La tomografía computarizada pediátrica (TAC o TC) es un examen rápido e indoloro que utiliza un equipo especial de rayos X para crear imágenes muy detalladas de los órganos internos, de los huesos, de los tejidos blandos, y de los vasos sanguíneos del niño, incluso en el caso de los recién nacidos, según detalla el Colegio Americano de Radiología.

“Brindan mayores detalles que los exámenes convencionales de rayos X, particularmente en el caso de los tejidos blandos y de los vasos sanguíneos”, destaca la entidad científica, al mismo tiempo que reconoce que esta prueba no suele ser muy frecuente entre los menores ante la posible radiación que se emite.

De hecho, la doctora Ana Álvarez, del Servicio de Diagnóstico por Imagen del Hospital Quirónsalud Madrid, aclara que esta prueba en principio no está indicada para niños, pero que gracias a los equipos de ultrabaja radiación y a los protocolos específicos para niños, que adaptan la realización de la prueba al peso y al tamaño del bebé, sí es posible realizarla.

Para ello, aclara que debe ajustarse siempre al máximo la zona de visualización, con el objetivo de reducir la radiación que recibe el bebé. A su vez, señala que aunque las tomografías computarizadas en bebés no son muy comunes, sobre todo se realizan para analizar malformaciones congénitas cardiovasculares o problemas en el cierre craneal (craneosinostosis).

En este contexto, la doctora Álvarez llama a la calma a todos aquellos pacientes que deban acudir al hospital estos días, a la consulta de un especialista, frente al posible miedo al contagio. Según asegura la experta, los centros sanitarios han diseñado circuitos libres de coronavirus y, en el caso concreto del Hospital Quirónsalud Madrid, donde ella trabaja, éste cuenta con la certificación Applus+ Protocolo Seguro frente a la COVID-19 que acredita que la instalación cumple con los estándares más exigentes de desinfección en esta pandemia.

Cómo es el procedimiento

Así con todo, a la hora de realizar un TAC pediátrico, el Colegio Americano de Radiología señala que los niños deben vestirse con prendas cómodas y sueltas para el examen, así como quitarse todos aquellos objetos metálicos que puedan interferir en la prueba, tales como joyas, gafas, o broches para el pelo, por ejemplo.

Con la exploración por TAC, numerosos haces de rayos X y un conjunto de detectores electrónicos de rayos X rotan alrededor del paciente, según detalla. Al mismo tiempo, describe que la mesa de examen se mueve a través del dispositivo de exploración, de manera que el haz de rayos X siga una trayectoria en forma de espiral.

“Un programa especial informático procesa esta serie de imágenes, o cortes de su cuerpo, con el fin de generar imágenes transversales bidimensionales, que luego se muestran en el monitor. Cuando lo requiera el médico o el radiólogo que está interpretando el examen, se pueden generar imágenes tridimensionales (3-D) usando un programa informático especial”, precisa la institución en Radiología.