El titular del Juzgado de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, ha ordenado un volcado de los mensajes del teléfono de la que fuera jefa de Jésica Rodríguez --expareja de José Luis Ábalos-- en la empresa pública Tragsatec y que denunció que la joven no fichaba ni trabajaba, pero que a ella la presionaron para que "hiciera la vista gorda". El magistrado del 'caso Koldo' intenta apuntalar así los indicios sobre la contratación irregular de la mujer con la que estuvo el exministro de Transportes durante parte del tiempo que gestionó esa cartera dentro del Gobierno.

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En un escrito, al que ha tenido acceso El Independiente, el magistrado Moreno que dirige la investigación sobre corrupción en la Audiencia Nacional cita Virginia Barbancho el próximo 29 de septiembre para que comparezca en el juzgado "al objeto de que se cotejen y se haga volcado de los mensajes de Whatsapp intercambiados con Jésica Rodríguez".

Barbacho era la responsable técnico del proyecto de Tragsatec (empresa pública que depende del Ministerio de Hacienda) al que estaba adscrita Jésica Rodríguez y ha sido una de las únicas personas del ente que dio un paso al frente para señalar irregularidades. Primero, lo hizo en el Senado en la comisión de investigación que está liderando el PP y, luego, el juez la llamó a declarar como testigo el pasado 17 de julio de 2025.

Ante el magistrado y el fiscal Anticorrupción ella explicó que tenía mensajes que podían demostrar cómo la "mandaron callar" cuando advirtió a sus superiores de que Jésica Rodríguez no estaba trabajando. Un extremo que la propia Rodríguez confirmó ante el magistrado del Supremo, que nunca acudió a su puesto de trabajo y que, ni siquiera, abrió el ordenador de empresa que se le dio.

Cabe recordar que la investigación ha revelado cómo el que fuera asesor de José Luis Ábalos pidió a la exjefa de Adif Isabel Pardo de Vera que buscara un hueco para Jésica Rodríguez en algunas de las mercantiles que penden del administrador. Así se hizo, primero, en Ineco (empresa pública dependiente de Transportes), donde estuvo desde marzo de 2019 hasta febrero de 2021 y se le abonaron un total de 34.422 euros y, después, en Tragsatec que ha aseverado a los investigadores que pagó 9.500 euros a Rodríguez entre marzo y septiembre de 2021.

Este último ente entregó al juez un registro de horas que supuestamente Jésica Rodríguez cumplimentó sobre su trabajo y, además, el director de Tragsatec, Juan Pablo González Mata, sostuvo en el Senado que sí que hizo labores aunque no físicamente en las oficinas de la empresa. La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil sostiene en sus informes, sin embargo, que el hermano de Koldo García fue el que rellenó el registro horario de la joven para dar apariencia de realidad a su trabajo y el relato de Virginia Barbancho sigue esta línea.

En su declaración como testigo hace unos meses indicó que Jésica Rodríguez no fichaba y que cuando ella contactó con instancias superiores para advertir de esta ilegalidad, le dijeron que dejara de "acusarla" porque era "sobrina" del ministro de Transportes. “Yo empecé a tener un problema con una trabajadora. Empiezo a ver que la trabajadora no ficha, empiezo a ver que se me escaquea y que no tengo control sobre ella... Y se lo digo a mi gerente y no hace nada. Para colmo, el cliente lo que hace es decirme que la deje en paz y se me sigue diciendo que mire para otro lado y que haga la vista gorda”, sostuvo en el Senado. Ahora, el magistrado quiere conocer los mensajes de su teléfono que reflejen las presiones que supuestamente ella sufrió por hacer el seguimiento a Rodríguez.

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