Un equipo liderado por el Instituto de Biología Evolutiva (IBE), un centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universitat Pompeu Fabra (UPF), ha identificado 88 nidos de la hormiga roja de fuego repartidos por unas cinco hectáreas junto a la ciudad de Siracusa, en Sicilia (Italia). Se trata de colonias invasoras que podrían proceder, según los análisis genéticos realizados por los investigadores, de China o Estados Unidos, donde también es una especie invasora.

Los modelos ecológicos realizados por el estudio - publicado en la revista Current Biology y liderada por Roger Vila, científico del IBE, con Mattia Menchetti, investigador predoctoral INPhINIT "la Caixa"-  muestran predicciones alarmantes sobre la colonización de esta hormiga en Europa, incluida España, y su posible expansión por el continente, que podría verse facilitada por el cambio climático, según señalan desde el CSIC.

La hormiga roja de fuego (Solenopsis invicta) es una de las especies más invasoras más temidas por su impacto en los ecosistemas. Originaria de Sudamérica, esta especie se ha extendido por Estados Unidos, México, China y Australia en menos de un siglo, causando un gran impacto negativo en los ecosistemas, la agricultura y la salud humana. 

Se estima que en Estados Unidos provoca pérdidas por valor de seis mil millones de euros al año, y su persecución en estos países genera importantes costes, solo Nueva Zelanda ha conseguido su erradicación. La especie posee una gran capacidad de colonización y supervivencia lo que la convierte en una amenaza significativa para la biodiversidad y la economía mundial.

“La hormiga roja de fuego es la especie de hormiga más dominante desde el punto de vista ecológico y de comportamiento en su tierra natal. Las poblaciones introducidas de Solenopsis invicta pueden alcanzar densidades hasta diez veces superiores a las de las especies de hormigas autóctonas y dominar así la mayoría de las fuentes potenciales de alimento. Así pues, esta hormiga es una amenaza ecológica y económica potencial en todas las zonas donde el clima es natural o artificialmente adecuado, como en las grandes ciudades, incluidas amplias zonas de Europa”, explica Luis Calcaterra de la Fundación para el Estudio de Especies Invasivas (FuEDEI) y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) en Argentina, y experto en hormigas altamente invasoras nativas de la cuenca del Río de la Plata, en declaraciones a Science Media Center España.

Hormiga roja de fuego.
Hormiga roja de fuego.

Expansión por Europa

Según la investigación que ha detectado las hormigas en Europa la mitad de las áreas urbanas en Europa serían aptas para su establecimiento debido a sus condiciones ambientales. Grandes ciudades como Barcelona, Roma, Londres o París podrían ver su actividad alterada por esta especie invasora, que puede afectar al estilo de vida de las personas por su abundancia y agresividad. 

“Las zonas urbanizadas experimentan temperaturas más elevadas que las zonas suburbanas naturales o rurales adyacentes. Es lo que se conoce como efecto isla de calor urbano, que está favoreciendo la propagación y el establecimiento de especies invasoras en el área de distribución autóctona e introducida”, afirma Calcaterra. 

Las ciudades costeras del Mediterráneo conectadas por puertos marítimos son las más adecuadas para su propagación, a esta facilidad logística se suman las predicciones de subida de temperaturas propiciadas por el cambio climático, según las cuales la mayor parte de Europa pasaría a ser adecuada para la especie.

“Los esfuerzos coordinados para la detección temprana y una rápida acción en la región son claves para gestionar con éxito esta nueva amenaza, antes de que se extienda de forma incontrolable”, advierte Vila, investigador del IBE.

“La ciencia ciudadana puede jugar un papel clave en la detección de S. invicta, dado que se encuentra con frecuencia en áreas urbanas y periurbanas. Es posible detectar estas hormigas debido a sus dolorosas picaduras y los característicos montículos de sus nidos, aunque la confirmación de un experto es esencial”, explica Menchetti.

En este sentido, Antonio Ordóñez que lleva 20 años coordinando proyectos de ciencia ciudadana para recopilar datos sobre la biodiversidad ibérica considera que plataformas como Biodiversidad Virtual recientemente incorporada a Observation International “han contribuido a importantes trabajos científicos en torno a la biogeografía en aspectos tan importantes como la afectación del cambio climático en la biodiversidad. Por eso es clave en el seguimiento de la evolución de las distribuciones de especies invasoras como la hormiga roja de fuego".