La misión del Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC) en la isla de La Palma no ha hecho más que empezar, aunque los buques oceanográficos del IEO ya no están allí. Durante 30 días, un equipo científico multidisciplinar del Instituto Español de Oceanografía en colaboración con el IGME-CSIC, ICMAN-CSIC y las universidades de La Laguna, Las Palmas de Gran Canaria y Salamanca realizaron labores de investigación a bordo de los dos buques de investigación el Ramón Margalef (del 24 septiembre al 4 octubre) y el Ángeles Alvariño (del 19 al 31 octubre). 

Fueron testigos directos de la llegada de la lava al mar y del impacto de la lava en el ecosistema marino. Ahora que hasta tres coladas han alcanzado el mar su presencia no es necesaria, “porque no hay riesgos para los humanos que monitorizar”, explica Eugenio Fraile. Pero tienen que volver. “Volveremos dos veces al año, durante un tiempo por determinar. Cuando se apague el volcán seguiremos la evolución ecosistémica del fondo marino a lo largo del tiempo, pero ya no podemos hacer nada hasta que eso ocurra”, afirma Fraile. El proyecto del CSIC en el que se va a enmarcar se llama Vulcana, irá a hacer seguimiento de la erupción de El Hierro de hace diez años y a la de La Palma. 

Buque oceanográfico Ángeles Alvariño.

Buque oceanográfico Ángeles Alvariño. IOE CSIC

El tiempo que los buques oceanográficos emplearon en La Palma ha servido para conocer cómo es la colada debajo del agua. Realizaron una batimetría de alta resolución tanto antes de la llegada de la lava como después. La batimetría refleja al detalle cómo ha quedado el fondo.

Formación del delta lávico.

Formación del delta lávico. IOE/CSIC

“La lava ha llegado hasta la plataforma de la isla que está a una longitud respecto al acantilado de 700 metros y una vez en ese punto hay una gran pendiente por la que hay unos cañones submarinos por la que ha sido desalojada la lava hacia grandes profundidades. Hemos constatado lava hasta 400 metros”, afirma Fraile.

colada debajo del agua

Colada debajo del agua.. Francis Pérez /IOE

Debajo del agua constataron hasta 11 hectáreas de coladas lávicas en cañones submarinos y desbordamientos profundos. “Pero cuando volvamos habrá más. Por esta situación tan cambiante no tiene sentido estar haciendo estudios porque se quedan desactualizados, con los 30 días que hemos pasado allí tenemos una buena primera impresión y cuando acabe la entrada de lava haremos el mapa definitivo del fondo oceánico”, explica el oceanógrafo.

robot ROV Liropus 2000

Robot ROV Liropus 2000 . IOE CSIC

Durante el tiempo que pasaron junto al delta lávico los científicos inspeccionaron el fondo marino con el robot ROV Liropus 2000 que filmó por primera vez la afección profunda del ecosistema marino, mostrando cómo el ecosistema marino quedó arrasado. El material de la erupción ha generado tubos lávicos, pillow lavas y coladas de bloques que han arrasado por completo, de momento, 44 ha de fondo submarino con categoría ZEC (Zona de Especial Conservación).

Imagen de una 'pilow' lava.

Imagen de una ‘pilow’ lava. IOE/CSIC

“La pilow lava es lava del volcán que ha penetrado en el agua y por el enfriamiento tan rápido al contacto con el océano se va enfriando. A medida que va avanzando se va rompiendo y tiene como una forma de almohada, es una forma muy característica de intrusión de lava en el océanos”, asegura el científico. En las inmersiones que se han podido hacer bajo la fajan también pudieron constatar la presencia de tubos lávicos. “Funcionan igual que  en tierra, sólo que desembocan directamente, por ejemplo, a 120 metros de profundidad”.

Eugenio Fraile cree que en futuro de este enclave será un punto de interés para científicos y buceadores que quieran sumergirse y ver estas curiosidades geológicas. Él está convencido que serán muy ricos en vida animal y vegetal submarina. “Las coladas submarinas de la erupción del Teneguía están colonizadas por mucha vida. Es un hábitat lleno de oquedades que propiciará que sea guarida de organismos y habrá una recuperación de vida. La naturaleza siempre encuentra el camino”, concluye.