Cuentan las crónicas de hace casi cinco siglos que la tierra empezó a echar un "fuego espantoso y peñascos encendidos", que las grietas aullaban "como un animal acongojado" y que había humo "negro, blanco, amarillo, azul celeste o rojo". Era mayo de 1585 cuando el volcán de Tajuya sacudió La Palma. Estuvo activo durante 84 días, más que ningún otro en la isla canaria hasta que ha llegado el de Cumbre Vieja.

Este domingo se cumplen 84 días desde el 19 de septiembre, cuando entró en erupción el volcán de Cumbre Vieja en la misma zona de la isla donde en 1585 se abrió la tierra para sorpresa de los palmeros. En aquel entonces no se podía prever ni calcular cuándo podía despertar un volcán. Así que el susto que se debieron llevar el 19 de mayo de aquel año, con Felipe II en el trono de España, debió de ser importante.

Fray Alonso de Espinosa era un historiador español que estaba en La Palma cuando la tierra se abrió y empezó a escupir lava. "Lo vimos por nuestros ojos el año de 1585, en la isla de La Palma, en el término de Los Llanos, que junto a una fuentecilla, en un llano, fue creciendo la tierra visiblemente en forma de volcán, y se levantó en tan grande altura, como una gran montaña, y habiendo precedido muchos terremotos y temblores de tierra, vino a abrir una boca grande, echando por ella fuego espantoso y peñascos encendidos", relata en el libro Historia de Nuestra Señora de Candelaria.

"Y al cabo de algunos días, con gran estruendo que se oyó en las otras islas, reventó y echó de sí dos o tres ríos de fuego, tan anchos como un tiro de escopeta, y corrieron más de legua por tierra, hasta llegar a la mar: y fue tanta la furia que el fuego llevaba, que media legua dentro en el mar calentó el agua, y se cocieron los peces que en ella había", añade este fraile.

Los escritos de Torriani: "La gente huía de miedo"

Todavía es mejor el relato de otra persona que lo vivió también de primera mano. Se trata del ingeniero italiano Leonardo Torriani, que llegó a la isla un año antes de la erupción por encargo de Felipe II para construir un muelle y un torreón defensivo. Torriani escribiría en 1590 un libro, titulado Descripción de las Islas Canarias, en el que describía con enorme detalle la erupción del Tajuya.

Después quedó todo tan frío que se podía pasar por encima"

Leonardo torriani

"A 19 de mayo del año 1585, este sitio empezó a levantarse visiblemente en su centro, con un gran hoyo que, tragándose algunos de aquellos árboles y levantando otros consigo, mandaba fuera un gran ruido acompañado por un terrible terremoto. En el espacio de dos días la llanura se hizo monte", escribió Torriani. "Formaban grandísimos torrentes de fuego, de humo y de cenizas. De día se veían todas estas cosas; y de noche, solo fuego y llama (...) A todos parecía que aquel era el fin del mundo".

El ingeniero Torriani realizó también varios dibujos sobre la geografía de la isla y la erupción. Esta imagen publicada en el libro es un mapa de la isla en e que aparecen numerosas bocas de fuego en la parte inferior izquierda, en la zona de Tazacorte y Los Llanos de Aridane, justo donde entró en erupción el Tajuya y donde hoy está el volcán de Cumbre Vieja.

Imagen de la cartografía de la isla de La Palma dibujada por

El italiano señalaba también que estuvo a punto de morir en varias ocasiones por los gases que inhaló y que "era tanta la preocupación y el temor de lo que ocurría, que todos los navíos que entonces estaban en el puerto de la ciudad pasaron a las islas cercanas con la gente que huía de miedo".

"Creo, en efecto, que el ingenio más despierto no sería capaz de representar tanto horror, miedo y calamidad; y la dicción bien compuesta del mejor retórico no podría expresar, sin las acciones del cuerpo y de la voz y los cambios del rostro, lo que fue esta montaña recién nacida; porque no sería otra cosa, sino querer describir una breve y repentina movilización de todas las cosas que Dios Creó en el caos", añadía Torrriani. "Después quedó todo tan frío que se podía pasar por encima".