En los ochenta, Takara se inventó el concepto de los robots transformables de juguete. Desde los primeros transformers, hoy ya hay varios prototipos de coches robóticos que, en realidad, están lejos de ser luchadores convertibles. Pero hay laboratorios que trabajan en algo menos ambicioso pero mucho más práctico: robots modulares autorreconfigurables (MSRR, por sus siglas en inglés).



Aquí están las tres pruebas que le pusieron a un robot diseñado en el laboratorio de Jonathan Daudelinm en Estados Unidos. El robot modular tomó decisiones sobre qué forma adoptar para conseguir objetos o moverlos., | Vídeo: Mario Viciosa y Univ. Cornell

En las universidades de Cornell y Pensilvania trabajan con un ejemplar capaz de explorar un territorio desconocido para él.
Su electrónico cerebro puede hacer un mapa tridimensional del espacio y localizar un objeto concreto en un espacio estrecho. El robot iba equipado con un sistema básico de toma de decisiones. Él mismo, y sin entrenamiento previo, decide como transformarse para acceder de mejor forma hasta él. Se desprende de parte de sus modelos, que no son sino cubos con una rueda en cada cara.

Los autores dicen que el nivel de sofisticación en el control y la toma de decisiones demostrada por su MSRR es más rápido y más avanzado que el demostrado por otros sistemas anteriores. Con un mayor refinamiento, la tecnología podría eventualmente ayudar a preparar robots para escenarios del mundo real, donde necesitarán adaptarse y navegar en situaciones impredecibles.

El MSRR puede reensamblarse en distintas formas que le permiten reptar, escalar, duplicar su altura, ensancharse o estrecharse. Ahora, el investigador Jonathan Daudelin y sus colegas desarrollaron un MSRR con hardware modular programado con un software centralizado de herramientas de percepción y una biblioteca de configuraciones y acciones para que el robot pudiera elegir.