Tres mil millones de aves menos. Sí, han leído bien: tres mil millones, una cifra de diez digítos. 3.000.000.000. La población de avifauna en Estados Unidos y Canadá se ha reducido drásticamente en las últimas cinco años. Y los responsables del estudio que publica la revista Science apuntan en una sola dirección: la crisis ambiental provocada por la acción del hombre.

Las aves están perdiendo sus hábitats naturales, esos lugares en los que vivir, encontrar comida y procrear. Cada vez hay menos insectos y zonas naturales. A eso se suma que el aire está cada vez más contaminado y que el ser humano no deja de "invadir" espacios antes ocupados por animales. La intensificación agrícola y la urbanización degradan el hábitat. Una tendencia que, claro, tiene unas consecuencias.

“Hay muchas evidencias que muestran una reducción masiva de la abundancia de aves”, señala el autor principal del estudio, Ken Rosenberg. “Contábamos con apreciar una disminución continua de las especies amenazadas. Pero por primera vez los resultados muestran también pérdidas generalizadas. Entre las aves comunes en todos los hábitats, incluidas las aves de corral", añade Rosenberg, científico principal en el Laboratorio de Ornitología y Conservación de Aves de Cornell, en el estado de Nueva York.

El 90 % pertenece a doce familias de aves

Los autores del estudio destacan que muchas de las especies que se están perdiendo son pájaros muy comunes, como gorriones, pinzones o golondrinas. "Estas especies juegan un papel fundamental en la red alimentaria y en el funcionamiento del ecosistema, desde la dispersión de semillas hasta las plagas", señala la revista Science. Además, el 90 por ciento de los 3.000 millones de aves que ya no vuelan en Estados Unidos y Canadá pertenece a tan solo 12 familias.

También han llegado a la conclusión de que no sólo está variando el número de pájaros, sino sus patrones de migración. Los 143 radares que manejan han captado que tan sólo en la última década hay un 14 por ciento menos de aves que migran en primavera.

¿Qué hacer para frenar la tendencia?

"Es imperativo abordar estas amenazas inmediatas y continuas", indica Peter Marra,ex director del Centro Smithsonian de Migración de Aves y ahora director de Medio Ambiente de la Universidad de Georgtown. "Este efecto dominó puede llevar a la descomposición de los ecosistemas de los que dependemos los humanos para nuestra salud".

Nuestras aves necesitan un esfuerzo histórico que une a personas y organizaciones con un objetivo común"

"Esta historia no se ha terminado", añade Michael Parr, presidente de la American Bird Conservancy. "Hay muchas formas de ayudar a salvar a las aves. Algunas requieren decisiones políticas (...), pero también podemos trabajar para prohibir los pesticidas dañinos y financiar de forma adecuada programas efectivos de conservación de aves. Todos podemos marcar la diferencia con acciones cotidianas que, juntas, pueden salvar la vida de millones de aves".

Algunas de esas acciones son, por ejemplo, hacer que las ventanas sean más seguras o mantener a los gatos domésticos en casa. Y es que muchas aves han perdido la vida de esa manera: estampadas contra cristales o en las fauces de los felinos.

Sin embargo, no todo son malas noticias para las aves en Norteamérica: en el mismo artículo, Science recalca que hay datos prometedores con otras aves. Las aves acuáticas, como patos, gansos o cisnes, se han recuperado notablemente en las últimas cinco décadas gracias a una millonaria inversión para su conservación y protección. Incluso la águila calva, uno de los símbolos nacionales de Estados Unidos, ha estadounidenses, vuelve a planear tras la prohibición de un pesticida.

"El hecho de que hayamos perdido una cuarta parte de nuestras aves en Estados Unidos y Canadá es una llamada de atención", indica Adam Smith, de Environment and Climate Change Canadá."Lo que necesitan ahora nuestras aves es un esfuerzo histórico de este hemisferio que une a personas y organizaciones con un objetivo común: traer de vuelta a nuestras aves".