La misión Artemis I de la NASA con la colaboración de la Agencia Espacial Europea (ESA) se encamina a la Luna. La nave será lanzada desde el Centro Espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral (Florida, EEUU), tras su doble cancelación por cuestiones técnicas. Artemis I es un vuelo no tripulado de ida y vuelta con el que la agencia empieza el programa Artemis. Es su misión más ambiciosa desde la llegada a la Luna y con la que arranca la carrera espacial por el control de la Luna. Un programa que sienta las bases para el siguiente paso de la humanidad, viajar a Marte.   

Artemis va a ser un hito para el desarrollo del espacio. Aspira a ser la primera misión en poner a una mujer y a una persona de color en el suelo lunar y creará la primera base en el satélite. Todo eso si no lo hace China antes.

“Regresaremos a la Luna en busca de descubrimientos científicos, beneficios económicos e inspiración para una nueva generación de exploradores: la Generación Artemisa. Mientras mantenemos el liderazgo estadounidense en exploración, construiremos una alianza global y exploraremos el espacio profundo para el beneficio de todos”, dice la información oficial de la NASA.

Pero detrás de la propaganda, las políticas de género y raciales está la carrera por el control del agua de la luna, que está congelada en el polo sur del satélite. China ya envió una nave no tripulada a la cara oculta de la Luna y su interés se centra en el agua ya que se sabe que en las zonas “oscura” de la luna hay agua congelada. Lejos queda el dominio estadounidense que condujo a los primeros humanos a la Luna, hace más de 50 años, la carrera espacial China es muy ambiciosa y aspira a controlar recursos del satélite.

"El punto diferenciador de la Misión Artemisa I no es ser el primer paso para devolver a los astronautas estadounidenses a la Luna, sino que con el lanzamiento previsto para el próximo viernes culmina más de una década de desarrollo de dos elementos cruciales: la nave no tripulada Orión y el cohete gigante Space Launch System (SLS), el más potente del mundo y el relevo del Apolo V. Además, supone tras los últimos éxitos chinos, la vuelta de los Estados Unidos a la carrera espacial por la puerta grande, después de que en febrero de 2010 la Administración Obama cancelase el Programa Constelación", explica Christian D. Villanueva López, director de la revista Ejércitos.

Existen planes para situar una base permanente allí por parte china para 2035".

Christian D. Villanueva López, director de la revista Ejércitos

La NASA tiene identificadas hasta 13 regiones de la Luna donde sería posible un futuro alunizaje del ser humano. "La selección de estas regiones significa que estamos un paso gigantesco más cerca de volver a llevar a seres humanos a la Luna por primera vez desde el programa Apolo", según afirmó el administrador adjunto de la División de Desarrollo de la Campaña Artemis, Mark Kirasich

Kirasich ha definido la misión como “diferente a cualquiera anterior, ya que los astronautas se aventurarán en zonas oscuras previamente inexploradas por los humanos y sentarán las bases para futuras estancias de larga duración".  Las regiones que han considerado en la agencia espacial estadounidense  se encuentran a menos de seis grados del polo sur lunar y  tienen características geológicas para facilitar el aterrizaje y la viabilidad de una base.

"La misión Artemis sienta las bases para la conquista de Marte, primero como posible punto de partida y segundo operación de aprendizaje y entrenamiento técnico y humano. Por otra parte, aunque no es previsible que a corto o medio plazo se obtenga un aprovechamiento económico de los recursos minerales de la Luna, sí existen planes para situar una base permanente allí por parte china para 2035, lo que causa alarma en los Estados Unidos. Independientemente de que triunfen o fracasen o de las implicaciones, como una hipotética militarización que negaría el acceso a la Luna a otros competidores o el uso de nuestro satélite como punto de apoyo para planes todavía más ambiciosos, la sola amenaza de ello es un estímulo suficiente para que los EEUU vuelquen sus recursos en el Programa Artemisa I, buscando así adelantarse", afirma Villanueva.

Dentro del programa Artemis es clave el desarrollo de un portal, una nave que orbitará la luna y que servirá de transición a las tripulaciones además de base científica. La idea de Artemis incluye en su concepto una cabina lunar moderna, un rover y una casa móvil. La idea es ir aumentando la estancia de los humanos en la luna, primero días, luego semanas y ampliarlo hasta meses.

La nave Orión y el portal orbital
La nave Orión y el portal orbital

Un lanzador revolucionario

Según el responsable de la revista Ejércitos lo más interesante del nuevo programa es su vertiente militar. El espacio es nuevo territorio donde la influencia militar y su dominación está en juego. "Por más que sea un programa civil bajo el paraguas de la NASA-, lo más relevante a corto y medio plazo es el lanzador SLS. Es así tanto por su capacidad de colocar objetos muy pesados en órbita (más de 100 toneladas) como por la reducción de costes gracias a su diseño modular que permitirá adaptar la configuración del cohete a la carga que deba transportar. Gracias a ello, los Estados Unidos podrán situar en órbita en caso necesario satélites artificiales más pesados y complejos, dotados además de armamento, tanto defensivo como ofensivo, protección o combustible suficiente como para cambiar su posición para garantizar su seguridad en caso de amenaza". 

La nave de las misiones, la Orión está construida por la NASA en colaboración con Lockheed Martin. La ESA suministra el módulo de servicio europeo en colaboración con su contratista principal, Airbus. Es la única nave espacial capaz de realizar vuelos espaciales con tripulación y de reentrar a gran velocidad desde las proximidades de la Luna. 

Fernando Gómez-Carpintero, director de Airbus Crisa, destaca cómo el tsunami de innovación que arrastra un proyecto como este alcanza hasta la localidad madrileña de Tres Cantos donde tiene la sede su empresa. Destaca el esfuerzo colaborativo entre EEUU y los países de la UE implicados en el proyecto, ya que la mitad de Orión es obra de Europa y su empresa es la única española implicada.

"Esta misión quiere tener una base permanente en la Luna que está a 400 mil kilómetros de distancia, estamos mandando vehículos. No es como el Apolo, concebido para ir y volver, este programa está ideado para crear un lugar permanente en la Luna y eso tiene unos requisitos técnicos e innovaciones tecnológicas importantes que nutren el tejido industrial lo que es muy importante en España para que los ingenieros no se tenga que irse fuera sino que puedan tener trabajos de alta cualificación aquí en Tres Cantos”, afirma el directivo.

El analista de Ejércitos destaca que un programa tan ambicioso como Artemis más allá de sus motivaciones militares y civiles tienen en gran potencial en materia de innovación tecnológica, "ya que deben ser desarrolladas ex novo, tienen efectos en cascada sobre otros sectores. No hay más que pensar en toda la pléyade de tecnologías desarrolladas al albur del programa, que van desde avances en Inteligencia Artificial a diseño de nuevos materiales", afirma.

Dentro del programa Artemis es clave el desarrollo de un portal, una nave que orbitará la luna y que servirá de transición a las tripulaciones además de base científica. La idea de Artemis incluye en su concepto una cabina lunar moderna, un rover y una casa móvil. La idea es ir aumentando la estancia de los humanos en la luna, primero días, luego semanas y ampliarlo hasta meses.