado la operación Jaula, con controles en varias vías de salida de Barcelona, para tratar de localizar al expresidente.

Desde el estrado del hemiciclo, Salvador Illa ha iniciado su presentación como aspirante a president haciendo un llamamiento a mirar al futuro. "Cataluña debe mirar hacia adelante, no puede perder más el tiempo, debe contar con todo el mundo", ha asegurado en su intervención, mientras el escaño de Puigdemont permanecía vacío.

Illa se ha defendido además de las acusaciones de Junts, que le ha recriminado "falta de credibilidad" por sus discursos contra los indultos o la amnistía, que se han acabado haciendo realidad "porque Pedro Sánchez necesitaba los votos para la investidura". Junts ha acusado a Illa de ser "un president sucursalista, sometido a la Moncloa", y el socialista se ha defendido asegurando que "me he comprometido a defender los intereses de Cataluña, lo haré con mi estilo, respetuoso y educado, pero no se equivoque no tengo edad para que me hagan trajes a medida".

Illa defiende el pacto con ERC

Tras una referencia inicial al expresidente catalán Josep Tarradellas -su primer mentor político- Illa se ha comprometido a "trabajar para hacer posible el restablecimiento íntegro de la totalidad de los derechos políticos de todas las ciudadanos y los ciudadanos de Cataluña y de todas las formaciones políticas", y ha defendido la aplicación de la vigente "ley de amnistía aprobada hace unos meses por el Congreso".

Illa se ha comprometido al "cumplimiento íntegro" de los pactos con ERC y CatEC que le permitirán alcanzar la mayoría de 68 diputados para ser investido. Unos pactos que incluyen el "concierto económico solidario" prometido a los republicanos, permitiendo que la Generalitat recaude y gestione todos los tributos soportados en Cataluña.

Un acuerdo que ERC ha reivindicado, advirtiendo al socialista que su investidura no es el inicio de un nuevo tripartito. "Que nadie crea que estamos en 2003" ha advertido el portavoz republicano, Josep Maria Jové. "Es un sí al contenido de un acuerdo, no un sí a un Govern compartido ni mucho menos a un sottogoverno". Jové ha advertido además que "sin cumplimiento no hay acuerdo" y "no duden de que no nos temblará el pulso para decir basta si no se cumple lo que hemos votado".

No duden de que no nos temblará el pulso para decir basta si no se cumple lo que hemos votado" advierte ERC

El socialista ha abogado también por la defensa de la "España plurinacional" en la que PSC y PSOE enmarcan esta nueva cesión de poder a la Generalitat. Y se ha comprometido a mantener el legado dejado por el republicano Pere Aragonès durante los últimos tres años al frente del Govern. "No he venido a desmontar nada" ha asegurado.

Un discurso que ha llevado al líder del PP en Cataluña, Alejandro Fernández, a acusar a Illa de abrir un nuevo proceso independentista gracias a su alianza con Esquerra. Fernández ha acusado a Illa de "mentir" tras haber rechazado la amnistía o haber prometido que no pactaría el gobierno catalán con los independentistas. "Miente hasta al médico" le ha recriminado el popular, que ha animado a Illa a defender su propuesta de concierto económico catalán con una reforma de la Constitución, que exige una mayoría de dos tercios en el Congreso de los Diputados.

Puigdemont denuncia la represión

El discurso de investidura de Illa se ha producido una hora después de que unas 3.500 personas -según fuentes de la Guardia Urbana-, arroparan este jueves a Puigdemont en el acto de bienvenida organizado en el paseo Lluís Companys de Barcelona por su regreso a Cataluña. "Hoy he venido aquí para recordarles que aún estamos aquí, porque no tenemos derecho a renunciar", ha asegurado desde el atril.

"Hace siete años que nos persiguen por querer escuchar la voz del pueblo de Cataluña. Hace siete años que iniciaron una durísima represión que nos ha llevado a la cárcel y al exilio, que ha afectado a la vida de miles y miles de personas por el hecho de ser independentistas, a veces solo por el hecho de hablar catalán, y han convertido el hecho de ser catalán en una cosa sospechosa", ha denunciado el expresident en el inicio de su intervención.

En este contexto, Puigdemont ha defendido la necesidad de "preparar nuevas oportunidades" para el independentismo y se ha despedido con una incógnita: "No sé cuando nos volveremos a ver" ha advertido, "pero pase lo que pase, que cuando nos volvamos a ver podamos volver a gritar viva Cataluña libre".

Jornada histórica

Las personas que le apoyan han desafiado al calor y al calendario para recibir al ex president del 1 de Octubre en su retorno del "exilio" convocados por el Consejo de la República, la ANC, Ómnium y Junts para intentar impedir su detención.

El juez instructor de la causa del procés, Pablo Llarena, mantiene viva la orden de detención de Puigdemont por el delito de malversación, que ha considerado excluido de la Ley de amnistía aprobada por el PSOE y los partidos que le dan apoyo en el Congreso.

Lo hacen el día señalado por el Parlament para que el socialista Salvador Illa sea investido presidente de la Generalitat. El retorno de Puigdemont en esta fecha es el último cartucho de Junts para evitar una investidura que certifica el cambio de ciclo en Cataluña, la ruptura definitiva del bloque independentista que durante una década ha controlado la política catalana y el fin del procés independentista.