Begoña Gómez volvió ayer a declarar ante el titular del Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid, Juan Carlos Peinado, que la mantiene imputada por cinco delitos. A la investigación le quedan todavía varios flecos pendientes, pero algunas fuentes jurídicas ya dan por hecho que está entrando en la recta final y que el procesamiento de la esposa del presidente del Gobierno está cerca. El próximo 16 de octubre Peinado debe decidir si prorroga la causa seis meses más y todavía están inconclusos en la Audiencia Provincial Madrid al menos ocho recursos.

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Las fuentes jurídicas consultadas explican que la instancia superior al juez instructor, es decir, la sección 23 dentro de la Sala de lo Penal de la Audiencia Provincial no sabe todavía si resolverán todos los recursos que hay allí acumulados de forma conjunta o separada. Por lo que aún no hay fecha prevista. Pero anticipan que lo prudente sería que Peinado ampliara la investigación medio año más para atender a las resoluciones y saber cómo acotan los magistrados el caso contra Gómez.

Por el momento, de todo lo que han ido resolviendo, los togados han cercenado las diligencias en lo relativo al rescate por parte del Gobierno de Air Europa, indicando que eso no podía investigarse, o han anulado el registro a la vivienda del empresario Juan Carlos Barrabés. También han sacado del asunto a algún imputado como al presidente del Instituto de Empresas (IE) y exconsejero del PP Juan José Güemes e, igualmente, han confirmado la imputación de otros como la asesora de La Moncloa Cristina Álvarez.

Lo que es claro es que Audiencia Provincial de Madrid ha fulminado los intentos de la Fiscalía y de la propia Gómez de cerrar la investigación desde el principio y eso ha sedimentado una base sólida sobre la que fuentes jurídicas creen que se puede procesar a la esposa de Pedro Sánchez. Los magistrados indicaron en un inicio que sí existían indicios para indagar en la actividad de Gómez en la cátedra de la Universidad Complutense de Madrid --a pesar de que la denuncia partiera de informaciones de la prensa que aportó Manos Limpias--, en su relación con Barrabés, o en la creación de un software por parte de Google, Telefónica e Indra.

Y más recientemente, la Sala de lo Penal ha confirmado la imputación de Cristina Álvarez por un delito de tráfico de influencias -- "resulta evidente que existía por parte de la investigada una continuidad en el tiempo en el desempeño de asistenta de los privados de la señora"-- y ha asentado de nuevo así el posible paso al banquillo tanto de Gómez como de la propia Álvarez: "Su posición institucional refuerza la posibilidad de influencia de la conducta de la principal investigada [Begoña Gómez]".

Ahora, ambas han recurrido la nueva imputación de Peinado sobre el delito de malversación. Coinciden las dos en que Álvarez hizo algún favor "puntual" al enviar correos encaminados a la actividad privada de la esposa del presidente y eso no puede entenderse como una desviación de dinero público. Que la Audiencia Provincial revoque este trozo de investigación no es óbice para que ambas puedan seguir imputadas por los delitos que ya tenían. En el caso de Álvarez, el de tráfico de influencias y en el caso de Begoña Gómez, también este más otros de corrupción en los negocios, intrusismo laboral y usurpación de funciones públicas.

La Audiencia Provincial tiene, además, sobre la mesa otro recurso impugnando la decisión de Peinado de pedir a La Moncloa todos los correos que la mujer de Sánchez envió desde que éste llegó a la casa gubernamental en 2018. Su defensa indica que no puede solicitarse toda la actividad desde sus inicios sin poner algún tipo de coto a los hechos que están contenidos en la investigación.

Peinado se va la próxima semana de vacaciones y, mientras, además de las mencionadas resoluciones, está a la espera de que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil le entregue algunos informes relativo a los registros que se produjeron, por ejemplo, en Red.es. El juez se jubila el próximo mes de septiembre de 2026 y, quienes le han tratado, dan por hecho que no cerrará su actividad laboral sin encaminado al banquillo a la esposa del presidente del Gobierno.

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