Este viernes la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC, por sus siglas en inglés) ha publicado una evaluación sobre la acción mundial frente al cambio climático. Se trata de un informe técnico, el más completo hasta la fecha, que está basado en datos técnicos y científicos, así como consultas con expertos gubernamentales, líderes empresariales y la sociedad civil.

El análisis sirve para radiografiar los avances colectivos en el cumplimiento del Acuerdo de París. Y a la vez, también será útil para crear una hoja de ruta sobre cómo combatir la crisis climática a lo largo de esta década, que servirá como base de la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 28), que tendrá lugar en noviembre de este año en Dubái.

La principal conclusión del informe es clara: si bien el Acuerdo de París ha impulsado la acción climática, se necesita mucha más ambición. "El mundo no está en vías de cumplir los objetivos a largo plazo del Acuerdo de París. Hay retos y obstáculos en todos los temas tratados. Ha llegado el momento de acelerar la acción y el apoyo para avanzar en esta década crítica", se recoge en el informe, donde se asegura que el margen de actuación "se está reduciendo" a la hora de limitar el calentamiento global a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales.

En el Acuerdo de París se acordó que se trataría de alcanzar el máximo de emisiones de gases de efecto invernadero lo antes posible, reconociendo que ese proceso llevará más tiempo los países en desarrollo. Según el IPCC, las emisiones mundiales deben alcanzar su punto máximo entre 2020 y 2025 para limitar el nivel de calentamiento global al objetivo que se marcado. Pero el nuevo informe de la ONU advierte de que "las emisiones mundiales aún no han alcanzado su punto máximo".

En el informe, la ONU se muestra convencida de que "se necesita mucha más ambición en la acción y apoyo de medidas nacionales de mitigación, y fijar objetivos más ambiciosos para aprovechar las oportunidades existentes y emergentes en todos los contextos. Todo con el fin de reducir las emisiones mundiales de gases en un 43% para 2030 y en un 60% para 2035 en comparación con los niveles de 2019, y llegar a cero emisiones netas de CO2 en 2050 en todo el mundo".

"La ventana de oportunidad para mantener los 1,5 ºC se está reduciendo, y mantenerla viva requiere un enfoque que abarque a toda la sociedad. Diferentes sectores sociales necesitan responder a diferentes vías de desarrollo. Pero el momento de actuar es ahora", declaró Mohammad Tariq, vicepresidente del Grupo de Trabajo I del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) en una rueda de prensa ofrecida para presentar el informe.

Para lograrlo, Naciones Unidas considera indispensable que los gobiernos apoyen "transformaciones en los sistemas", para lo que se necesitan "acciones creíbles, responsables y transparentes". Un enfoque que debe abarcar a toda la sociedad, y debe contar con políticas integradas e inclusivas.

En ese sentido, la ONU reclama que la sociedad civil, el sector privado, las instituciones financieras, las ciudades y el resto de autoridades subnacionales tomen partido en el asunto. Y no se olvida de los colectivos "marginados", como las mujeres, los jóvenes y los pueblos indígenas, que deben estar también involucrados en el proceso.

"Para lograr cero emisiones son necesarios cambios en todos los sectores y contextos, incluyendo el aumento de las energías renovables al tiempo que se eliminan progresivamente los combustibles fósiles, se pone fin a la deforestación, se reducen las emisiones de gases distintos del CO2 y se aplican medidas relacionadas tanto con la oferta como con la demanda", afirma el estudio, que reclama también "una cooperación internacional más eficaz y unas iniciativas creíbles".

Adaptación al cambio climático

Otra conclusión clave del informe es la necesidad de adaptarse a un problema, el cambio climático, que amenaza a todos los países, comunidades y personas del mundo. Para ello, Naciones Unidas considera que se necesitan urgentemente más medidas de adaptación y mayores esfuerzos para evitar, minimizar y abordar las pérdidas y los daños, y responder a los crecientes impactos, especialmente para aquellos que no son capaces de recuperarse de los desastres. Una adaptación que, aseguran, es "responsabilidad de todos los gobiernos, a todos los niveles". Y que se ve mermada por el incremento de fenómenos climáticos extremos.

La ONU admite, no obstante, que "colectivamente, hay una ambición creciente en los planes y compromisos de acción y apoyo a la adaptación". Pero afirma que la mayoría de los esfuerzos son "fragmentarios, graduales, sectoriales y están desigualmente distribuidos entre las regiones".

Además, pone en el foco la necesidad de prestar apoyo a las comunidades afectadas. Y también de escuchar a las poblaciones locales. Hacerlo, aseguran, hace más fácil el proceso y provoca mejores resultados.

Un cambio en el sistema económico

"El Acuerdo de París reconoce que también será fundamental que los flujos financieros sean coherentes con una vía hacia bajas emisiones de gases y un desarrollo resiliente al clima. Por lo que la ampliación de ambición climática también requiere transformar el sistema financiero internacional", explica la ONU.

En otras palabras, como explicó Thomas Tayler, jefe de Financiación Climática de Aviva, en la presentación del informe, "mucho dinero sigue siendo destinado a cosas que agravan el problema". Esos flujos financieros -internacionales y nacionales, públicos y privados- habría que reorientarlos para desbloquear miles de millones de euros y orientar las inversiones hacia la acción climática en todas las escalas. 

Además, para alcanzar los objetivos climáticos sería necesario desplegar rápidamente las tecnologías más limpias existentes para apoyar las necesidades de los países en desarrollo. La investigación y el desarrollo, por su parte, serán claves para lograr emisiones netas de aquí a 2050, sobre todo en los sectores "difíciles de reducir". 

"Para ser eficaz, el desarrollo de capacidades debe ser sistémico, invirtiendo en los sistemas sociales y económicos subyacentes. Las capacidades, incluidas capacidades humanas e institucionales cualificadas, deben conservarse a lo largo del tiempo", explicaron desde Naciones Unidas.

El informe de la ONU, en realidad, dice pocas cosas nuevas. Pero el organismo que lo firma es el más importante a nivel mundial. Así que los expertos consideran que ahora los países no tienen excusa. Ya saben en qué punto estamos y qué necesitamos para avanzar. "Es el momento de la verdad. Si todo el mundo habla en serio, obtendremos resultados más sólidos en la COP. Si no, será un momento en el que la sociedad tendrá que dirigirse a los gobiernos y decirlo claramente: todos nos están fallando", afirmó Laurence Tubiana, CEO de la European Climate Foundation