Ha llegado el momento de pasar al ataque contra un PSC que ha barrido al independentismo de las principales instituciones catalanas. Es el resumen del discurso de Carles Puigdemont ante los diputados de su partido en el Parlament y el Congreso, a los que este miércoles ha reunido en Waterloo (Bélgica), para marcar las directrices del nuevo curso político. Lo ha hecho con una intervención abierta a los medios de comunicación en la que el ex president de ha vanagloriado del "éxito" de su regreso -y posterior fuga- a Barcelona el pasado 8 de agosto y ha reiterado las amenazas al Gobierno de Pedro Sánchez.
Puigdemont ha iniciado su intervención dando "gracias por el 8 de agosto" a sus diputados. "Muchos no sabíais demasiados detalles de la operación de entrada y extracción" ha reconocido, y aún así "hicisteis el papel y gracias a vuestra aportación la operación fue un éxito". Es la primera vez que Puigdemont reconoce abiertamente su intención siempre fue huir de nuevo -desde Junts se culpó inicialmente al "excesivo" dispositivo de los Mossos d'Esquadra- y que la mayoría de los diputados de su formación que hizo el "paseíllo" desde el Arco de Triunfo al Parlament no tenía ni idea de lo que estaba sucediendo.
"Todo pendía de un hilo" ha argumentado el líder independentista para excusar el secretismo; "solo con que una cosa no hubiera salido como tocaba yo no estaría en esta reunión" añadía, aludiendo a un provable destino de prisión preventiva impuesta por el Tribunal Supremo si los mossos lo hubieran detenido ese día. "Salió bien y el grupo parlamentario jugo un rol fundamental" se ha felicitado. Lamentando, eso sí, el "sufrimiento" de los diputados de Junts para acceder al Parlament, cuando la policía creía que ocultaban al ex president fugado, "porque alguien decidió que os tenía que violentar".
Un PSC españolista que lo gobierna todo
Tras felicitarse por el éxito del 8 de agosto Puigdemont ha fijado el discurso que Junts debe implementar desde el Parlament. Un discurso centrado en atacar al Govern de Salvador Illa y la excesivo poder alcanzado a su juicio por un PSC que gobierna la Generalitat, la Diputación de Barcelona y el Ayuntamiento de la capital catalana. Un partido socialista cuyo objetivo prioritario es, según Puigdemont, "españolizar" Cataluña bajo el "eufemismo de la normalización".
"Para eso hicieron el 155", argumentaba Puigdemont, que ha asegurado que Illa "asistía entusiasmado a las manifestaciones de derecha y ultra derecha", tal y como Junts describe las masivas manifestaciones convocadas contra la independencia en octubre de 2017. "Por eso llenan el Govern de cargos procedentes de Sociedad Civil Catalana" ha asegurado, acusando a esta entidad de promover un "discurso de odio hacia los independentistas".
También por eso, añadía Puigdemont, "una de las primeras decisiones" de Illa fue "ir al besamanos del Rey que hace siete años pronunció un discurso infame, vergonzoso, impropio del jefe de Estado en contra de la mayoría que decidimos votar en favor de la independencia". Lanzado en su listado de agravios supuestamente infringidos por el nuevo inquilino del Palau de la Generalitat, Puigdemont ha afeadto también a Illa que este martes "no encontró un minuto para recordar a los catalanes violentados y agredidos" en el referéndum ilegal del 1-O, y optó, en cambio, por recibir en el Palau a Josep Antoni Duran Lleida, ex secretario general de Unió.
Interlocución directa con el PSOE
Pese a todo, ha advertido Puigdemont, se trata de un "Govern frágil, que se aguanta por un pacto de investidura que no se creen ni los que lo han firmado" añadía en referencia al acuerdo sobre la nueva financiación autonómica sellado por socialistas y ERC. Por ello ha reclamado a sus cuadros que "abandonen los cuarteles de invierno" para recuperar el apoyo social perdido por su proyecto indepenentista.
Y ha repetido las advertencias tanto a Illa como, sobre todo, al Gobierno de Pedro Sánchez, defendiendo su oposición a la senda de estabilidad propuesta por el Ministerio de Hacienda, la última derrota parlamentaria infringida por Junts al Gobierno.
"Que Illa no tenga un Govern fuerte es oportunidad para nosotros, y que Sánchez sea débil es una responsabilidad aún mayor", ha advertido. "Tenemos una gran responsabilidad en Madrid que debemos aprovechar en beneficio de todos los catalanes", algo que hacen "defendiendo que el Govern de Illa y la alcaldía de Jaume Collboni tengan más dinero". Eso es "lo que pide Junts" ha asegurado, pese a que no gobierna ni la comunidad autónoma ni grandes ayuntamientos, ha apuntado Puigdemont.
En este contexto, Puigdemont ha afeado la reunión de Sánchez e Illa con la junta directiva del Círculo de Economía, al que habrían pedido que intercediera ante el líder de Junts para que avale las propuestas del Gobierno, según el propio Puigdemont. "No hace falta que se vayan a pedir no sé qué a los del Círculo" ha apuntado, "Sánchez e Illa tienen que hablar directamente con Junts, sin intermediarios".
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