El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) considera que "no procede la ratificación de la limitación de entrada y salida de personas ni la medida de limitación de la libertad de circulación de las personas en horario nocturno, en las islas que se encuentran en los niveles de alerta 3 y 4".

Así, la Justicia tumba el toque de queda y el cierre perimetral en las islas aunque el Gobierno autonómico recurrirá al Tribunal Supremo.

La Sala de lo Contencioso-Administrativo del tribunal sí ha ratificado la limitación de un número máximo de personas no convivientes en encuentros familiares y sociales en espacios de uso público y privado tanto cerrados como al aire libre, así como la limitación a la permanencia de personas en lugares de culto, ya que, en este último caso, "la libertad religiosa se ve afectada sólo en los aspectos accesorios".

En cuanto al toque de queda, la Sala entiende que "nos hallamos aquí ante un verdadero confinamiento por la sola razón del horario", mientras que agrega que si lo que quiere es evitar determinadas conductas que puedan entrañar un mayor riesgo para la salud pública porque se considera que las mismas habitualmente por costumbre social se desarrollan de noche, "cuentan los poderes públicos con otros instrumentos jurídicos de intervención menos lesivos".

Con la caída del estado de alarma, el Gobierno canario había decidido mantener las mismas restricciones que se aplicaban hasta este sábado a medianoche. Así, el Ejecutivo quería mantener el toque de queda desde las 23 horas en Tenerife, Gran Canaria, Lanzarote, La Graciosa y El Hierro y desde las 00:00 en Fuerteventura, La Gomera y La Palma.

País Vasco

El canario no es el primer gobierno autonómico que se topa con la Justicia. El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco tumbó prácticamente en su totalidad la batería de medidas esenciales que planteaba el Gobierno vasco ente el final del Estado de Alarma. En la sentencia hecha pública el pasado viernes, la Sala de lo Contencioso administrativo rechazaba que el Ejecutivo de Urkullu pudiese decretar el cierre perimetral de Euskadi y de sus municipios, rechazaba que pueda seguir vigente el toque de queda y se oponía a que se pueda establecer una limitación en la agrupación de personas.

En el lado contrario está la justicia valenciana que sí aceptó mantener el toque de queda hasta las doce de la noche y limitar a 10 el número de personas que pueden reunirse, tal como solicitaba el Ejecutivo regional.