Tres miembros del Consejo Asesor de Inteligencia Artificial han presentado su dimisión después de que la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia (Sedia) firmara un convenio con el centro de investigación de Emiratos Árabes Unidos ADIA Lab. Carles Serra, director del Instituto de IA del CSIC, ha reconocido a EFE que "El motivo principal de la renuncia es que ADIA Lab depende de ADIA, el fondo inversor del gobierno de los Emiratos Árabes" y eso supone un "conflicto grande de intereses" y una "contradicción", porque "no se puede defender una IA ética y firmar un acuerdo con un gobierno que es una autocracia que no respeta los derechos humanos".

"Ante una contradicción tan grande, envié un email y presenté mi renuncia inmediata", recuerda Serra.

Según el convenio, definido por la Sedia como una "unión estratégica", ADIA Lab tendrá su sede europea en Granada, donde financiará proyectos sobre análisis de datos y sistemas complejos aplicados a la salud pública, el medioambiente y la economía digital, y sobre computación de alto rendimiento e inteligencia artificial.

Serra, que fue el primero en anunciar su decisión, ha explicado que tuvo conocimiento de la firma de este acuerdo después de leerlo en la prensa. "Uno de los motivos por los que he presentado mi dimisión es porque desde hace muchísimo tiempo la Sedia no nos consulta las decisiones que toma y, por lo tanto, como miembro de un consejo asesor veo mi papel bastante inútil", explica Serra.

Al día siguiente, se convocó una reunión urgente en la que la secretaria de Estado, Carme Artigas, explicó a los miembros del Consejo Asesor de IA los motivos del acuerdo pero, aunque ese convenio ayudará a traer talento a España, "desde mi punto de vista, no todo vale. Hay unos planteamientos éticos mínimos que habría que mantener". Y es que, según los términos del acuerdo, entre las líneas de investigación que serán cofinanciadas con la Secretaría de Estado, hay dos "especialmente hirientes: una sobre ética e IA y otra sobre medioambiente".

Para Serra, es "un tanto irónico" que una empresa que depende del Gobierno de un país que no respeta los derechos humanos y que se nutre del petróleo, financie proyectos de investigación sobre ética y ecología. "Nos parece especialmente doliente", subraya.

Tras la reunión con Artigas, presentaron su dimisión los miembros del Consejo Asesor de IA Lorena Jaume-Palasí (miembro del consejo asesor internacional del Panel para el Futuro de la Ciencia y la Tecnología (STOA) del Parlamento Europeo y del Instituto Max Planck para Sistemas Inteligentes), y Ricardo Baeza-Yates, Premio Nacional de Informática Aplicada “Ángela Ruiz Robles”.

Por su parte, fuentes de la Sedia consultadas por EFE han recordado que "efectivamente el Consejo Asesor es un órgano meramente consultivo en el que se comparten los avances de la Estrategia Nacional de IA y de todas las medidas que se van poniendo en marcha".

Sin embargo, en esas reuniones "siempre surgen diferentes opiniones porque los perfiles de los miembros del Consejo son bastante heterogéneos y cada uno da su opinión y no suelen o no tienen por qué ser coincidentes".

Tras explicar el acuerdo al Consejo, "efectivamente hubo tres dimisiones de tres personas que han decidido no participar más en el Consejo, cosa que respetamos", han añadido las mismas fuentes.