Los organismos marinos podrían migrar a mayores profundidades, en busca de ambientes más fríos, así como hacia los polos en respuesta al cambio climático. Esta es una de las principales conclusiones de un estudio liderado por un equipo de investigadores del Instituto Español de Oceanografía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Universidad KAUST.

Los resultados de este estudio, publicados en 'Nature Ecology & Evolution, muestran que las especies deberían migrar hacia el fondo una media de 18,7 metros por década bajo un escenario de emisiones moderadas de gases de efecto invernaderos y 32,3 metros por década bajo un escenario de altas emisiones.

Además, los científicos han calculado la migración vertical que requeriría desplazarse las especies marinas a través de los océanos globales hasta el año 2100 para vivir a la misma temperatura que en la actualidad.

Sin embargo, la temperatura no es el único determinante del hábitat de los organismos marinos. A las aguas más profundas no le llega suficiente luz para que las especies que realizan la fotosíntesis puedan sobrevivir y la presencia del fondo establece una última frontera en algunos lugares. Los autores destacan que tanto el fitoplacton como las especies poco profundas que habitan en el fondo, como los corales, kelps y praderas marinas, experimentarán una compresión vertical de su hábitat a medida que aumenten las temperaturas.

"Es probable que las distintas especies marinas opten por una solución combinada entre la adaptación térmica, la migración horizontal y la vertical variando considerablemente entre especies y ubicaciones", ha explicado Gabriel Jordà, primer autor del estudio.