Antes del éxito de Pokémon GO, de la Switch o de la Game Boy. Antes incluso de que Donkey Kong y Super Mario se colaran en millones de hogares en los 80. Mucho antes de que Nintendo lograse todo aquello, el gigante de las videoconsolas sólo era una empresa que fabricaba naipes en Kyoto.

Todo empezó hace 131 años, el 23 de septiembre de 1989. Su fundador, Fusajiro Yamauchi, fabricaba barajas de naipes Hanafuda, un juego tradicional de cartas en Japón. Pero las suyas eran tan buenas que la leyenda cuenta que las utilizaban los yakuza (la mafia japonesa) en sus casinos ilegales. Yamauchi expandió su negocio en los primeros años del siglo XX. Consolidó su éxito gracias a la venta de naipes occidentales, que eran de menos calidad y más baratos de producir, y consiguió ser el proveedor de salas de juego.

Yamauchi pasó 40 años al frente de su empresa. En 1929 se retiró y cedió el testigo a Sekiryo Kaneda, un empleado suyo que se había casado con su hija. Kaneda adoptó el apellido Yamauchi. Durante sus años como presidente siguió con el negocio de las cartas. Como el fundador, Kaneda quiso dejar la empresa en manos de su yerno, Inaba. Pero éste abandonó a su mujer y a su hijo Hiroshi, que se convirtió en el gran heredero de Nintendo.

La muerte de Kaneda en 1950 puso a Hiroshi al frente de la compañía. El chico no tenía ni 24 años, pero cambiaría la historia del imperio que fundó su bisabuelo. La empresa no siempre fue bien y tuvo altibajos. Hiroshi diversificó el negocio y probó sin éxito con los paquetes de arroz instantáneo, en el sector del taxi y con los hoteles "íntimos", recuerda Xataka. En cuanto a los naipes, a finales de los 50 Nintendo comenzó a venderlas con personajes de Disney impresos. En los 60 abarató la producción de las cartas fabricándolas todas a máquina.

El punto de inflexión de Nintendo llegó en esta década y lo protagonizó un personaje desconocido para la dirección de la empresa. Cuando Hiroshi Yamauchi visitó una fábrica de naipes se encontró con Gumpei Yokoi, un simple empleado. Resultó ser un manitas con la electrónica que ocupaba sus horas de trabajo en un pequeño taller diseñando y fabricando sus propios juguetes. El negocio de las barajas se desinflaba y los de Kyoto se aventuraron con los juguetes electrónicos.

A partir de entonces, Nintendo empezó a competir contra jugueteras como Bandai. Con Gumpei Yokoi a la cabeza, la compañía estrenó en 1977 su primera videoconsola, la Nintendo Color TV. Apareció otra figura clave, Shigeru Miyamoto. Si Yokoi fue el padre de la Game Boy, a Miyamoto se le recuerda en esta historia por criaturas como Super Mario o Donkey Kong.

El boom de la NES y Donkey Kong

Llegaron los 80, la época dorada de los recreativos, y Nintendo reaccionó al Spectrum que comercializó Sinclair en 1982. Esta máquina tenía el aspecto de un teclado de ordenador tosco y tenía una pletina para cargar los juegos. Era potente, rápida y tuvo un enorme éxito. Pero con apenas unos años de experiencia en el sector de las videoconsolas, los nipones pusieron a punto la Nintendo Entertainmet System (NES). La creatividad derivó también en el diseño de personajes icónicos, como el bigotudo Mario o The Legend of Zelda.

A simple vista, la consola era un armatoste rectangular, de tonos grises y oscuros y con un mando sencillo: panel de control en forma de cruz, dos botones redondos para el dedo pulgar y los míticos Start y Select. La NES arrasó entonces y su tirón ha continuado en los últimos años con versiones para nostálgicos.

Después llegaron consolas que consolidaron el imperio de Nintendo. En 1989 lanzaron al mercado la Game Boy, la primera portátil con cartuchos de juego intercambiables. Le siguieron la Super NES, la Nintendo 64, la Advance y los juegos de Pokémon. Casi todas ellas lograron el mismo hito: marcar a las generaciones de chavales que se divertían con ellas.

Cuando Hiroshi Yamauchi se retiró en 2002, Nintendo llevaba años compitiendo contra otro gigante, Sony y su PlayStation. A su heredero, Satoru Iwata, le debemos la Wii o la DS. Más recientes son el Pokémon Go para smartphones y la Nintendo Switch. Estos días, además, se ha celebrado otra fecha especial: los 35 años de Super Mario.