Hacía tiempo que los humanos no nos sentíamos tan vulnerables, que la naturaleza no nos ponía en nuestro sitio. Quizá no sea el mejor momento para leer un libro de Brian Greene sobre el final del tiempo. Físico y matemático, doctor por la Universidad de Oxford y profesor en la Universidad de Columbia, Greene es experto en la teoría de cuerdas y devoto divulgador de ciencia. Su último libro, Hasta el final del tiempo (Critica), es un viaje por la evolución del universo en el que los asuntos humanos quedan muy pequeños, por no decir insignificantes.

¿Por qué deberíamos leer sobre la brevedad de la existencia, nuestro mundo y nosotros mismos? “Un tema destacado de mi libro es la interacción poética entre el destino del universo y el destino del individuo; ambos, a su manera, existen sólo por una duración finita. Y aunque ese reconocimiento nos impacta a cada uno de nosotros de maneras diferentes, lo que es universal es que el impacto es persistente y profundo. Más aún, durante la trágica crisis que vivimos hoy, cuando no tenemos que cavar profundamente para descubrir la fragilidad de la vida. El reconocimiento de esa fragilidad, como expongo en el libro, hace que la vida sea aún más preciosa”, responde Greene a El Independiente.

El reconocimiento de esa fragilidad, como expongo en el libro, hace que la vida sea aún más preciosa"

Brian Greene.

Si bien el profesor de la Universidad de Columbia es un entusiasta de la vida, da pocas esperanzas para que los humanos, con toda nuestra existencia e intensidad dramática e histórica, dejemos algo de huella en el universo. “Cuando miras el universo como un todo, desde el principio de los tiempos hasta lo más cercano que la ciencia puede llevarnos hasta su final, te das cuenta de que nada es eterno: ni las galaxias, ni las estrellas, ni los planetas, ni la vida, ni la conciencia. Así que, por mucho que anhelemos dejar un legado, una huella de haber estado aquí, cualquier huella de ese tipo será borrada por los vientos que soplan a través de las arenas del tiempo”, explica.

Estas contundentes certezas nos dejan abierto el terreno entre entregarnos al carpe díem o empujarnos al suicidio colectivo, pero Greene todavía nos asoma a otro abismo existencial cuando nos introduce en la teoría del Big Bounce, según la cual nuestro inabarcable universo está en un ciclo infinito, un teoría que ha ido ganando peso con los años. “Una posibilidad emocionante es que el Big Bang puede no haber sido el comienzo del universo, sino que pudo haber sido un rebote del espacio hacia afuera después de una fase anterior de contracción hacia adentro. La llamada "cosmología rebotante" puede sacudir el espacio de una manera diferente a las teorías más tradicionales, lo que lleva a una colección diferente de ondas gravitacionales. En principio, la huella de tales ondas gravitacionales primordiales podría algún día ser observada, proporcionando una idea del origen y evolución del universo”, afirma.

Los agujeros negros

La ondas gravitacionales y los agujeros negros son los aspectos de la investigación que más avances están mostrando. Los agujeros negros han sido los protagonistas del reciente Premio Nobel de Física, y le preguntamos a Greene por qué son tan importantes en nuestro conocimiento del universo. “Aprendemos más cuando empujamos nuestras teorías a los dominios más extremos posibles, y los agujeros negros han proporcionado durante mucho tiempo uno de esos ejemplos. En la primera parte del siglo XX, los agujeros negros eran una consecuencia puramente matemática de la teoría general de la relatividad de Einstein, que los científicos exploraron para iluminar las contorsiones más extremas del espacio y el tiempo. Ahora, los agujeros negros también son una búsqueda de observación, ya que científicos ambiciosos han encontrado formas, directas e indirectas, de observar los agujeros negros en el cosmos. En el futuro, muchos de nosotros anticipamos que el próximo salto en nuestra comprensión vendrá de comprender completamente los agujeros negros a nivel de la mecánica cuántica”.

La vida en este planeta depende del desarrollo de políticas que se alineen con los hechos extraídos de la ciencia"

Este doctor por la Universidad de Oxford da mucha importancia a la divulgación, son múltiples conferencias que se pueden ver en YouTube, sus libros y hasta ha hecho una aparición en la serie Big Bang Theory. “Afortunadamente, hay bastantes científicos dispuestos a tomarse el tiempo para comunicarse con el público, lo que ayuda a aumentar la comprensión y el entusiasmo del público con respecto a la investigación de vanguardia. El futuro de la vida en este planeta depende del desarrollo de políticas que se alineen con los hechos extraídos de la ciencia, por lo que tener un público conectado con la ciencia es esencial”, asegura. 

El campo de conocimiento de Brian Greene es especialmente difícil de difundir, especialmente qué podemos esperar en el futuro si se demuestra. “La teoría de cuerdas es un intento de realizar el sueño de Albert Einstein de una teoría unificada, una teoría única capaz de describir todos los fenómenos físicos del universo. Si la teoría de cuerdas resulta correcta, no sé si cambiará la vida cotidiana, al menos no al principio, pero creo que nos puede llenar a todos con un sentido de orgullo y conexión con el universo más amplio. Tal conocimiento marcaría nuestra mayoría de edad aquí en la Vía Láctea”.