La ambición climática es de boquilla. A los líderes mundiales no se les despega la palabra ambición cuando llega la Cumbre de Partes del Clima -la famosa COP- que se celebra anualmente. La ambición climática se convierte en un mantra que se repite y reitera hasta que se alcanzan los discutidos y cuidados documentos que - a la luz de los datos de la ONU- quedan en poco. Así ocurrió en 2021 en la COP de Glasgow, Reino Unido, y así lo refleja el informe sobre la brecha de emisiones 2022 de la Agencia de la ONU para el Medioambiente (UNEP, por sus siglas en inglés) La ventana que se cierra: la crisis climática exige una transformación rápida de las sociedades.

Según este informe la comunidad internacional está muy por debajo de los objetivos de París, sin un camino creíble hacia 1,5 °C. y los compromisos nacionales actualizados desde la COP26 de Glasgow marcan una diferencia insignificante en las emisiones previstas para 2030. El informe de la agencia de la ONU señala que estamos lejos del objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global muy por debajo de 2°C, preferiblemente 1,5° C, que son las cifras que se comprometieron los países. Las políticas comprometidas por los gobiernos hasta la fecha supondrán un aumento de la temperatura de 2,4-2,6 °C para final de siglo, si no se aplican estos exiguos compromisos la temperatura subirá 2,8ºC.

“Este informe nos dice en fríos términos científicos lo que la naturaleza nos ha estado diciendo durante todo el año, a través de inundaciones mortales, tormentas e incendios violentos: tenemos que dejar de llenar nuestra atmósfera con gases de efecto invernadero y dejar de hacerlo rápido”, afirma Inger Andersen, directora ejecutiva del UNEP. En este sentido los datos del informe llaman a la acción de los gobiernos de cara a la próxima cumbre del clima, la COP27, que se celebrará la primera quincena de noviembre en Egipto.

La UNEP destaca que la transición energética está en marcha y que se observan avances en materia de energías renovables, si bien el informe exhorta a que se acelere dicha transición para reducir las emisiones. En este sentido la ONU destaca las mejoras en las edificaciones para perseguir una mayor eficiencia y reducir, igualmente las emisiones.

"A nivel mundial es necesario multiplicar la reducción de emisiones por cinco, en la UE y España entre 7 y 10 veces más rápido", reacciona Pedro Zorrilla, responsable de Cambio Climático de Greenpeace España ante los datos de UNEO. "Necesitamos parar cualquier inversión en fósiles y dirigir esos fondos a ahorro, eficiencia, investigación y renovables", añade.

Niveles máximos de gases de efecto invernadero

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) también ha dado a conocer el Boletín sobre los Gases de Efecto Invernadero en el que se explica que, en 2021, se produjo la mayor subida interanual de las concentraciones de metano desde que comenzaron las mediciones sistemáticas hace casi 40 años.

Según la OMM, el motivo aún no está suficientemente claro y puede ser una combinación de causas naturales y de actividad humana. Todo apunta a que una gran subida del metano es lo que más está impactando en las cifras de este año.

Niveles de metano en la atmósfera en 2021.
Niveles de metano en la atmósfera en 2021. OMM

En principio, la agencia apunta que la subida de los niveles de metano procede principalmente de áreas tropicales y, sobre todo, con muchas zonas pantanosas, donde el calentamiento global podría estar acelerando la descomposición de materia orgánica y, con ello, aumentando la emisión de metano, informa Efe.

Otras fuentes importantes de este gas son los cultivos de arroz y el ganado vacuno, según recordó en una conferencia de prensa el secretario general de la OMM, Petteri Taalas.

Dióxido de Carbono CO2.
Dióxido de Carbono CO2, boletín de la OMM. OMM

La curva de Keeling

El aumento de CO2  y el ciclo estacional son las características principales de lo que se conoce como la curva de Keeling. Como se puede apreciar en la imagen del boletín de la OMM recién publicada. Charles David Keeling inició las mediciones en 1958 y fue el primero en observar que, a pesar de que los niveles de CO2 aumentaron constantemente de año en año, las mediciones también exhibieron una variación estacional que alcanza siempre su punto álgido en mayo, justo antes de que las plantas en el hemisferio norte comiencen a eliminar grandes cantidades de CO2 de la atmósfera durante su fase de crecimiento.